De izquierda a derecha, los participantes en la primera mesa redonda de Mujerhoy Cancer Care 2025: la dra. María Fernández Chereguini del servicio de ginecología oncológica de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospitén, la Dra. Eva Guerra Alía, especialista del servicio de oncología médica de la unidad de tumores ginecológicos del Hospital Universitario Ramón y Cajal y el Dr. Jesús Mª Vara Paniagua, del servicio de rehabilitación de suelo pélvico de MD Anderson Madrid-Hospiten. / sandra carrascosa

Mujerhoy Cancer Care 2025

Cáncer ginecológico y de mama metastásico: avances terapéuticos y bienestar de la paciente, en el foco

Con el mensaje de que el cáncer femenino puede diagnosticarse a tiempo en muchos casos o convertirse en una enfermedad crónica manejable en otros, expertos en ginecología oncológica, suelo pélvico, psicología, enfermería y pacientes debatieron sobre las opciones terapéuticas y las necesidades de las personas que conviven con la enfermedad.

La última jornada Cancer Care Mujerhoy que se celebró el 18 de febrero, centró su atención en dos tipos de cáncer:  ginecológico y de mama metastásico. En la sede de Vocento se reunían reconocidos especialistas en ginecología oncológica, rehabilitación del suelo pélvico, psicología y enfermería, además de una paciente que aportó su valioso testimonio en primera persona; todo ello, como muestra del firme compromiso que Mujerhoy mantiene en la lucha contra el cáncer.

Gracias al apoyo de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten y Gilead, el encuentro se dividió en tres mesas redondas en las que se dieron a conocer más de cerca los entresijos del cáncer ginecológico y de mama metastásico, sus síntomas, diagnóstico, tratamiento, cuidados y abordaje psicológico. . Sobre la mesa, un dato general relevante: en 2025 se registrarán un 3,3% más de nuevos casos de cáncer que en 2024, según un informe reciente de la SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica).

Vídeo. Puedes ver la jornada completa en este vídeo / mujerhoy

Cáncer ginecológico, aún desconocido

La primera parte del espacio se centraba en el cáncer ginecológico, que agrupa los tres más relevantes por su incidencia: endometrio, ovario y cérvix, y dos de escasa prevalencia: vagina y vulva. Todos ellos, aún muy desconocidos en la sociedad. De ellos, el de endometrio es el más común en los países desarrollados, y aunque la mayoría se detecta en etapas tempranas, sigue siendo crucial aumentar la concienciación sobre sus síntomas.

De izquierda a derecha, la periodista y moderadora Silvia Capafons; la dra. María Fernández Chereguini del servicio de ginecología oncológica de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospitén, la Dra. Eva Guerra Alía, especialista del servicio de oncología médica de la unidad de tumores ginecológicos del Hospital Universitario Ramón y Cajal y el Dr. Jesús Mª Vara Paniagua, del servicio de rehabilitación de suelo pélvico de MD Anderson Madrid-Hospiten.

Así lo expresaba la Dra. María Fernández Chereguini, del servicio de ginecología oncológica de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten. «Es más habitual tras la menopausia, suele diagnosticarse de manera temprana y en un alto porcentaje tiene buen pronóstico». Entre los factores de riesgo, la diabetes, no llevar un estilo de vida saludable, la herencia genética, una menopausia precoz o tardía o anticonceptivos no prescritos de forma controlada. Entre las opciones terapéuticas novedosas, el estudio molecular y los tratamientos personalizados, junto a la cirugía, la inmunoterapia y fármacos dirigidos a nuevos biomarcadores, proteínas y alteraciones que se están descubriendo en los tumores; de fondo, la importancia de la decisión consensuada entre los diferentes comités para decidir la mejor estrategia.

El segundo tumor de mayor incidencia, el de ovario, del que estos días se habla porque la modelo Bianca Balti ha reconocido padecerlo, se detecta hasta un 80% de los casos cuando los síntomas son muy evidentes y está realmente avanzado. Su dificultad para ser diagnosticado, detallaba la Dra. Eva Guerra Alía, especialista de la unidad de tumores de mama y ginecológicos del Hospital Universitario Ramón y Cajal, se debe en parte a que «sus síntomas en sus fases iniciales se pueden confundir con problemas digestivos, urinarios o simple estreñimiento. Es importante visibilizarlos y observar si persisten más de tres semanas». Entre los factores de riesgo, los hereditarios, el desbalance hormonal en una menarquía precoz, una menopausia tardía o el uso descontrolado de anticonceptivos. Y como avance terapéutico notorio, la caracterización molecular.

