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Isabel Allende: "El amor a los 76 es como a los 18, pero con más urgencia"

Con la muerte de sus padres aún reciente, huye del duelo con dos antídotos: el amor y la literatura. “Para mí, la vida que no se escribe es vida perdida”, dice, y no está dispuesta a que el tiempo la consuma.

La escritora Isabel Allende. / d.r.

Isabel Navarro
Isabel Navarro

La escritora chilena responde a las preguntas como escribe. Parsimoniosa, musical y emocionante. Contar historias es su forma de estar en el mundo y lo hace con un deleite oral y una sensualidad que lleva practicando con devoción desde que a los 38 años le escribió una larga carta de amor a su abuelo que se acabó convirtiendo en La casa de los espíritus. Quería decirle: “Me acuerdo”. Desde entonces, esa casa ha crecido en espectros, personajes y vida, enramando deseos y viajes, utopías, romances y pérdidas, con mujeres que actúan como pararrayos de la desventura. Mujeres vestales, y un poco también cenicientas, con las que fabula en contextos históricos que han sacudido al continente americano. Esa es la fórmula que la ha convertido en la escritora viva más leída del mundo en español. Y sigue.

Isabel Allende habita en la escritura, pero también es la matriarca de un clan, y las servidumbres de esa doble faz la llevan estos días por el dique seco de la creación. Y le pesa. Cuando está inmersa en un proyecto puede dedicarle de ocho a 10 horas al día. Y ahora no. En septiembre falleció su madre, Francisca Llora Barros, con 98 años; tres meses después el tío Ramón, su padrastro. Así que empezó, como siempre, una nueva novela el 8 de enero, “pero no pude seguir porque ha pasado de todo. Ha pasado la muerte y además he tenido que ir a Chile varias veces y ahora voy a tener que ir de nuevo a echar las cenizas de mis padres en el mar, como ellos me pidieron. Hay que deshacer el apartamento donde ellos vivieron 30 años; todas sus cosas hay que repartirlas, ha sido complicado, y además hay muchos proyectos que están en el aire, de miniseries y de cine, que me obligan a leer guiones y contratos. Así que estoy dispersa, no estoy en mí... Echo terriblemente de menos a mi madre”.

Isabel Allende a finales de los 70, cuando vivía en Venezuela y trabajaba para la ONU: en esa época escribió La casa de los espíritus. / d.r.

  • Mujerhoy ¿Es cierto que le escribía una carta cada día? Isabel Allende Sí, vivíamos pendientes la una de la otra. Ahora en la mañana saludo su fotografía. Todavía me da una tremenda pena que ya no esté. Me cuesta asumir que se ha ido.

  • Mujerhoy ¿Y le sigue escribiendo a veces? Isabel Allende De vez en cuando, cuando pasan cosas. Pero ya no todos los días. Las cartas que le escribí han sido para mí un diario de vida. Tengo archivadas todas las que ellas me mandó y las que yo le mandé. Si quiero saber qué pasó en julio de 1987, me voy a la caja de cartas y busco esa fecha. Gracias a lo que le escribí a mi madre ese momento no se perdió. Para mí, la vida vivida sin escribirla es vida perdida porque se me olvida todo.

  • Mujerhoy Parece que su madre fue un gran amor Isabel Allende Lo fue. Pero nos ayudó mucho a tener una relación tan especial el hecho de que vivimos siempre separadas. Así que no peleábamos por pequeñeces, no teníamos sentimientos mezquinos ni nos irritábamos mutuamente porque no estábamos juntas. En realidad, la nuestra fue una relación poética, epistolar y sentimental.

