Como el viento leve que la nombra, Brisa Fenoy (Algeciras, 1991) discurre ligera y suave, a bordo de una de esas bellezas que lo eclipsan todo. Solo si superas la dulce fachada ves bullir a la Brisa de verdad: una mujer de voluntad firme, sentimientos inteligentes y un plan para cambiar el mundo urdido ya en la adolescencia, cuando aún cantaba pop en inglés.
Su belleza de cuento de hadas podría haberla llevado a infinidad de lugares dentro de la música, pero ella eligió lo más inaccesible: la composición y la producción. Entró en Operación Triunfo 2017 como coautora de Lo malo, el reguetón feminista que Aitana y Ana Guerra convirtieron en hit y el 8 de marzo en himno. Pero este triunfo no la separó un centímetro de su plan original. Lo mismo compone para Eurovisión 2018 que colabora con Top Manta, la firma de ropa del Sindicato de Vendedores Ambulantes de Barcelona, con los que proyecta nuevas incursiones en la moda. Además, el corto sobre la dura realidad de los migrantes que acompaña a su canción Jericó está en camino de convertirse en largometraje. Todo sin respaldo de la industria. Por puro empeño personal.
Mujerhoy Su madre es una escritora e investigadora especializada en exclusión y migración y su padre, sindicalista. ¿Cómo se tomaron su vocación de artista? Brisa Fenoy Nunca les gustó, aunque ahora están orgullosos. De pequeñita les decía que quería ir a la tele, a Lluvia de estrellas, pero eso no iba con ellos para nada. No les convencía ni el mundo de la televisión, ni el de los mánagers ni el de las discográficas. Mi madre siempre me decía que tenía que leer más para generar ideas y no hacerle tanto caso al móvil y a YouTube. Pero a mí no me gustaba el colegio. Empecé a componer a los 12 años y a los 14 un músico amigo de mi padre me ayudó a montar mi primer estudio. Pero sí, mis padres querían que estudiara y, de hecho, empecé Psicología.
Mujerhoy O sea, que de alguna manera fue una decepción... Brisa Fenoy En cierto modo (sonríe), sobre todo cuando dejé la carrera para dedicarme a la moda. Me descubrió un fotógrafo que por entonces estaba empezando, Fernando Gómez, en una cafetería de Sevilla. Me hizo unas fotos, pero yo no quería ser modelo. Poco después se trasladó a Barcelona y me contó que, cuando enseñaba su book, las agencias le preguntaban mucho por mí. Me dijo que como modelo podía trabajar tres o cuatro meses y dedicarme a lo que quisiera el resto del año y eso me convenció, porque así podría pagarme mis estudios de música.
Mujerhoy ¿Cómo fue la experiencia? Brisa Fenoy Fue bien porque gané dinero. Pero muchas veces me preguntaba qué hacía ahí... Aguantaba porque tenía un objetivo. Pero la vida de modelo es extremadamente solitaria: estaba sola en una cafetería, sola en el hotel, sola todo el rato. Las otras modelos, además, tenían otros intereses... Me sentí muy incomprendida.
Mujerhoy ¿No había compañerismo? Brisa Fenoy No, más bien individualismo. Eran chicas muy jóvenes, y a menudo sin demasiada formación cultural. No hablaban de nada y les interesaba, sobre todo, el dinero. Muchas de las que habían triunfado estaban casadas con hombres mayores y ricos. Otras vivían en apartamentos de modelos, con 10 camas por habitación y sin intimidad alguna. Vives cosas muy duras en esos pisos, porque algunas chicas son bulímicas y vomitan por las noches. Además, las condiciones de trabajo son un abuso: en París, un 75% de lo que ganábamos se lo quedaban terceros.
Mujerhoy ¿Y cómo es el trabajo en sí? Brisa Fenoy Pues llegas a un casting y te encuentras a otras 20 chicas exactamente como tú: altas, rubias y de ojos azules. Enseñas tu book, te ven en ropa interior, te miden... Pero te das perfecta cuenta de que no tienes nada que ofrecer. Éramos todas iguales, clónicas. Parecíamos ganado. Era muy feo. Entonces no tenía la conciencia feminista de hoy, pero me compré una cámara y lo grabé todo. No tanto para hacer una denuncia sino para documentarlo. Seguramente, en algún momento haré algo con ese material.
