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Los amantes de Zsa Zsa Gabor fueron más interesantes que sus maridos

La actriz húngara con nacionalidad estadounidense fallecía el pasado 18 de diciembre de un ataque al corazón.

La actriz junto a su octavo marido Frederic von Anhalt en 1986. / d. r.

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

Estaba a punto (en febrero) de cumplir el siglo, aunque su delicado estado de salud llevaba meses haciendo peligrar su vida. Zsa Zsa Gabor (Budapest, 1917), la última diva viva del Hollywood dorado, había sufrido un accidente de tráfico y la amputación de una pierna debido a una infección la tenía confinada en su habitación de la casa de Bel Air que compartía con su octavo marido, el príncipe alemán Frederick von Anhalt, con el que se casó en 1986. Sin embargo, su leyenda de mujer divertida y alegre continuaba intacta. “Debo de ser una buena ama de casa, porque cuando me divorcio, siempre me quedo con la casa”, escribió sobre sus frecuentes divorcios. Otra de sus perlas: “Nunca odié lo suficiente a un hombre como para devolverle sus diamantes".

Protagonista de "Moulin Rouge" (1952), "Lily" (1953) o "Sed de mal"(1958), por la que logró un Globo de Oro, su curriculum amoroso oficial es mucho más aburrido que el extraoficial, plagado de romances apasionados e incorrectos. Por algo se la considera la primera 'celebrity' de la historia, algo así como la Kardashian primigenia.

Zsa Zsa se casó en ocho ocasiones: cuando solo tenía 16 años, con el título de Miss Hungría en el bolsillo, con el diplomático turco Burham Belge. Siete años después, de visita en Estados Unidos por la boda de su hermana Eva, conoció a Conrad Hilton (bisabuelo de Paris Hilton), de 55 años, con el que pasó de nuevo por el altar y tuvo una hija, Francesca, fallecida en 2015. El matrimonio duró cuatro años, hasta que se casó con el actor George Sanders, con el que estuvo seis.

En 1964 contrajo matrimonio con el financiero Herbert Hunter, al que seguiría dos años más tarde el magnate del petróleo Joshua Cosden y, en 1975, Jack Ryan, creador de la muñeca "Barbie". Un año más tarde conseguía el divorcio de Ryan y se casaba con su abogado, Michael O'Hara. En 1983 tendría lugar su matrimonio más fugaz, con el mexicano Felipe de Alba, que duró tan sólo una semana y que acabó en anulación por bigamia (de ella).

Repasemos, sin embargo, sus amantes. La primera gran leyenda que se le atribuye a Zsa Zsa tiene que ver con su noche de bodas: una de sus autobiografías cuenta que, en realidad, no tuvo relaciones con Burham Belge, sino con el mítico presidente y padre de la Turquía moderna, Kemal Atatürk. Al instalarse en EEUU, enamoró a Charles Chaplin, justo antes de emparentar con los Hilton. Poco después se la relacionó con Nicky Hilton, hijo de su marido, rumores que precipitaron su divorcio de la familia hotelera.

Ya instalada definitivamente en Hollywood, se relacionó con Sean Connery, del que escribió que tenía "una piel de terciopelo"; Richard Burton, más tarde marido de su gran amiga Elizabeth Taylor, y Frank Sinatra. Gabor confesó que le odiaba, pero que se acostó con él solo para que moviera su coche, que estaba bloqueando el de la actriz a la salida de un restaurante. Más nombres insignes que visitaron su cama: el millonario Paul Getty, el magnate Howard Hughes, el presidente John F. Kennedy, el hijo del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, Ramfis, o el depuesto rey de Egipto Farouk.

Sin embargo, su romance más sonado fue el que protagonizó con el playboy Porfirio Rubirosa, por entonces casado con la millonaria Doris Duke. El legendario macho alfa dominicano, probablemente el it boy más demandado por las ricas y famosas en los años 50 y 60, se divorció de Duke esperando que Zsa Zsa hiciera lo propio con Sanders, pero al negarse ella, se casó con la heredera Barbara Hutton. El matrimonio solo duró 72 dias, porque Rubirosa volvió a los brazos de la Gabor, mientras que su marido se vengaba con la abandonaba Doris Duke. Más que un triángulo, un enredo en toda regla.

Queda, por encima de todos sus vaivenes amorosos, el sentido del humor y descaro de Zsa Zsa Gabor, síntoma de una inteligencia vivaz e irónica que siempre quedó eclipsada por su belleza. Sus tres libros, “How to Catch a Man, How to Keep a Man, How to Get Rid of a Man”. (“Cómo conseguir un hombre, cómo mantener un hombre, cómo librarse de un hombre”), “Zsa Zsa Gabor. My Story” y “One Life Is Not Enough”(“Una vida no es suficiente”), están llenos de ejemplos de su ingenio. Por ejemplo, como resumen de su larga carrera matrimonial escribió: "Un hombre enamorado está incompleto hasta que está casado; entonces está acabado". El pasado 18 de diciembre murió, lamentablemente, de un ataque al corazón.