'Make-up power'
'Make-up power'
Piluca Santos
Maquillarse cada mañana o salir de casa con la cara lavada ha dejado de ser una opción de cuidado personal más para convertirse en una herramienta de acción política con impacto global. Tanto en un sentido como en otro. No hay más que echar un vistazo rápido a las redes sociales.
Desde la llegada al poder del régimen talibán en Afganistán, el maquillaje está terminantemente prohibido en el país. De hecho, una de las primeras cosas que hicieron los extremistas al tomar Kabul fue destrozar las imágenes publicitarias de productos cosméticos o marcas de moda que mostraban a mujeres maquilladas y con el pelo suelto en las calles de la capital. De esa terrible represión nació el movimiento #DoNotTouchMyClothes en Instagram.
Y en ese mismo contexto, las redes sociales se han convertido ahora en un plataforma para reivindicar la libertad y los derechos de las mujeres afganas a través del cuidado personal. Feroza Aziz , una influencer estadounidense de origen afgano que cuenta con más de 175.000 seguidores en TikTok , se dedica a grabar tutoriales de maquillaje a la vez que opina sobre violencia machista o la situación política en Afganistán o Palestina.
Y no es la única que está explotando esa fórmula. El año pasado, Alexandria Ocasio-Cortez, la congresista más joven de la historia de Estados Unidos, protagonizó un tutorial de belleza para la edición norteamericana de la revista Vogue que después compartió con sus más de 8 millones de seguidores en Instagram. Mientras hablaba de sus trucos de belleza y lanzaba un mensaje sobre el empoderamiento femenino , la líder demócrata reflexionaba también sobre el patriarcado en un formato mucho más efectivo que el clásico mitin político.
"La elección de las mujeres de 'hacer visible su feminidad' o no, de escenificarla o no en el espacio público, es eminentemente política. A grandes rasgos, los distintos movimientos feministas lucharon primero por los derechos civiles, luego por el derecho a disponer de nuestro cuerpo a través del aborto o la píldora. Ahora luchamos por la imagen de la mujer , especialmente a través del maquillaje", explica Elodie Nowinski, decana de la Facultad de Industrias Creativas de Glasgow.
De hecho, no maquillarse también puede ser una declaración política . Así lo plantea, por ejemplo, Alicia Keys, que en 2016 admitió que se sentía alienada por los cosméticos y que había decidido dejar de maquillarse por obligación. Cuatro años más tarde es la cara visible (y casi siempre lavada) del movimiento #nomakeup .