El príncipe Hisahito, en su primera rueda de prensa. /
El pasado 6 de septiembre, el príncipe Hisahito , sobrino del emperador Naruhito y segundo en la línea sucesoria al Trono del Crisantemo, cumplía 18 años. Un hecho que no era baladí, ya que se convertía así en el primer miembro varón de la familia imperial japonesa que alcanzaba la edad adulta en las últimas cuatro décadas. Esto supuso un avance significativo para una familia que ha reinado durante más de un milenio, pero que se enfrenta a los mismos problemas existenciales que el resto de la nación: el rápido envejecimiento y la disminución de la población.
El único hijo del príncipe heredero Akishino , de 58 años, y de la princesa heredera Kiko, de 57, ha dado ahora su primer gran paso adelante para asumir sus nuevas labores dentro de la corte imperial, celebrando su primera rueda de prensa. En ella dijo a los periodistas que intentaría compaginar sus obligaciones oficiales con sus estudios universitarios y sus investigaciones sobre las libélulas.
El príncipe es el más joven de los 16 miembros de la familia imperial adulta y uno de los cinco únicos hombres, incluido el antiguo emperador Akihito. Durante la entrevista ante los medios, aseguró que apenas tuvo tiempo de celebrar su mayoría de edad, ya que todavía está terminando el bachillerato.
En declaraciones a la prensa desde en un salón de la Residencia Imperial de Tokio, el príncipe Hisahito dijo que cree que el papel del emperador como figura simbólica es el de alguien que «siempre piensa en el pueblo y se mantiene cerca de él». Algo intimidado por los micrófonos y las cámaras, añadía que se sentía «nervioso hablando con ustedes».
Entre los temas tratados en la conferencia de prensa estuvieron su pasión por la botánica y la entomología. El joven, que a partir de abril va a estudiar Ciencias Naturales en la Universidad de Tsukuba, a sesenta kilómetros de Tokio, anunció su intención de cursar estudios en el futuro en el extranjero, y compartió su preocupación por el cambio climático «y su impacto en la vida de las personas».
El príncipe Hisahito responde a las preguntas de los medios. /
Además de investigar libélulas y otros insectos, Hisahito dijo a los periodistas que también le interesa estudiar formas de proteger las poblaciones de insectos en zonas urbanas. También le interesa cultivar tomates y arroz en el recinto del palacio. Dado que la realeza japonesa debe mantenerse alejada de la política, los miembros de la familia imperial suelen estudiar biología, literatura y arte. La especialidad de Naruhito es el transporte acuático, mientras que su padre, el emperador emérito Akihito, que abdicó en 2019, investiga sobre peces. El príncipe heredero Akishino, por su parte, es experto en pollos.
El futuro emperador confesó también que «aún no he pensado en el matrimonio ni en la pareja ideal», añadiendo que está «decidido a cumplir mi papel». Aunque aún no ha alcanzado la mayoría de edad según los ritos imperiales del Kakan-no-Gi, el príncipe ya se ha lanzado a la escena oficial.
La Ley de la Casa Imperial de 1947, que preserva en gran medida los valores familiares conservadores de antes de la Segunda Guerra Mundial, solo permite que un varón acceda al trono nipón. Las mujeres miembros de la realeza que se casan con plebeyos pierden su estatus real.
La prima mayor de Hisahito, la princesa Aiko , la única hija de Naruhito y su esposa Masako y diplomática educada en Harvard, es considerada la favorita de sus compatriotas, aunque los estatutos de su país le impiden por ahora convertirse en emperatriz, a pesar de estar en línea directa de descendencia.
El gobierno conservador de Japón quiere mantener la sucesión real exclusivamente masculina, sin depender de las mujeres, aunque está buscando la forma de permitir que ellas, al menos, conserven el estatus real si se casan con plebeyos y puedan desempeñar funciones reales.