  • Mujerhoy ¿Y tuvo una muerte muy dura? Isabel Allende No, muy fácil. En seis días tuvo un ataque, luego convulsiones y se apagó. Pero incluso en esos días tuvo momentos de gran lucidez. Me preguntaba: “¿Me estoy muriendo mihijita?”. Yo le decía que sí y le preguntaba si tenía miedo, pero contestaba. “No, estoy contenta, lo que tengo es curiosidad”. Compartimos muchos momentos así los últimos días, y nunca tuvo angustia ni tristeza. Tampoco dolor. Fue muy fácil. En cambio con mi padre fueron tres meses atroces.

  • Mujerhoy ¿Quién murió primero? Isabel Allende Ella. Él tenía 102 años y ya llevaba tiempo con demencia, pero duró más. Cuando le explicábamos que mi mamá estaba en el cielo descansando, teníamos diálogos muy cómicos. “Pero cómo va a estar descansando en el cielo si la acabo de ver pasar a la cocina”. En el funeral lloraba y lloraba y decía: “Yo me tenía que haber muerto primero, pero tranquila que no me voy a volver a casar”. Y yo le decía: “¿Pero papá, quién se va a querer casar contigo con 102 años cumplidos y ni un peso en el banco? Y él me decía: “Mira, tengo una lista de todas las que quieren casarse conmigo”. Era una comedia.

  • Mujerhoy Hay un personaje en su última novela, Largo pétalo de mar, Ofelia, que dice que los sueños son proféticos. ¿Usted también lo cree? Isabel Allende Yo creo que los sueños son reveladores más que proféticos. En realidad, todos acumulamos información de lo que que vemos, oímos, sentimos y vivimos. Y toda esa información va entrando en una guardadera donde se queda oculta. Yo creo que a veces en los sueños emergen estas cosas que una no sabe que sabe. Antes escribía los sueños, tenía siempre una libreta de notas en el velador y así me di cuenta de que había historias e imágenes recurrentes.

  • Mujerhoy ¿Y con qué sueña Isabel Allende? Si se puede saber... Isabel Allende Con muchas cosas; por ejemplo, sueño que estoy perdida en una ciudad desconocida y con los carteles en un lenguaje que no conozco, en cirílico, o en algún alfabeto desconocido. No tengo documentos, no tengo dinero, no tengo amigos. Ese es un sueño recurrente.

  • Mujerhoy ¿Tendrá eso que ver con su situación de exiliada o de inmigrante? Isabel Allende Tiene que ver con estar desvalida. Pero reconozco que también muchas veces me siento así cuando no estoy escribiendo. Ahora no escribo porque tengo demasiado trabajo en otras cosas. Tengo un libro pendiente, y eso que está esperando a la sombra me hace sentir que estoy viviendo sin un propósito. Cuando no tengo un proyecto claro, me siento un poco perdida. Y a veces creo que el sueño tiene más que ver con eso que con ser una exiliada, porque ya no lo soy. O sea, físicamente, yo tengo un lugar, tengo raíces y tengo seguridad. ¿Por qué voy a tener ese sueño?

La relación con mi madre fue epistolar y sentimental. Le escribía una carta cada día".

  • Mujerhoy Tal vez porque ya no tiene madre... Isabel Allende Claro... puede ser.

  • Mujerhoy Decía en una entrevista que después de la muerte de su hija Paula se pasó tres años haciendo ritos inútiles. ¿Qué tipo de ritos? Isabel Allende Toda clase de ritos para tratar de comunicarme con ella. Echamos las cenizas de Paula en un bosque por aquí cerca y solía ir allí a meditar y a tener conversaciones con ella; llevaba picnic para compartirlo con ella... Hacía cosas locas, la verdad. Encendía incienso, me rodeaba de las fotografías, de las cartas, de recuerdos... Muchas cosas que ayudan en el duelo, pero que llega un momento en que dejas de hacer porque tienes que aceptar que se fue, que no va a volver, y que ya no hay forma de comunicarte con tu hija que no sea a través del amor y de la memoria.

