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Cuanto más se acerca a un dibujo animado, mejor nos cae la por otro lado detestada Kim Kardashian. Aunque la mayoría de las veces se toma demasiado en serio a sí misma (cómo no hacerlo, si se ha convertido en millonaria gracias a profesionalizar un asunto tan frívolo como el de hacerse 'selfies'), esta vez se ha superado al convertir su bombástico trasero, el más neumático que vio jamás el 'social media', en un flotador. Toma broma.
El flotador con forma de culo de Kim Kardashian /
La minicolchoneta, graciosamente formada por dos enormes carrillos color carne culminados en un tanga negro, forma parte del 'merchandise' que Kim Kardashian vende a través de su línea Kimoji. La idea es genial: ¿qué mejor que dos buenos montones de silicona para flotar bien a gusto en la piscina? El flotador de marras no se vende hasta junio, pero ya se puede reservar en la web. Ahí es donde surge su única contraindicación: el precio.
Seguramente, el equipo de ventas de Kim Kardashian sabe como nadie cuándo una idea genial se ha transformado en un producto irresistible. No se explica de otra manera que el flotador de marras, graciosísimo y tronchante, sí, pero flotador al fin y al cabo, cueste 98 dólares la unidad. Puede que Kim Kardashian sepa reírse de sí misma, pero lo vende caro, caro.
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