Día de la Mujer en la Ciencia
Día de la Mujer en la Ciencia
Son grandes científicas, pero sus nombres no aparecen en los libros de historia y no solo porque sus méritos no se hayan visto reconocidos, sino porque en muchas ocasiones se los "apropiaron" sus parejas o sus compañeros de investigación. Es lo que se conoce como el Efecto Matilda , en honor a Matilda Joslyng Gage, la primera activista en denunciar la injusticia que supone que se hayan ignorado los hallazgos de brillantes investigadoras.
La campaña #NoMoreMatildas , apoyada por la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AIMT) pretende darles visibilidad, para que puedan despertar futuras vocaciones científicas entre las niñas, e incluir en los libros de texto a grandes científicas como estas, a las que recordamos en el Día internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia:
- Rosalind Franklin, la primera en desvelar la estructura del ADN. La química británica (1920-1958) logró obtener, gracias a los rayos X, una imagen en la que se desvelaba por primera vez la estructura del ADN, la molécula que se encarga de transmitir la información genética. Durante décadas no fue reconocido su hallazgo, sino que se atribuyó a su jefe y a dos de sus compañeros de laboratorio y por ello obtuvieron el Nobel.
- Lise Meitner, descubridora de la fisión nuclear. Esta física nuclear austriaca (1878-1968) descubrió la reacción de fisión nuclear en la que se basó la bomba atómica y las centrales de energía nuclear. Estuvo a punto de ser asesinada por los nazis por su origen judío, pero se opuso a participar en el proyecto estadounidense para construir la bomba atómica. El descubrimiento de la fisión valió un Nobel de Química, pero no a ella, sino a su colaborador Otto Hahn.
- Katherine Johnson, matemática y una de las piezas clave en el vuelo del Apolo 11. Esta estadounidense (1918-2020) sufrió durante toda su vida la doble discriminación por ser mujer y de color. Su talento le llevó a trabajar durante la Segunda Guerra Mundial para el ejército norteamericano, mejorando el diseño de los aviones. Después desarrolló su labor en la NASA y gracias a sus cálculos se pudo fijar la trayectoria para el vuelo del Apolo 11 y que por primera vez un hombre pisara la Luna. Por este hecho histórico, todo el equipo recibió la medalla Hubbard, el máximo premio de la National Geographic Society. Todos menos Johnson, a quien no se le entregó este galardón hasta el año pasado, 51 años después que a sus colegas y a título póstumo.
- Barbara Mcclintock, bióloga que descubrió los "genes saltarines". La bióloga estadounidense (1902-1992) investigó el comportamiento de los genes y descubrió algo inesperado: que no siempre ocupaban el mismo lugar en los cromosomas y por eso los denominaron "genes saltarines". Sus colegas rechazaron su hallazgo hasta tal punto que decidió abandonar esta línea de investigación. No fue hasta dos décadas después, y tras que otros científicos llegaron a la misma conclusión, cuando se reconoció su mérito. Y en esta ocasión sí, logró el Nobel de Medicina en 1963.
- Marie Anne Pierrette Paulze de Lavoisier, la "madre de la química". Conocida como Marie Lavoisier, esta química francesa (1758-1836) jugó un papel imprescindible en la trayectoria de su marido, Antoine Lavoisier, considerado el 'padre de la química'. Sin su gran ayuda en el laboratorio con las traducciones y correcciones que realizó para que su pareja pudiera leer obras de química, le habría sido imposible rehacer y modernizar esta ciencia. Es por eso que ella merece ser reconocida como la "madre de la química".
¿Y si Einstein hubiera sido mujer?
La campaña #NoMoreMatildas de la AMIT, apoyada por el Parlamento Europeo, se plantea qué hubiera pasado si grandes científicos como Einstein, Fleming y Schrödinger hubieran sido mujeres. Por eso han publicado tres biografías imaginarias, con la colaboración de personalidades como Ángeles Caso o Carme Chaparro . Los cuentos, que concluyen en la gran invisibilidad que sufrirían sus protagonistas, no están a la venta pero pueden descargarse en la web www.nomorematildas.com. Han elaborado además un anexo para incluir en los libros de texto, con reseñas de las grandes científicas olvidadas.
Con esta iniciativa reivindican una mayor presencia de referentes femeninos en los libros de texto, ya que según diferentes estudios de la Universidad de Valencia y la Complutense, ahora apenas suponen un 7,6% en los materiales educativos de la ESO respecto a sus homólogos varones y un 12% en las citas de trabajos académicos.
Esto contribuiría a despertar nuevas vocaciones científicas entre las mujeres. Actualmente, el porcentaje de mujeres en carreras científicas es inferior al 50% -un 28,5 según la Unesco). Pero más preocupante aún es que se está produciendo un descenso de la presencia de mujeres en áreas clave para el desarrollo tecnológico de la sociedad , como la ingeniería informática en el que las mujeres han pasado de ocupar un 30% del alumnado en los ochenta a un apenas un 12% en la actualidad.