Kim Keon-hee: la polémica primera dama de Corea del Sur, precursora de la "política fan"

Durante la campaña electoral a la presidencia de Corea del Sur ,   Kim Keon-hee , esposa del candidato finalmente vencedor, el conservador Yoon Suk-yeol , prometió que eliminaría la oficina de la primera dama y hasta el mismo rol. Fue una reacción a distintos escándalos relacionados con su actividad profesional que quiso sortear distanciándose de las responsabilidades de representación. Kim Keon-hee anunció que ejercería únicamente de esposa del presidente y así lo ha hecho, O, más bien, así lo ha intentado.

Desde que Yoon Suk-yeol tomara posesión en mayo de este año, el seguimiento mediático a la figura de Kim Keon-hee (50 años) ha sido tal, que s u renuncia al papel de primera dama ha quedado en nada . Imposible no fijarse en esta mujer de negocios tan exitosa como polémica . Dirige su propia compañía, Covana Contents, dedicada a la planificación y montaje de exposiciones de arte, precisamente la actividad que la ha colocado en el ojo del huracán, aunque las acusaciones de no pagar impuestos y aceptar sobornos no han llegado a los tribunales.

Todo el empeño de Kim Keon-hee es subrayar su modestia y discreción. Aunque posee porte de modelo y gran belleza, viste ropa barata y nada llamativa. Recibe, sin embargo, piropos de alto nivel: "el presidente Yoon Suk-yeol y yo tenemos en común habernos casado por encima de nuestras posibilidades", dijo Joe Biden el pasado mes de mayo, tras conocer a la primera dama surcoreana. "Nuestras esposas son extraordinarias" .

Casados desde 2012 tras una romance de lo más normal y sin hijos, Kim Keon-hee y Yoon Suk-yeol comparten casa con cuatro perros y tres gatos. Ella aseguró que asistiría a su marido "desde la discreción más absoluta, para que pueda concentrarse en mejorar la vida de la gente". Sin embargo, ha ocupado todas las portadas al pedir que se prohibiera el consumo de carne de perro por ley . "Es una forma de respeto hacia el mejor amigo del hombre", ha declarado. Además, su actividad como esposa presidencial es imparable: ha llegado a hacer seis apariciones oficiales en una semana.

Tanta es la expectación que concita Kim Keon-hee, que el presidente está reconsiderando volver a montar la oficina de la primera dama: la necesidad de coordinar y controlar su apariciones y manifestaciones parece evidente . De hecho, ya se habla de que ha despertado la "política fan", en la que las lógicas del fandom del K-Pop aplican a las figuras políticas. Kim arrastra a una comunidad de 100.000 fans organizados online. Sus campañas de hashtags y memes son temibles, debido a la cultura de obediencia ciega que suele mover a este tipo de admiradores. La llaman fanocracia .