Su mano derecha
Su mano derecha
Los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo han dejado varias sorpresas: una de ellas, el importante avance de Se acabó la fiesta, el partido de Alvise Pérez que ha sacado tres escaños. Justo los mismos que Sumar, que ha desencadenado una crisis interna que ha culminado con la renuncia por parte de Yolanda Díaz a sus cargos orgánicos dentro del partido.
Al mismo tiempo que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo anunciaba esta decisión también daba a conocer que no dejará sus cargos dentro del gobierno de Pedro Sánchez. Pero, ¿quién se pondrá al frente del partido que ella misma fundó y que ha concurrido a sus primeras elecciones europeas con un resultado por debajo de las expectativas? Mientras siguen las quinielas, a al espara está su numero dos Agustín Santos Maraver.
Con una larga carrera diplomática a sus espaldas, Santos Maraver nació en Los Ángeles (Estados Unidos), el 21 de septiembre de 1955. Se licenció en Filosofía y Letras y en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid y posteriormente ingresó en la carrera diplomática española en el año 1982.
Después de pasar por distintos cargos (entre ellos, jefe de Gabinete del ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación y jefe de Gabinete del Presidente de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo), en 2018 se convirtió en embajador representante permanente de España ante las Naciones Unidas en Nueva York.
Debido al desempeño de sus funciones, Agustín Santos ha vivido en distintos países del mundo: desde Sudáfrica (fue cónsul general de España en Ciudad del Cabo), a Francia pasando por China, Australia o Cuba.
Aunque el compañero de Yolanda Díaz nació, como hemos dicho, al otro lado del Atlántico, toda su familia paterna es malagueña, y de hecho, el mismo se crió en la ciudad andaluza. Los cinco primeros años de su existencia transcurrieron en los Estados Unidos, ya que su padre (un eminente doctor fundador del Hospital Materno Infantil de Málaga) se encontraba formándose con una beca en la categoría de cardiología infantil. En el arranque de la década de los sesenta, la familia Santos vuelve a sus orígenes.
El propio político contaba en un encuentro con La opinión de Málaga la razón para ese regreso («La muerte de mi abuelo, Agustín Santos Ayuso, pediatra y director de la Casa Cuna»)y la impresión que le causó la ciudad a su llegada: «Era una ciudad muy distinta de la actual, en la que no se había producido todavía el gran auge del turismo. Se levantaban los primeros hoteles en Torremolinos, pero nuestra vida infantil estaba centrada en el colegio, en mi caso San Agustín, y la vida en Pedregalejo».
Yolanda Díaz ha dejado sus cargos orgánicos en Sumar. /
Estudió en el Colegio de San Agustín de Málaga y años más tarde comenzaría su periplo viajero al trasladarse a la capital para estudiar Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid. «Entro en la universidad en el 72. Vine a Madrid a estudiar políticas. En Granada, que era nuestro distrito universitario, no había facultad de Ciencias Políticas. En Málaga sólo teníamos entonces la facultad de Económicas», recordaba en una entrevista para el diario El Salto.
Será precisamente en esos años estudiantiles cuando conozca a Lola, la mujer que ha compartido toda su vida con él, le ha acompañado a todos los rincones del mundo en los que han vivido y con la que ha tenido dos hijos: Álvaro y Alonso.
Una de las peculiaridades de Agustín Santos, al que sus compañeros describían como un funcionario discreto, trabajador y leal, es que durante un tiempo tuvo un alter ego, llamado Gustavo Buster, artífice de varias polémicas. Santos escribió durante años artículos sobre la actualidad española e internacional en 'Sin Permiso', una publicación impresa y digital de cuyo comité de redacción es miembro. En esos textos hablaba de «imperialismo estadounidense», la gestión del procés, Ucrania o el fracaso de la izquierda. Para muchos, un diplomático en activo no puede tener este tipo de opiniones y debe ser políticamente neutral.