Por su parte, el Dr. Jesús Vara Paniagua, de la unidad de rehabilitación de suelo pélvico de MD Anderson Madrid-Hospiten, advertía de la importancia de reforzar esta zona anatómica a modo preventivo para que tras una intervención quirúrgica y la aplicación de radioterapia y quimioterapia, los efectos secundarios, tales como la incontinencia urinaria o la disfunción y el dolor en las relaciones sexuales, sean más leves. «Estas consecuencias indeseadas disminuyen si el suelo pélvico está en buen estado previamente. Hay que prestar atención especialmente tras un parto y en la menopausia debido al déficit estrogénico, momentos en los que el suelo pélvico se ve más afectado». Y dada la repercusión de los tratamientos oncológicos en las relaciones sexuales, a menudo por causa de una estenosis vaginal, la clave está, decía el experto, en ejercicios de la musculatura y el uso de dilatadores.

En el encuentro se proporcionó una completa Goodie Bag / sandra carrascosa

El virus de papiloma, culpable del cáncer de cérvix

El de cérvix o cuello de útero es el tercer tipo más común en mujeres en todo el mundo según la SEOM; en España se diagnosticaron 2.047 nuevos casos en 2023 según el Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer, lo que representa 8 nuevos casos por cada 100.000 mujeres. El principal factor de riesgo es la infección persistente por el Virus del Papiloma Humano, algo que podría reducirse notablemente con la concienciación necesaria sobre la importancia de la protección en las relaciones sexuales y la vacuna contra el VPH, reivindicaba la Dra. Fernández Chereguini. «En este tipo sí disponemos de prueba de cribado, la citología. No todas las pacientes con este virus (muchas sexualmente activas lo tienen en algún momento) derivan en cáncer de cérvix, pero sí es importante detectar las lesiones a tiempo y tratarlas».

Respecto al cáncer de vulva y vagina, los dos menos comunes entre los ginecológicos, suelen ser asintomáticos en su etapa inicial y por ello adquiere trascendencia la atención al diagnóstico con el fin de poder realizar el tratamiento oportuno, así como consultar al especialista ante cualquier lesión o picor en la zona que no mejore con el tiempo. Se ponía también la atención en la preservación de la fertilidad, ante lo que la Dra. Chereguini reconocía que «a día de hoy es factible en casi todos los cánceres ginecológicos, teniendo en cuenta el estadio en el que se encuentra la paciente y que a su vez sea consciente de que a veces implica mantener el órgano diana para conseguir ese tratamiento preservador».

Concluía la primera mesa redonda con el énfasis puesto en dar visibilidad a los cánceres de tipo ginecológico para poder reconocer sus síntomas y acceder a un diagnóstico temprano.

De izquierda a derecha: la periodista Silvia Capafons, la Dra. Blanca Cantos Sánchez, médico adjunto en el servicio de oncología médica del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid y Raquel Juárez, paciente de cáncer de mama metastásico. / sandra carrascosa

Cáncer de mama metastásico: una realidad nada rosa

La segunda charla, con el apoyo de Gilead, se centraba en la metástasis de cáncer de pecho: entre un 20 y un 30% de las pacientes con tumor de mama temprano la desarrollan a lo largo de su vida, según datos de la Asociación Española de Cáncer de mama Metastásico y un 5-6% debutan con ella. A diferencia de otros, no tiene cura, pero los avances en los tratamientos han permitido mejorar la calidad y expectativa de vida de muchas pacientes. La Dra. Blanca Cantos, médico adjunto en el servicio de oncología médica del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid aportaba información como profesional, y Raquel Juárez, paciente con cáncer de mama metastásico, su valioso testimonio en primera persona.

De las palabras de ambas se desprendía que la realidad del cáncer de mama metastásico no es la del cáncer de mama primario y no conecta con esa asociación automática con el color rosa, como de una enfermedad menos grave que, gracias a los avances, en muchas ocasiones se supera. El metastásico, aquel que anida en otros órganos diferentes a la mama, no responde a una cirugía porque se ha extendido. En palabras de Raquel, la paciente que aportaba su testimonio, «tienes que aprender a convivir con él porque a día de hoy no tiene cura y va a formar parte de ti; también con los efectos secundarios y con el miedo. Ya nunca dejas el cáncer atrás».

