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Por qué esta serie española de época sobre damas de compañía arrasa en el top cinco mudial de Netflix: «Elena no es buena del todo»

Gema R. Neira, guionista y creadora de la serie, nos cuenta más sobre la figura de la carabina de Manual para señoritas, la ficción española que se ha convertido en un éxito imparable de Netflix en todo el mundo.

La figura de la carabina en Manual para señoritas, el Bridgerton español. / NETFLIX

Juan Martín
Juan Martín

La espera fue larga, pero mereció la pena, porque Manual para señoritas se ha convertido en una de las grandes sorpresas de Netflix en este año, alcanzando el top 5 mundial de las series más vistas y un éxito imparable en tan solo una semana. Una puesta en escena radiante y diferente, un reparto de lujo y una trama de romance y mucho humor son los principales argumentos que tiene la producción para conquistar al público con una propuesta divertida y que se hace disfrutar.

Más allá de la dirección artística o el vestuario, lo más interesante de la producción (que recuerda mucho a la popular Los Bridgerton ) es el enfoque atrevido y gamberro de esta comedia romántica del siglo XIX y la interesante e histórica figura que rescatan Gema Neira y María José Rustarazo, creadoras de la ficción.

Hablamos, por supuesto, de las carabinas, esas jóvenes que acompañaban a las señoritas cuando las estaban cortejando y cuyo cometido no era otro que ayudarlas a encontrar al mejor pretendiente. En la serie encontramos una visión mucho más actual sobre estas damas de compañía y que nos da pie a conocer un mundo de secretos y amoríos de lo más rico y entrañable.

Cómo son las damas de compañía en Manual para señoritas

Nos cuenta Gema Neira que la novedad de Manual para señoritas reside en cómo juega con el espectador girando la cámara y poniendo en el foco a una carabina. Su figura ya ha sido representada en numerosas películas y series a lo largo del tiempo, pero siempre desde una perspectiva secundaria y nunca siendo el centro de atención. Un acierto que ofrece un prisma totalmente diferente a una historia de amor clásica en la que somos testigos de cómo es ahora la celestina la que puede acabar enamorándose.

Una premisa del todo rompedora y que sirve para reivindicar a estas damas de compañía, un personaje histórico que, según nos explica Gema, encontraron buscando documentación para otro proyecto de época que tenían en mente y que acabó transformándose en Manual para señoritas. Una investigación que les llevó a descubrir el apasionante universo de las carabinas, chicas jóvenes y del mismo universo social que las señoritas a las que aconsejaban, que solían viajar y trabajar en grupo, fomentando la camaradería al mismo tiempo que también surgían roces que llevaban a la rivalidad y la enemistad.

La figura de la carabina en Manual para señoritas. / netflix

Eso sí, estos trabajos no estaban remunerados y dependían de las familias para las que trabajaban viviendo en sus domicilios. Por lo que nos relata Gema, «estas chicas habían gozado de buena educación y tenían clase, pero que, por azares del destino, desempeñaban este cometido porque provenían de familias que habían perdido prestigio o sus padres se habían arruinado». Algo que se puede apreciar claramente en la figura de Elena Bianda, el papel interpretado por Nadia de Santiago.

Elena Bianda, la mejor carabina en la serie de Netflix

Gema nos cuenta que el desarrollo del personaje se realizó teniendo a Nadia de Santiago en mente, a la que ya conocía de sobra de los años que compartieron en Las chicas del cable. « Elena es inteligente, dulce y divertida, pero no es del todo buena», por lo que las creadoras buscaban esa dualidad que ofrece la actriz española, con ese doble juego de mirar a cámara para buscar la complicidad del público mientras actúa y la vemos hacer cosas malas que le perdonamos.

Elena trabaja con un objetivo en mente que la diferencia del resto de sus compañeras de profesión, y es que ella busca que las señoritas a las que aconseja se enamoren de verdad. Para ella, el dinero o el poder pasan a un segundo plano, pero eso no quiere decir que todo lo que haga sea sincero y bueno. Algo que confirma la propia Gema durante la entrevista, describiendo a Elena como una buscavidas que ha salido de la jaula de oro en la que vivían muchas mujeres de la época y hace cosas que rompen con la dinámica asignada al género en ese momento, siendo muy pilla y valiéndose de sí misma.

Un conjunto de aptitudes que le valen para ser considerada la mejor carabina de Madrid y que le abren las puertas de la casa de la familia Mendía, en la que vive Don Pedro (Tristán Ulloa), un padre viudo incapaz de controlar a sus tres hijas, que, gracias a Dios, son menos señoritas de lo que nos pensamos.

El planteamiento supone una ruptura con lo clásico que Gema nos cuenta que tenían clara desde el primer momento, con un desarrollo de personajes más actualizado que nos muestra a unas chicas jóvenes, Cristina (Isa Montalbán), Sara (Zoe Bonafonte) y Carlota (Iratxe Emparan), que quieren vivir y disfrutar, y a un padre distante que nunca ha ejercido como tal, reconectando con sus hijas.

Una escena de la serie Manual para señoritas. / netflix

Además, a todo este enredo habría que sumarle un nudo más, que no es otro que Santiago (Álvaro Mel), que guarda sentimientos hacia Cristina, pero que lo pone todo patas arriba desde el momento en que se cruza con la carabina. Un encuentro que lo cambia todo y provoca que Elena se cuestione todo lo que cree saber sobre el amor, siendo consciente de que puede tratarse del mayor error de toda su carrera como celestina.

Manual para señoritas, una propuesta rompedora

Gema también nos explica el reto que supuso trasladar la idea que María José y ella tenían sobre la serie y el enfoque innovador que querían darle, para lo que fue clave Carlos Sedes, el director de la ficción. El trabajo duro dio sus frutos con una tonalidad que da un giro de 180 grados con lo que uno tendría en mente sobre el siglo XIX, con una música más atrevida y una serie de elementos que conectan con el público actual, a la par de que sigue siendo consciente de las reglas del universo en el que se desarrolla.

La guionista y creadora de la serie también nos comenta que la idea no era otra que salirse de lo habitual y alejarse de otras producciones de época que han llevado a cabo, como 1922 La Favorita , ofreciendo una perspectiva más fresca, más divertida y en la que todo girase en torno al amor pero que también se riera un poquito de él. Algo notorio desde el primer momento, con un enfoque del todo diferente, unos paisajes y jardines fascinantes y un vestuario en el que predominan unas tonalidades rosas, turquesas y doradas que conectan con una colorimetría más actual y que ayudan a salirse de la ficción clásica de época para adentrarse en una historia romántica descarada y desafiante.

Todo ello da forma a un fascinante escenario que nos narra un cuento sobre el amor muy adelantado a su tiempo. Una trama irresistible, una dirección artística brillante y un ritmo ligero y altamente adictivo, todo eso te ofrece Manual para señoritas. La serie está arrasando en todo el mundo y se ha convertido en una de las grandes sorpresas de Netflix en lo que va de año. Así que, si te gustan otras ficciones de época como Los Bridgerton, no lo dudes, porque sus 8 capítulos se te pasarán volando.