«A pesar de haber vivido situaciones nacionales e internacionales complicadas, la vida de Isabel II estuvo marcada por la lucha contra los escándalos familiares«, resume la historiadora María Pilar Queralt del Hierro, coordinadora del libro 'Isabel II. La reina de reinas' (Pinolia). Según la historiadora, Diana fue una decepción para la reina Isabel II por no saber mantener el decoro y la discreción que tan importante ha sido siempre para ella. La experta asegura, además, que hay que desmitificar a Lady Di, que ha contado desde entonces con el favor de la opinión pública frente a la imagen distante e infiel de su marido Carlos. «Era una persona simple, no muy cultivada», explica. La única faceta de Diana que Isabel II respetó fue su comportamiento como madre.
Precisamente, la dimensión de la reina como abuela es una de las novedades de la trama de la quinta temporada de 'The Crown' (en Netflix, a partir del 9 de noviembre), que explora su relación con su nieto Guillermo, el actual príncipe de Gales. De él y de su esposa Catalina era de quien estaba más orgullosa estaba la reina en sus últimos años, según la historiadora; al contrario que de su hermano Enrique, que eligió seguir con la herencia de la familia de hilar escándalos, y más distanciado que nunca de la familia desde su boda con Megan Markle.
La cuarta temporada de 'The Crown' terminó con Carlos y Diana rogando (sin éxito) a la reina Isabel II que les permitiera separarse. Pero los príncipes de Gales de la quinta temporada (Elizabeth Debicki y Dominic West en el nuevo elenco) no son los jóvenes obedientes de la anterior. En el periodo entre 1991 y 1997 que abarca la nueva temporada , la reina se enfrenta a un escándalo detrás de otro : desde la biografía de Diana escrita por Andrew Morton ('Diana, su verdadera historia') en la que desvelaba sus intentos de suicidio y su batalla contra la bulimia, hasta la famosa entrevista en televisión en la que pronunció una frase para la historia: «En mi matrimonio éramos tres». Carlos no se quedó atrás y confesó también en televisión su infidelidad, no antes de que se difundiera una conversación telefónica con Camila Parker Bowles tan escabrosa (el conocido como «tampongate») que el creador de 'The Crown', Peter Morgan, se ha atrevido a incluir.
Al divorcio de los príncipes de Gales se sumaron en esos años, para «horror» de la reina Isabel II, el del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, tras la publicación de las fotos de ella en 'topless' con otro hombre, y el de la única hija de la reina, la princesa Ana, que se volvió a casar con un asistente personal de la Casa Real. Como remate, un incendió asoló el castillo de Windsor causando daños por valor de 36,5 millones de libras.
Una relación distante y complicada
¿Y cómo fue la relación de Isabel II con su hijo Carlos, el actual rey de Inglaterra? «Muy complicada», afirma Mª Pilar Queralt. «Carlos siempre se ha quejado de que la reina lo trataba con frialdad. La reina no fue una madre al uso. Pero desde el momento en que autoriza su separación de Diana ha habido un acercamiento. Los últimos años han sido los mejores de la relación madre-hijo . Y fue gracias a Camila«.
En los años 70, Isabel II no permitió que la relación de su hijo con la representante de la baja aristocracia inglesa prosperara por su religión (católica) y sus pasadas relaciones sentimentales. Sin embargo, este año insistió en que la esposa de Carlos desde hace 17 años fuera considerada «reina consorte». Al aceptar finalmente a Camila como la mujer elegida por su hijo permitió que ambos cerraran esa brecha abierta en la infancia.
La actitud hermética de Camila frente a las críticas que suele recibir «la otra», su buena relación con los príncipes William y Harry , su trabajo filantrópico y la sintonía con Carlos, al que suaviza cuando este pierde los papeles a imagen y semejanza de su progenitor, el duque de Edimburgo , la han convertido en la nuera que la reina Isabel siempre ha querido tener .
'Isabel II. La reina de reinas' recopila artículos que exploran diferentes aspectos de la reina más longeva de Reino Unido (sus discursos, su relación con su marido, las finanzas reales, el espía comunista del palacio de Buckingham...). Este libro es uno de los últimos lanzamientos editoriales publicados tras su fallecimiento, como 'La reina', de Ana Polo Alonso (La esfera de los libros) e 'Isabel II. Vida de una reina 1926-2022', de Robert Hardman (Planeta). Este mes se unirá en las librerías la biografía escrita por Andrew Morton (Espasa).
'The Crown' es, según afirmaron su creadores cuando falleció Isabel II, «una carta de amor hacia la reina». Una reina que acercó la monarquía al público y también a los medios de comunicación, una cercanía que en ocasiones significó para la reina el mayor problema de su reinado.
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