Determinados tipos tumorales, como el triple negativo, tienen más tendencia a hacer metástasis y los huesos es el área más afectada, aunque también los pulmones, el hígado o el tiroides. A día de hoy, las opciones terapéuticas para las pacientes con cáncer de mama metastásico comprenden la inmunoterapia, la terapia hormonal, la quimioterapia y los anticuerpos conjugados con fármacos, una nueva generación de tratamientos diseñados para atacar el cáncer de mama de manera más precisa.

A la hora de diagnosticarlo están las pruebas radiológicas y la biopsia, y menos los marcadores «porque pueden ser imprecisos», aclaraba la Dra. Cantos, que subrayaba a continuación el papel crucial de los ensayos clínicos en oncología. «Cuando tú te beneficias de un tratamiento, es porque alguien ha participado en un ensayo. Y lo que hemos estado testando ya tiene cierta evidencia científica de su efectividad y seguridad». Raquel, por su parte, insistía en la importancia de la investigación y ponía en valor la labor de las pacientes en los estudios a la hora de sugerir atención en ciertos parámetros vitales que antes no se medían: sexuales, psicológicos, de reincorporación laboral, etc. En cuanto a la principal carencia en el sistema sanitario, se encuentra a su juicio en la falta de un abordaje multidisciplinar: «Tenemos tantos efectos secundarios…y el oncólogo es oncólogo, no nutricionista o dermatólogo. Te derivan y te pasas el día de una consulta a la otra».

Silvia Capafons, Claudia Nualart, enfermera de MD Anderson Cancer Center Madrid Hospiten y Paloma Romero, psico oncóloga de la Asociación Española contra el Cáncer. / sandra carrascosa

Acompañar, base para el bienestar

La última parte del encuentro Cancer Care Mujerhoy se dedicaba a la importancia del acompañamiento al paciente. La psico oncóloga Paloma Romero, de la Asociación Española contra el Cáncer, hablaba de los desafíos emocionales a los que se enfrenta una mujer cuando es diagnosticada de cáncer femenino y se centraba en la importancia del apoyo emocional, tanto por parte del psicólogo, como de la familia o el entorno cercano. «El impacto inicial es brutal. No es lo mismo saber que tarde o temprano todos vamos a morir que venga tu médico a decirte que algo te puede matar antes de lo previsto, la sensación de vulnerabilidad e incertidumbre es enorme».

Habló también de las fases emocionales por las que es habitual pasar: de la incertidumbre, ansiedad y miedo en el momento del diagnóstico a la sensación de control progresivo durante los tratamientos y al finalizar, una fase de reto: «es donde queríamos estar pero quizá no nos encontramos con lo que creíamos que iba a ser, vamos a tener que reajustarnos y subirnos a un mundo que seguía girando mientras nos habíamos bajado, algo que se agrava con la recidiva, que se parece a la primera fase con la sensación de indefensión: por bien que haga las cosas, no salen. En la fase final de vida lógicamente se pasa por una sensación de duelo y pérdida que requiere un profundo ajuste», contaba Paloma Romero. Una buena gestión emocional está relacionada con la inteligencia emocional, capacidad de resiliencia, tener información de la enfermedad y seguir ciertas rutinas.

A propósito de ello, Claudia Nualart, enfermera de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten, ponía en valor el ejercicio físico y los de relajación, la buena alimentación y el sueño. «Desde enfermería nos centramos en los cuidados, tanto físicos como psicológicos, en el hospital y en casa, donde los familiares son pieza fundamental». Son ellos quienes se convierten en cuidadores que a menudo invalidan sus propias necesidades, advertía la psicóloga. Señalaba la enfermera los avances significativos en su especialidad en los últimos años a la hora no solo de personalizar los cuidados, sino también en el acercamiento emocional con la paciente y la mejora considerable de la calidad de vida de la paciente durante todo el proceso.

A su vez, la psicóloga denunciaba la desigual atención psicológica que existe en general en España para las pacientes oncológicas, «de ahí que la Asociación Española contra el Cáncer proporcione este servicio de manera especializada y gratuita para pacientes y familiares». Por último, ambas señalaban como esenciales los grupos de apoyo para que las pacientes puedan sentirse «vistas» y hablen el mismo lenguaje.

Terminaba el primer encuentro Cancer Care de 2025 con un mensaje contundente, pero esperanzador: el cáncer ginecológico, en muchas ocasiones, es prevenible y tratable si actuamos a tiempo. En el caso del metastásico de mama, el objetivo es convertirlo en una enfermedad crónica manejable.

Temas

Cancer Care