Mujerhoy ¿Cómo consiguió entrar en la industria musical? Brisa Fenoy En la Junta de Andalucía buscaban a una modelo que supiera cantar para grabar un anuncio de la Oficina de Turismo y surgió mi nombre: en los castings y en las agencias siempre decía que no era modelo, que mi sueño era la música. El anuncio se pasó mucho en televisión y en la radio y fue un punto de inflexión en mi carrera, porque las discográficas vinieron a por mí. Me veían como el producto perfecto, pero yo aproveché y les di mis maquetas. Ya tenía claro que quería estar en el mainstream, pero con contenido.
Mujerhoy ¿Qué es "contenido" para usted? Brisa Fenoy Yo estoy aquí como una especie de militante. He venido para mandar unos mensajes, esa es mi principal herramienta. Empecé Psicología porque creía que así podría cambiar el mundo, pero me he dado cuenta solo puedo cambiar algo utilizando mi don. Si la vida me ha dado estos dones, debería usarlos para algo significativo y que marque una diferencia. Cada uno debería donar su talento a los demás para mostrar otros mundos posibles e intentar cambiar lo que no funciona.
Mujerhoy ¿Qué pasó con esas canciones? Brisa Fenoy Ya entonces, en 2013, eran canciones de pop con influencias latinas, pero estaban en inglés y las querían en español. Hablamos de un momento en el que todavía no había explotado la escena... Aquellas canciones nunca salieron, pero hoy pegarían muchísimo. Las tenía que haber colgado en internet, pero los productores decían que era una locura, que sin las discográficas no llegarían a nada. Y les hice caso.
Mujerhoy Y llegó Lo malo Brisa Fenoy Sí, fue de un día para otro. Me llamaron de Universal y me dijeron: "Mañana a las tres tenemos que tener esta canción, ¿la haces?". Después de leer la letra, les dije que no podía limitarme a traducirla y me permitieron hacerla mía totalmente. La terminé en cuestión de horas. Fue una canción que surgió de la nada y que, de repente, gustó muchísimo.
Mujerhoy ¿Le sorprendió el éxito? Brisa Fenoy Sí, sin ninguna duda, porque yo estaba convencida de que, sin dinero de por medio, las canciones nunca conseguían llegar hasta la gente. Pero el público me ha demostrado que cuando hay verdad, la música acaba por imponerse. Ha sido la gente la que acogió Lo malo u otras canciones mías como Ella o Jericó. Supieron diferenciar que lo que estoy diciendo no es un discurso aprendido, y creo que por eso funciona.
Mujerhoy Ni seguía Operación Triunfo ni sabía de su influencia... Brisa Fenoy La verdad es que no veía el programa ni imaginaba que tuviera tanta repercusión. Escribí lo que creía que había que escribir para dos chavalas que iban a estar en el prime time de la televisión. Pero le estoy muy agradecida al programa porque me ha puesto en el mapa como compositora, que es lo que yo soy. Lo que me hace más feliz, lo que más me gusta del mundo, es escribir acerca de lo que veo.
Mujerhoy ¿Cómo se lleva con los artistas de su misma escena, del reguetón y lo latino? Brisa Fenoy Con otros artistas de este género musical no tengo contacto, la verdad. Creo que tenemos valores diferentes. Cuando he coincidido con ellos en alguna ocasión no noto buen feeling ni ganas de nada conmigo. No sé si es porque me ven como una especie de competidor femenino que parece masculino o porque hablo de algo opuesto a lo que hacen ellos... Quizá, si yo fuera la típica chica que va con el chico rapero habría más conexión.
Mujerhoy ¿Dónde encuentra apoyo? Brisa Fenoy En artistas que creen en mis mismos ideales: La Mala, Beatriz Luengo, Nawja Nimri, Javiera Mena, Langui, Macaco... Artistas que me valoran y con los que sí existe feeling, eso es guay.
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