NEW YORK, NY - MAY 02:  Elon Musk attends the 2022 Met Gala celebrating "In America: An Anthology of Fashion" at The Metropolitan Museum of Art  on May 2, 2022 in New York City.  (Photo by Raymond Hall/GC Images)/
NEW YORK, NY - MAY 02: Elon Musk attends the 2022 Met Gala celebrating "In America: An Anthology of Fashion" at The Metropolitan Museum of Art on May 2, 2022 in New York City. (Photo by Raymond Hall/GC Images)

Liderazgo

Twitter busca CEO: ¿podría Elon Musk elegir a una mujer?

Elon Musk ha sometido su continuidad como CEO de Twitter a encuesta pública. Y ha perdido. Ahora, busca un nuevo líder para la red social. De tratarse de una mujer, podría enfrentarse a lo que se conoce como un "acantilado de cristal". Es decir: un ascenso trampa para gobernar el caos.

El caos (y Elon Musk) siguen reinando en Twitter. Dos meses después de que el fundador de Tesla, PayPal y SpaceX tomara el mando de la red social después de desembolsar 44.000 millones de dólares, los problemas crecen. Después de haber despedido a 3.700 empleados (el 57% de ellos, por cierto, son mujeres, que ya planean acciones legales contra la compañía) y de que varios estudios apunten al crecimiento exponencial de los comentarios racistas y antisemitas en la plataforma, ahora lo que está sobre la mesa es el propio liderazgo de Musk . Pero también la misma supervivencia de Twitter.

Hace unos días, el magnate planteaba una encuesta global sobre su propia continuidad al frente de la compañía. "¿Debería dimitir como CEO de Twitter?" . También prometía que el resultado sería vinculante. Más de 17,5 millones de personas participaron en la consulta y el 57,5% de ellas votó que Musk debía abandonar el puesto. Horas después, él mismo confirmaba su salida. Aunque no será inmediata. " Dimitiré como CEO tan pronto como encuentre a alguien lo suficientemente iluso para aceptar el trabajo . Después de eso, me encargaré de gestionar los equipos de software y servidores".

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¿Quién sustituirá a Elon Musk?

Con sus tuits, Musk ha inaugurado la carrera de la sucesión mientras la rumorología (y las quinielas) se multiplican. Desde Jared Kushner ('yernísimo' de Donald Trump, con el que Musk compartió palco y confidencias durante la final del Mundial de Fútbol de Qatar) hasta Jack Dorsey, fundador de la red social. Otros nombres que suenan pertenecen al núcleo duro de Musk : desde el tecnócrata indio Sriram Krishnan al inverso tecnológico David Sacks. Pero, ¿ podría el nuevo CEO de Twitter ser una mujer ?

Podría. Al fin y al cabo, Musk confió en una mujer para liderar su proyecto más ambicioso: Gwynne Shotwell preside SpaceX desde 2008. Hay quien señala que Sarah Friar , ex jefa financiera de Square y actual CEO de Nextdoor, podría aspira al cargo. Otros apuntan a la ex número dos de Facebook Sheryl Sandberg , actualmente más concentrada en su misión filantrópica al frente de la fundación LeanIn, por lo que su regreso al sector 'tech' parece poco probable.

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El acantilado de cristal

Pero, ¿ sería una buena noticia ? Eso es bastante más cuestionable. Como apunta el profesor de laUniversity of Southern California Shaun Harper en la edición norteamericana de Forbes, si una mujer acepta el reto podría estar enfrentándose a lo que se conoce como "el acantilado de cristal" , un ascenso envenenado en mitad de una crisis empresarial de proporciones bíblicas y solución casi imposible.

"Tendría que dedicar la mayor parte de su tiempo a limpiar el desastre que dejó su predecesor ; ayudar a la empresa a recuperarse financiera, reputacional y culturalmente; y restablecer la confianza interna y externa en la supervivencia de la empresa a largo plazo. Es mucho lo que está en juego. Un fracaso podría causar un daño irreparable a su reputación y descalificarla para futuros puestos de CEO en otros lugares", escribe Harper.

Para el académico, las mujeres suelen tener menos oportunidades de liderar organizaciones saludables con un buen funcionamiento interno y, más o menudo, suelen ser elegidas para gestionar el escándalo, la catástrofe o, como en este caso, el caos. Además, su trabajo siempre se mide con más rigurosidad y siempre existe el riesgo de que sus fracasos pueden ser analizamos en clave sexista.

Para colmo, Musk se va, pero solo a medias . Ha explicado que se quedará gestionando los equipos técnicos de la compañía. Su presencia es casi una garantía de inestabilidad, pero quizá también una forma de bicefalia abocada al conflicto . Para saber qué decidirá finalmente (y quién le sustituirá), solo hay que esperar. Y estar atentos a su cuenta de Twitter.