Qué es el despido silencioso: 7 pistas para identificar si están a punto de echarte del trabajo

Una encuesta reciente de LinkedIn a 20.000 empleados descubrió que el 83% de ellos ha presenciado algún caso de despido silencioso . Más que una tendencia, estamos probablemente ante el ideal al que cualquier jefe aspira a la hora de renovar su equipo o deshacerse de algún trabajador . Y eso que los 'coach' de organizaciones, como la consultora estadounidense Team Building, indican que se trata de "una modalidad pasivo-agresiva de dirigir equipos" .

El Tribunal Superior de Justicia ordenó hace unos días readmitir a una trabajadora que había llegado ligeramente tarde a su puesto de trabajo 176 veces. ¿Por qué? Porque sus jefes jamás le advirtieron de que su conducta, que estaba siendo cuidadosamente monitorizada, podía traerle tal prejuicio. De hecho, estaban tramando un despido silencioso de manual . Como vemos, una maniobra así no solo es síntoma de mala fe, sino que también puede ser ilegal .

La pregunta es: ¿ podemos detectar las pistas que puedan indicarnos que podemos ser objetivo de un despido silencioso? Taxativamente, sí. Una de las señales que pueden indicar que estamos en la lista negra de nuestros empleadores es el endurecimiento de las reglas laborales , por ejemplo en lo que respecta al horario de entrada y salida. De hecho, cualquier movimiento hacia convertir el espacio laboral en algo incómodo, desagradable o estresante puede darnos la pista de que se busca nuestra salida. Mejor si es ‘motu proprio’.

Existen, sin embargo, indicadores más directos de un posible despido silencioso. Apunta:

- No te han subido el sueldo en los últimos dos años.

-Tu jefe no suele comunicarse contigo ni directa ni indirectamente.

-De hecho, has notado que evita interaccionar contigo o coincidir.

-En algunas reuniones  te han pedido que contestes a preguntas particularmente complicadas.

-Tus ideas son descartadas la gran mayoría de las veces.

- No cuentan contigo para el desarrollo de nuevos proyectos.

-Muchas veces no se acuerdan de invitarte a conferencias , actos sociales o reuniones.

Por suerte, tienes cierto margen de maniobra si te encuentras en esta situación. Eso sí: recuerda que estás ante un problema de gestión de equipos, o sea, que compete a la profesionalidad de tus jefes. Tienes la opción de hacérselo ver , mejor con delicadeza, pidiendo una reunión en la que hablar claramente sobre el asunto. Si la situación no tiene vuelta atrás, lo mejor es aceptar el despido pero no dejar de elevar el caso al departamento de Recursos Humanos. Que quede constancia de la extensión real de la incompetencia.