Ciencia

Carolyn Bertozzi, la emprendedora en serie (y música virtuosa) que acaba de ganar el premio Nobel de Química

Carolyn Bertozzi ya es la octava mujer en recibir el premio Nobel de Química gracias a su trabajo en el desarrollo de la llamada química bioortogonal. Además de su trabajo académico en la Universidad de Stanford, Bertozzi destaca por su otra especialidad: fundar 'start-ups' biotecnológicas.

Carolyn Bertozzi es, junto a los también químicos Morten Meldal y K. Barry Sharpless , la última premio Nobel de Química, además de la octava mujer ( Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier fueron las últimas) en conseguir esta distinción. La academia sueca ha destacado el trabajo de los tres científicos en el desarrollo de " una ingeniosa herramienta para construir moléculas ", que ha dado lugar a una "revolución en la forma en la que los químicos piensan sobre cómo las moléculas se unen entre sí". Efectivamente, Bertozzi es la madre de la "química bioortogonal" , un término que acuñó ella misma.

Nacida en una familia de científicos (su padre era profesor de Física), de ella y de sus tres hermanas se esperaba que se dedicaran a la ciencia. Aunque Bertozzi coqueteó con una carrera musical (tocó el teclado en varios grupos y fue compañera de banda del guitarrista de Rage Against the Machine Tom Morello ) terminó graduándose en Harvard y completando su doctorado en Berkeley, donde consiguió una plaza de profesora y acabó teniendo su propio grupo de investigación. Allí destacó desde el principio. Con 33 años fue distinguida con la MacArthur Fellowship, conocida como la "beca de los genios" , y hasta la fecha ha publicado más de 600 artículos académicos de gran impacto en el campo de la glicociencia .

La madre de la 'química bioortogonal'

Pero, ¿a qué se dedica exactamente esta disciplina? La superficie de nuestras células está recubierta de una capa de azúcares o glicanos , cuyo mecanismo ha intrigado a los científicos durante décadas. Bertozzi trabaja para entender su funcionamiento a través del desarrollo de la llamada química bioortogonal . "Ortogonal significa no interacción y bioortogonal significa que no existe interacción con la biología", cuenta Bertozzi. La científica suele utilizar un símil para explicarlo: dos almas gemelas se encuentran en una fiesta multitudinaria . "Es como si hubiera una habitación abarrotada de gente con mucho ruido, y dos personas se encontraran desde la otra punta de la habitación. De repente, todo el mundo desaparece y ellos reaccionan entre sí".

En otras palabras: las moléculas bioortogonales pueden entrar en el cuerpo sin alterarlo. Y esa característica es clave. Tanto que aspira a revolucionar la investigación biomédica en enfermedades como el cáncer , los desordenes inflamatorios como la artritis o las enfermedades infecciosas, pero también a encontrar vías de administración más efectivas para muchos medicamentos.

Emprendedora en serie

En 2015 y después de haber desarrollado casi toda su carrera en Berkeley, Bertozzi aceptó una oferta de la Universidad de Stanford . Quizá por su cercanía geográfica con Silicon Valley , en los últimos años la científica se ha distinguido por ser una auténtica emprendedora en serie. Sin dejar a un lado la labor académica e investigadora, Bertozzi ha puesto en marcha ocho 'start-ups' biotecnológicas diferentes , todas ellas relacionadas con su campo de investigación y que han avanzado, por ejemplo, en el desarrollo de herramientas de diagnóstico para enfermedades como la tuberculosis o el cáncer de ovario. Bertozzi es, además, miembro del consejo asesor de farmacéuticas como GlaxoSmithKkine o Eli Lilly. El próximo 10 de diciembre recibirá el premio Nobel de Química en Estocolmo .