Zendaya y Timothée Chalamet, durante el estreno en Seul de 'Dune 2', donde la actriz llevó un vintage Ginvenchy. /
Si existe una zona del espectáculo que se resiente de fatiga de materiales esa es la alfombra roja, un show con sus constantes vitales bajo mínimos desde hace al menos una década. El escaparate del glamour ha sido fagocitado por las marcas hasta borrar casi por completo a la verdadera fuente de su magia: las estrellas. Hoy, actores y actrices desaparecen bajo looks comercialmente apropiados e infinitamente repetidos. Salvo excepciones que confirman la regla de la viralidad, todo lo que sucede hoy en la 'red carpet' debe interpretarse en los términos de un contrato. Nada hay más prosaico.
En los últimos años, ha habido algunos momentos de puntual reanimación de la alfombra roja , como cuando las estrellas se uniformaron de negro para apoyar el MeToo. Últimamente la despiertan los looks de algunos caballeros, deseosos de experimentar más allá del esmoquin de rigor: Timothée Chalamet, Pedro Pascal, Colman Domingo, Barry Keoghan, Jacob Elordi.
En realidad, la renovación de la 'red carpet' comenzó fuera de sus confines ortodoxos, en la anual gala del Costume Institute del Metropolitan de Nueva York. Fue allí, cuando las 'celebrities' tuvieron que devanarse los sesos para ajustarse a una temática, que se apuntó la salida.
Timothèe Chalamet, en una foto reciente en la alfombra roja. /
Si la alfombra roja ya no emociona es tanto por aburrimiento de lo mil y una vez visto como con la creciente sofisticación que los nuevos públicos exigen al entretenimiento. Lo que hace veinte o treinta años dejaba con la boca a los televidentes analógicos, en plena era digital parece el pleistoceno.
La industria del pop lo expresa muy bien: sus nuevas estrellas, empezando por Rosalía , ya no se limitan a fabricar canciones, sino todo un universo estético que gira alrededor de un concepto. La palabra clave es, precisamente, concepto. Los públicos ya no consumen únicamente estética, sino la expresión estética de una idea.
Evidentemente, poco concepto hay tras la alfombra roja más allá de publicitar las marcas del lujo en un carrusel repetitivo y cada vez más banal. Por eso, cada vez que una estrella apuntaba algún mensaje político, feminista o ecologista, por poner tres ejemplos habituales, el sucedáneo se ha celebrado como si de una idea conceptual se tratase.
En realidad, la 'red carpet' no requería devanarse la cabeza como para crear una obra conceptual, ahora lo comprobamos. La solución la rozó con la punta de los dedos la Gala Met de Anna Wintour, pero la dejó ir de nuevo a fuerza de contrato con las marcas y la pereza de estilistas y estrellas.
Margot Robbie y Ryan Goslin, vistiendo como unos Barbie y Ken actuales sobre la alfombra roja. /
Lo cierto es que la gran industria de la moda ha hecho lo mínimo, menos que lo mínimo, por Hollywood y su alfombra roja: se ha limitado a pagar a precio de oro un 'product placement vulgaris'. En 2023, sin embargo, todo cambió gracias a la película que revolucionó la industria con su taquilla y los premios que no logró por hacerlo.
Hablamos de 'Barbie' , claro, con una Margot Robbie tan inspirada como para llevar a la 'red carpet' a su personaje, vestido ad hoc por Prada, Armani Privé, Schiaparelli, Viviene Westwood y Manolo Blahnik. Era Barbie, no Robbie, la que firmaba autógrafos y posaba sobre fondo rojo o rosa.
El tour de promoción de la película se convirtió en una fiesta de la moda al más puro estilo 'Barbie': en esta ocasión, las marcas no pudieron comerse el cine sobre la alfombra roja. El efecto de la maniobra fue tal, que las fans de la película acudieron a los cines de la misma forma que Margot Robbie protagonizaba estrenos : con las siluetas y 'colores corporativos' de 'Barbie'.
De alguna manera, Margot Robbie caminó para que un año después Zendaya pudiera volar. Apuntó maneras en el estreno de 'Dune' en 2021, pero el despegue definitvo se produjo este año. El 'tour' de promoción de 'Dune 2' ya es el evento de alfombra roja más importante y emocionante del año.
Zendaya con su estilista de cabecera, Law Roach. /
Los recuentos virales de los looks que Zendaya ha llevado en las distintas 'premieres' globales de 'Dune' son incontables. En colaboración con el estilista Law Roach, cómplice y sabio del vintage tras las decisiones indumentarias de la reina de la generación Z, la estrella ha lucido el famoso traje robot de la colección de alta costura de 1995 de Thierry Mugler y un vestido 'circuito' de Givenchy, diseñado por el difunto Lee McQueen para otoño de 1999.
Junto a ellos, el 'tour' de promoción incluyó, una serie de looks actuales de Roland Mourad, Botega Veneta o Louis Vuitton con el mismo espíritu entre vanguardista, arquitectónico y eclesial. Todos absolutamente congruentes con la estética de 'Dune'. «Hemos abrazado el 'method dressing'», explicó Roach a 'Vogue', refiriéndose al vestuario que sirve para meterse en la piel de los personajes en una interpretación. «Los looks de Zendaya son como una extensión del vestuario de la película: ha sido intencionado y premeditado«.
Dakota Johnson, durante la promoción de 'Madame Web'. /
Este vestirse para el personaje no comenzó, en realidad, con 'Barbie' o 'Dune'. Lo vimos antes en 'La sirenita' de Halle Bailey, aunque quizá de manera demasiado literal como para congraciarse con el público de la moda. No se trata de disfrazarse, sino de reinterpretar, de poner a la moda al servicio de un personaje o, mejor, de un ambiente o una tonalidad emocional.
Dakota Johnson parece haber sintonizado mejor con el 'method dressing' en la promoción de 'Madame Web', con algún que otro resbalón de literalidad (el vestido con capucha que lució en Brasil) y otros looks con referencias arácnidas mucho más sutiles. Por ejemplo, el vestido de red firmado por Gucci que llevó en el estreno en Los Ángeles de la película.
Con la intercesión del universo de sentido que aportan las películas, los looks de la alfombra roja ganan en peso, en interés, en sofisticación conceptual. Por eso arrasa cada alfombra roja en la que aparece Zendaya. Y por eso la viralidad, absolutamente sintonizada con los públicos de estos tiempos, más que vender tendencias propone hoy personajes que imitar en el vestir.
Ahí están la 'coquette' o coqueta, la 'esposa de mafioso' , la 'sirena de oficina' o la 'estudiante gótica' para incitar hoy a las compras de moda a través de TikTok. No hablamos ya de siluetas, colores o prendas concretas, sino de un mundo en el que jugar un papel gracias a un look. No te equivocas: es algo que se parece mucho, cada vez más, a escapar de la realidad. A disfrazarse.