  • Mujerhoy ¿Y ahora tiene ritos para tratar de comunicarse con su madre? Isabel Allende No, porque es muy diferente perder a la mamá, que tiene 98 años, que perder a una hija que tiene 28. Una no puede imaginar que va a sobrevivir a la muerte de un hijo, sin embargo se sobrevive.

  • Mujerhoy Se sobrevive, se ama e incluso se es feliz. Isabel Allende Claro, porque la fuerza de la vida es tremenda. A mí me salvó mucho en ese momento que estaban naciendo mis nietos. Andrea nació unos días después de que trajera a Paula de España; y justo después de la muerte, llegó Nicole. Y ocuparse de los niños, que necesitan tanto, llena tu cabeza y tu corazón. Porque vivíamos todos juntos, estábamos en la misma casa y eran una transfusión de vida constante.

  • Mujerhoy En su última entrevista con Mujerhoy, hace tres años, nos contó que tras su divorcio se había vuelo a enamorar. ¿Sigue? Isabel Allende ¡Claro! De hecho, me voy a casar. Hace como tres días que le propuse matrimonio a mi pololo, que es como decimos en Chile al novio, y me dijo que sí. Él me había pedido que nos casáramos muchas veces, y yo lo había estado postergando, echándole la broma... Porque él ha estado casado dos veces antes. Pero mira, a los 76 años no tengo nada que perder y para él es importante. Así que, por qué no. Imagínate, a mi edad.

  • Mujerhoy ¿Cómo es el amor a los 76? Isabel Allende Exactamente igual que a los 18, pero con sensación de urgencia. ¿Cuántos años me quedan de estar sana, con energía y lúcida? ¿Cuántos años me quedan sin demencia y sin dependencia? Muy pocos más. Pues esos años hay que aprovecharlos y no hay tiempo para pequeñeces. Ni para celos ni para rabietas ni para molestarase por cosas pequeñas. Lo importante es el amor y vamos a tratar de salvarlo de toda la mugre cotidiana.

  • Mujerhoy ¿Siguen teniendo un noviazgo a distancia? Isabel Allende No, hace 15 meses él vendió su casa con todo lo que tenía dentro, dejó la costa Este y se vino a vivir conmigo a California con dos bicicletas y una maleta. Yo tengo una casa minúscula con una sola habitación, pequeña pero con una linda vista a la laguna. Cuando llegó Roger temía que ocupase un espacio tremendo –como sucede a veces con los hombres, que se expanden–, pero estamos muy bien y no tenemos intención de cambiarnos a una casa más grande.

Con sus hijos Nicolás (1967) y Paula (1963), que falleció con 28 años y a la que dedicó un emotivo libro. / d.r.

  • Mujerhoy ¿Y la sexualidad también es igual a los 76? Isabel Allende La energía es menor, por supuesto, pero el cariño y el placer son exactamente lo mismo.

  • Mujerhoy En Largo pétalo del mar, situada en la Guerra Civil española, hace un homenaje a Pablo Neruda, tanto en el título y las citas como al situarlo como personaje clave para lograr que 2.000 exiliados republicanos llegaran a Chile en un barco, el Winnipeg. Sin embargo, en su país hay un agrio debate en torno a la figura del poeta y se le acusa de violador y de haber abandonado a su hija discapacitada. ¿Qué opina de esas críticas? Isabel Allende Yo creo que Neruda era un hombre con muchas fallas, un hombre que cometió grandes errores en su vida y además lo hizo de manera pública. Pero no se puede juzgar la obra por la persona. Qué sabemos nosotros de la vida personal de Víctor Hugo o de Dickens o de cualquiera de los autores famosos de hoy; qué sabemos de las equivocaciones que están cometiendo en su vida personal y por qué va a invalidar eso su obra. Neruda cometió grandes errores en su intimidad, pero salvó la vida de toda esa gente. Y una cosa no quita la otra. La idea de traer a Chile a los refugiados se le ocurrió a él y logró hacerlo pese a tener a la iglesia católica y a los conservadores totalmente en contra. Él consiguió el dinero y el barco, y siempre supo que ningún poema podría compararse jamás al impacto del Winnipeg en la vida de tantas personas. Además, no puedes aplicar los sentimientos y las ideas de hoy a todo lo que sucedió en el pasado. Mira, si yo escribiera La casa de los espíritus hoy, y no hace 35 años, tendría que quitar un montón de cosas porque ahora son políticamente incorrectas. Y dentro de 50 años volverá a suceder lo mismo. Estoy segura de que muchas de nuestras palabras de hoy van a ser inaceptables mañana.

