Las siete frases de Lola Flores que demuestran que fue la faraona de la sororidad, la liberación sexual y la igualdad de la mujer

Carmen Raya.

Los que la conocieron aseguran que era una auténtica fuerza de la naturaleza.  Una mujer con una pasión por la vida que "quitaba el sentío" . Así la recuerda su hija, Rosario Flores quien, junto a su hermana Lolita ha ayudado a desarrollar esta  serie documental 'Lola',  que se estrena en   Movistar+.

"Ella decía cosas que han quedado para la historia . Defendía lo suyo porque le costó muchísimo llegar adónde llegó", afirmaba Lolita durante la presentación a la prensa del proyecto. Y es que su madre siempre demostró que sus decisiones personales y profesionales eran suyas y no de la multitud de hombres que la rodeaban, tanto en el plano laboral como en el familiar.

"Dicen que soy la Lola de Franco, pero eso son pseudónimos que me pone la gente. Soy del pueblo y nunca he querido ser marquesa ", aseguraba la folclórica, ya en democracia, cuando muchos le echaban en cara haber sido la cantante favorita del dictador.

Aunque también padeció la censura franquista, Lola Flores siempre demostró la libertad arrolladora. Y 25 años después de su muerte, sus palabras y sus declaraciones demuestran que fue un ejemplo de sororidad, liberación sexual e igualdad .

1. "¿Quién no se ha dado un 'pipazo' con una amiga?".

Preguntada por los rumores que siempre han existido sobre la sexualidad de las folclóricas , Lola Flores no tuvo problemas en zanjar el debate con esta frase que, de manera brillante y con un lenguaje urbano, normalizaba tanto la bisexualidad como las relaciones lesbianas .

2. "A mí no me gusta el hombre hablador, pa' hablar ya estoy yo. Que hable cuando tenga que hablar".

Quizá la frase más poderosa de Lola Flores sobre el patriarcado . Aunque nunca pronunció esa palabra en su vida siempre demostró amar a los hombres con intensidad, pero amarse a ella misma mucho más .

3. "Rocío Jurado es una piedra dura de Chipiona que no se pué aguantá".

Otra de las leyendas urbanas que siempre rodearon a las folclóricas  es la mala relación que había entre ellas. Durante una gala de televisión en la que tanto Rocío Jurado como Lola Flores actuaban, la Faraona no dudó en abrazar a la 'más grande' y confesarle su admiración . ¿Quién dijo celos entre mujeres? Sororidad 1 - Envidia 0.

Además, años más tarde, Rocío Jurado diría de Lola que "es el arte, pero también el ser humano".

4. "Se puede hacer de todo en la vida. Te das una rayita un día y no pasa nada, te fumas un porro, no pasa nada, te puedes emborrachar un día de vino tinto... y no pasa nada".

Así de claro habló Lola Flores sobre el consumo de drogas  bajo la atenta mirada de Jesús Quintero en su programa de entrevistas. "... Y después, tres días tranquilos bebiendo agua mineral, comiéndote un puchero mú bueno, una pringá. Se goza de todo lo bueno que hay en la vida. Lo demás es la destrucción ", sentenciaba dejando claro que no había asunto polémico que no se atreviera a abordar y que la liberación femenina también consistía en eso.

5.

Después de confesar que se había " acostado con 80 hombres" e interrogada por un periodista al respecto, la cantante contestó con virtuosismo sobre los detalles de su historial íntimo. Y añadió: "Son 40 años de mi vida siendo mujer, a lo mejor a usted le hubiese encantado tener esa vida, pero no ha 'podío' porque no era Lola Flores ". Un 'zasca, en toda la boca', que dirían ahora los millennials.

6.

Casada desde los 32 años con el guitarrista Antonio González El Pescaílla, junto a él Lola Flores formó una familia numerosa de  tres hijos : Lolita, Rosarito y Antonio Flores. Aunque había sido educada en la fe cristiana, Lola siempre abogó por los diferentes tipos de familia y nunca se posicionó en contra del divorcio o de la maternidad en solitario : "No voy a misa los domingos, pero soy cristiana. Yo la fe la llevo dentro y sé lo que está bien y lo que está mal".

7.

Tras serle diagnosticado un cáncer de mama con 49 años (que provocaría su muerte 23 años más tarde), Lola Flores no dejó que ni su enfermedad ni el paso del tiempo afectaran a la imagen que España, y sus mujeres, tenían de ella. Siguió mostrándose fuerte y dejando claro que estaba envejeciendo con dignidad y sabiduría y sin dejar que la edad y sus efectos colaterales dictaran su vida.