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Aurélia Nguyen,directora gerente de COVAX: "Nadie estará a salvo hasta que lo estemos todos"

La única forma de terminar con la crisis sanitaria pasa por garantizar el acceso global y equitativo a las vacunas contra la Covid-19 en todo el mundo. Ese es el trabajo de la plataforma COVAX y de su directora, con la que hablamos.

Aurélia Nguyen: "Nadie estará a salvo hasta que lo estemos todos" / d.r.

Ixone Díaz Landaluce

Desde que el pasado diciembre se aprobaron las primeras vacunas contra la Covid-19 , el mercado farmacéutico se ha convertido en un territorio sin ley de acuerdos bilaterales, contratos secretos, tensión entre gobiernos y multinacionales o lotes de millones de vacunas que aparecen y desaparecen. Pero mientras las principales potencias compiten por hacerse con dosis suficientes para toda su población, los países en desarrollo parten con una terrible desventaja. Las economías más ricas del planeta, en las que solo vive un 16% de la población mundial, acaparan 4.600 millones de dosis, mientras los países pobres apenas han podido adquirir 670 millones, según datos del Duke Global Health Innovation Center. “Muchos países han comprado más vacunas de las que necesitan”, dijo en enero el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, alertando de un “error moral catastrófico”.

Para evitarlo, nació COVAX. Esta plataforma, codirigida por la OMS, la Alianza para las Vacunas (GAVI, una asociación internacional que pretende mejorar el acceso de los países en desarrollo a la inmunización) y la Coalición para la Promoción de Innovaciones para la Preparación ante Epidemias (CEPI), trabaja (y negocia) con gobiernos y fabricantes, pero también colabora con instituciones como el Banco Mundial o UNICEF para garantizar que los países en desarrollo tengan un acceso equitativo a las vacunas. Financiada por los principales gobiernos del mundo (la Unión Europea ha aportado 600 millones de dólares; el Reino Unido, 750; y el presidente norteamericano Joe Biden ha prometido más de 4.000), COVAX ha conseguido recaudar 6.000 millones de dólares para que los países de ingresos bajos puedan vacunar al 20% de su población antes de que termine el año.

La persona al frente de esta iniciativa histórica y pionera es Aurélia Nguyen (Francia, 1977), directora gerente de COVAX. Por su currículum se diría que llevaba toda la vida preparándose para este momento. Antes, dirigió el departamento de Vacunas y Sostenibilidad de GAVI y, durante su etapa en la multinacional GlaxoSmithKline, trabajó para mejorar las políticas de acceso a vacunas y fármacos para los países en vías de desarrollo. Formada en Política Sanitaria en la London School of Economics, la revista Time la ha señalado como una de las líderes del futuro. Y no es para menos. Pocas personas tienen tanta responsabilidad y recursos como ella para garantizar el fin de la pandemia. Porque, como asegura, la solución a la crisis sanitaria será global o, sencillamente, no será.

“Covax ha podido empezar a facilitar dosis a países de bajos ingresos gracias a una colaboración internacional sin precedentes”.

Mujerhoy. ¿Por qué es necesaria una plataforma como COVAX para terminar con la crisis sanitaria?.

Aurelia Nguyen. Una lección clave que hemos aprendido durante esta pandemia es que las enfermedades infecciosas no respetan las fronteras y que nadie está a salvo hasta que lo estemos todos. Por eso, el acceso global y equitativo a las vacunas, en particular para los trabajadores sanitarios y las personas de riesgo, estén donde estén y sea cual sea su nivel de ingresos, es la única forma de poner fin a esta crisis económica y de salud pública provocada por la pandemia.

¿ Qué ha logrado esta plataforma hasta ahora y cuáles son sus objetivos para este año?

El pasado 24 de febrero, Ghana se convirtió en el primer país del mundo, aparte de la India, en recibir dosis de la vacuna a través de COVAX. Y ya se han entregado 29 millones de dosis en 40 países. Es un paso histórico en nuestro objetivo de proteger a las poblaciones más vulnerables en todo el planeta. En total, hemos asegurado el acceso a más de 2.000 millones de dosis y nuestro objetivo es entregar al menos 1.300 millones a países de ingresos bajos a lo largo de este año.

Aurélia Nguyen: “Hemos asegurado el acceso a más de 2.000 millones de dosis y nuestro objetivo es entregar al menos 1.300 este año” / d.r.

