NEW YORK, NY - JULY 15: Lizzo is seen on the "Today" show as part of the Citi Concert Series on July 15, 2022 in New York City. (Photo by NDZ/Star Max/GC Images)
Están los pequeños atrevimientos con los que los famosos cuestionan la normatividad, como esa falda que se puso hace nada Brad Pitt o las célebres axilas sin depilar de Julia Roberts , y luego está Lizzo . La cantante de Detroit, ganadora de tres Grammy a propósito del disco ‘Cuz I Love You’ (2019), es la escandalosa excepción que necesita cada regla . No solo desborda los límites de la agradable ‘curvy’ y la seductora ‘gordibuena’: sus michelines, rollos y lorzas al aire hacen una labor social . Reconcilian con los kilos propios y destruyen la incomodidad de contemplar los ajenos.
Si alguien se pregunta por qué Melissa Viviane Jefferson, Lizzo, se empeña en mostrar su cuerpo bajo mínimos de ropa, respondemos: porque molesta . Y esa molestia, ese malestar, esa vergüenza, disgusto o, directamente, asco son el síntoma de una enfermedad social que se extiende cual pandemia: el rechazo a lo diferente. Habría que subvencionar las fotografías de Lizzo por permitirnos diagnosticar en nosotras mismas esta sintomatología del micro-odio . A veces, incluso auto-odio.
Paradójicamente, Lizzo (34 años) ha lanzado Yitti, una colección de prendas reductoras , o sea, fajas. Pero, cuidado, que ahí también le canta las cuarenta a las reina de las fajas globales, Kim Kardashian, y rechaza su obsesión con meter en cintura las mollas. Las prendas de Lizzo no solo se fabrican en un rango de tallas irreprochable , sino que renuncian a buscar a toda costa la silueta única del reloj de arena, una verdadera obsesión en el planeta Kardashian-Jenner .
" Quiero celebrar todas las bellezas posibles y todos los tipos de cuerpo existentes ", ha dicho Lizzo de Yitti. "Porque en el mundo no existe solo la silueta del reloj de arena ni debería ser el único tipo de cuerpo deseable. Existe la silueta manzana, la silueta triangular o el círculo . Y también muchas chicas delgadas que no tienen trasero y que también son bellas y merecen que su cuerpo se celebre y no tenga que corregirse”.
De todos modos, no son sus fotos ni sus looks de lycra lo que más importa de Lizzo, sino sus canciones. Su último disco, Special (2022), no baja de las cuatro estrellas en las instancias críticas más exigentes y por una buena razón: es un prodigio hecho para bailar como en la era disco . Un movimiento algo más retro que el de Beyoncé , que también ha lanzado un disco, ‘Renaissance’ (2022), que homenajea las pistas de baile, pero de los 90. En la versión de ‘Break My Soul’ remezclada con ‘Vogue’, de Madonna , Bey recita a su ‘squad’ de divas negras. Entre ellas, Lizzo. Normal.