  • Mujerhoy ¿Cómo se siente con el movimiento #Me too? ¿Cómo lo valora? Isabel Allende Me parece muy importante y no me importa que a veces llegue al extremo. Cuando hay una ola como esta, avasalla con todo, pero el efecto, queda; no importan los excesos cometidos hoy porque se avanza y cada avance queda.

  • Mujerhoy Usted también tuvo un intento de abuso Isabel Allende A mí me pasó a los 17 años, cuando empecé a trabajar, pero en aquella época casi te lo esperabas. Hoy día armaría un escándalo, pero entonces ni se me habría ocurrido.

A mi edad no hay tiempo que perder. Lo importante es el amor y salvarlo de toda la mugre cotidiana"

  • Mujerhoy ¿Fue en la época en que trabajó en Paula, la revista femenina pionera Chile y en Latinoamérica? Isabel Allende ¡No! En Paula lo pasé fantástico y fue una época maravillosa.La primera revista salió en el 67 y yo participé desde el primer número hasta el año 73, cuando llegó Pinochet y nos echaron a todas. Fue un tiempo increíble, esa sensación de que una pertenece a una comunidad, a una generación, a un país. Tenía una sensación de libertad y de energía bohemia...

  • Mujerhoy ¿En qué cree que ha cambiado de esa periodista intrépida y bohemia a hoy? ¿En qué es distinta y en qué es igual? Isabel Allende Entonces era joven, estaba casada con un hombre al que quería mucho, tenía dos niños que me llenaban completamente la vida, estaba descubriendo el mundo y salía a la vida con gran inocencia y sensación de invulnerabilidad. No tenía miedo de nada. Me acuerdo de que mi mamá, cuando me dio con el feminismo, me decía: “Trate de ser más discreta, mihijita, porque diciendo todo eso usted va a recibir mucha agresión y le va a ir muy mal. Todo se puede hacer en esta vida, pero con discreción”. Y yo le decía: “Pero mamá, si hiciésemos el feminismo con discrecion no llegábamos a ninguna parte. Se trata de hacer el feminismo con escándalo [Risas]”. Esa sensación de invulnerabilidad se me acabó después del golpe militar. El otro golpe que me cambió, el peor de mi vida, claro, fue la agonía y la muerte de mi hija. Ahí, a mis 50 años, maduré y cambié... Sigo apoyando las mismas causas y en mi forma de sentir sigo siendo la misma, pero soy menos alborotada, pienso las cosas mejor y, desde luego, ya no me siento invulnerable para nada.

  • Mujerhoy ¿Le afectan las malas críticas? Isabel Allende No las leo. Ni las buenas ni las malas. Qué saco con leerlas, si ya está escrito. A mí qué más me da, si lo que dicen de mí no me ha quitado jamás un lector.

  • Mujerhoy “Si nos alimentáramos solo con frutos silvestres y copuláramos con la inocencia de los conejos, nos ahorarríamos mucha literatura”. ¿Ahorrarse literatura sería un drama o una bendición? Isabel Allende Qué sé yo. Lo escribí hace un millón de años. La gente me cita y espera que sea consecuente con lo que dije y yo no tengo idea. Además invento y miento mucho, la verdad. Imagina lo difícil que es tener que ser consecuente con el pasado.