La gestión de un proyecto de esta envergadura no debe ser sencilla. ¿Cuál es el mayor desafío al que se enfrentan?

Uno de los mayores retos es garantizar que los países receptores estén preparados para recibir esas vacunas. Eso requiere planes nacionales de vacunación, pero también elementos logísticos como licencias de exportación e importación. Nosotros estamos apoyando a esos gobiernos para que estén preparados para la campaña de vacunación más grande y compleja de la historia.

En los últimos meses, el mercado de las vacunas ha funcionado como el salvaje oeste. ¿Cómo logran competir con las naciones más ricas del planeta?

Menos de tres meses después de que se iniciara la vacunación masiva, COVAX ha podido empezar a facilitar dosis a países de bajos ingresos. Y ese progreso ha sido posible gracias a una colaboración internacional sin precedentes en términos de innovación tecnológica, financiación de vacunas y nuevos modelos de cooperación público-privada.

Pero, ¿están siendo los países ricos egoístas? ¿Han acaparado demasiadas dosis?

Garantizar el acceso a las vacunas en un contexto de pandemia mundial es muy diferente a hacerlo en cualquier otro momento porque todo el mundo las necesita al mismo tiempo. El problema afecta a países pobres y ricos por igual y, por eso, todo lo relativo a precios, fabricación y suministro se vuelve mucho más complicado. Creamos COVAX porque queríamos evitar que se repitiera lo que pasó en 2009 durante la crisis del H1N1 [gripe A].

¿En qué sentido?

Entonces, algunos países ricos inmovilizaron el suministro mundial de vacunas, dejando a la gran mayoría sin acceso. Sin COVAX, la mayoría de los países, desde los más ricos hasta los más pobres, tendrían pocas esperanzas de obtener un acceso rápido a vacunas seguras y eficaces. Es una señal de que el mundo está aprendiendo de los errores del pasado.

¿Con quién es más difícil tratar, con los gobiernos o con las farmacéuticas?

Los gobiernos de todo el mundo han logrado recaudar 6.300 millones de dólares a través del mecanismo de COVAX que beneficiará a 92 economías de bajos ingresos. Eso ha demostrado que apuestan por un enfoque cooperativo para poner fin a esta pandemia y que reconocen el poder de las vacunas para restaurar las vidas y las economías. Gracias a una colaboración internacional sin precedentes y al apoyo de los fabricantes, hemos asegurado 2.000 millones de dosis. Sin embargo, cada acuerdo bilateral que se cierra hace que el mercado pierda capacidades que podrían destinarse a COVAX. Y eso dificulta terminar con la pandemia.

¿Cuántas vacunas diferentes terminaremos teniendo?

Eso es difícil de responder en este momento. COVAX considerará obtener vacunas de cualquier productor que haya recibido la aprobación de una autoridad reguladora rigurosa o la precalificación de la OMS. Además, a través de nuestros socios del CEPI, trabajamos para avanzar en el desarrollo de más vacunas seguras, eficaces, adecuadas para todos los entornos y capaces de responder a variantes nuevas y emergentes de la enfermedad.

¿Cuál es su mensaje para quienes dudan de su seguridad y eficacia por la rapidez con la que se han desarrollado?

Es importante recordar que, a pesar de que se han reducido los tiempos de desarrollo, no se ha comprometido la seguridad del proceso. Debemos confiar en la ciencia si queremos poner fin a esta pandemia. Obviamente, la transparencia y la información de calidad son claves para garantizar la confianza del público y ayudarles a tomar la decisión correcta, tanto para ellos como para la comunidad.

¿Cuándo espera que se alcance la inmunidad de rebaño a nivel global? En otras palabras, ¿cuándo podremos dar por finalizada esta crisis sanitaria?

Es demasiado pronto para hablar de inmunidad de rebaño. En un escenario en el que el suministro global es altamente volátil, lo crucial es que la comunidad internacional y los fabricantes continúen trabajando juntos para poner fin a la fase aguda de esta pandemia protegiendo a los que más riesgo corren.

Gestiona un presupuesto de 6.000 millones de dólares. ¿Cómo está lidiando con la responsabilidad y la presión de liderar un proyecto de estas dimensiones?

Entiendo esta responsabilidad como un gran privilegio que comparto con mucho orgullo con un equipo que está trabajando de manera incansable. Todos somos profundamente conscientes de que solo estaremos seguros cuando todos lo estemos. Para nosotros no hay mayor motivación imaginable.

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