La casa del dragón: lo que más nos ha gustado y lo que menos de Los herederos del dragón, el primer capítulo de la precuela de Juego de Tronos

La espera ha terminado y por fin hemos podido disfrutar de una de las series más esperadas del verano, y del año, La casa del dragón . La ficción regresa a Poniente con los Targaryen como personajes principales en una historia que promete estar cargada de traiciones, acción y dragones. Y esto es lo que más nos ha gustado de Los herederos del dragón, el primer capítulo de la precuela de Juego de Tronos.

Tal y como hemos visto en el arranque del episodio, la historia de La casa del dragón comienza 172 años antes del nacimiento de Daenerys Targaryen, la conocida como madre de los dragones. O lo que es lo mismo, en el noveno año de reinado de Viserys Targaryen, elegido por el Gran Consejo para sentarse en el Trono de Hierro a pesar de no ser el heredero directo por la línea sucesoria. Una vez situadas, vamos a analizar qué nos ha deparado Los herederos del dragón. Si no has visto el episodio te recomendamos que no sigas leyendo, y si lo haces es bajo tu responsabilidad.

Puede que porque ya se ha establecido que si todo va bien la serie tendrá tres o cuatro temporadas, o porque centrarse exclusivamente en una familia lo hace más fácil, el caso es que en su arranque La casa del dragón demuestra que no hay ni un minuto que perder y todo lo que cuenta es interesante e importante.

Para conseguirlo, el capítulo arranca con un prólogo que además de situarnos en el momento histórico deja clara una premisa que será primordial a lo largo de toda la historia: la presencia de una mujer en el Trono de Hierro es algo que no ha sucedido, que no suele suceder y que es visto con recelo por el resto de las casas. Algo que además de ser relevante en el devenir de Poniente lo es para la casa Targaryen y para las mujeres que forman parte de ella.

No hay que esperar demasiado para ver a los personajes más esperados de la adaptación de la novela de George R. R. Martin y en el minuto tres ya podemos disfrutar de una de las secuencias más esperadas: un dragón que vuela entre los tejados de Desembarco del Rey con la joven Rhaenyra en sus lomos.

Pero esta no es la única criatura alada que nos encontramos en el capítulo inicial de la serie, y tal y como pudimos ver en el último tráiler que publicó HBO Max, parece que a lo largo de la primera temporada disfrutaremos de secuencias en las que incluso aparezcan hasta siete criaturas de la casa Targaryen.

A la vista está que las mujeres Targaryen llamadas a hacer historia no son muy altas, pero no les hace falta porque les sobra carisma. La joven Rhaenyra, además de ser la narradora de la historia en su comienzo, es quien lleva el peso principal del capítulo. Y con Milly Alcock encarnándola no se nos ocurre mejor elección.

En apenas una hora la actriz australiana, que tiene 22 años, es capaz de transmitir la montaña rusa de emociones que vive Rhaenyra desde que desciende de su dragón, Syrax, hasta que se cierra el episodio con uno de los momentos más trascendentales de su vida. Y aunque entendemos el cambio de actriz que se producirá cuando avance la historia, la verdad es que a pesar de que acabamos de conocerla ya nos da mucha pena.

No queremos pecar de ingenuas, porque precedentes había y muchos, pero en las celebraciones que preside el rey Viserys, y en lo que sucede en la alcoba real, nos resultó especialmente difícil no apartar la vista de la pantalla. Y no tardamos en recordar que el apellido Targaryen está inevitablemente relacionado a la violencia, ya sea humana o salida del hocico de los dragones.

Tal y como apunta Rhaenys, resulta paradójico que para celebrar la vida el rey escoja una celebración tan sangrienta, que no entiende de normas y está protagonizada por hombres que solo persiguen la gloria. Y suponemos que con el paso de los episodios por un lado nos acostumbraremos y por otro el listón está tan alto que ya estaremos curadas de espanto.

Similitudes con la serie madre puede haber muchas pero una de las más claras, probablemente por la ambientación, es que Daemon está llamado a ser el nuevo Tyrion, por lo que se refiere a sus incursiones en locales de dudosa fama. Y por la mujer que se convierte en su mejor aliada.

Su escaso respeto por las vidas ajenas también puede recordarnos a algunos de los personajes más terribles de Poniente, como el infame Ramsay Bolton. Referencias a un lado, lo cierto es que el personaje de Matt Smith va a ser toda una caja de sorpresas, un Targaryen de esos a los que se ha referido la promoción de la serie, «cuando nace un Targaryen los dioses lanzan una moneda al aire y el mundo aguanta la respiración».

Puestos a poner pegas, que no tenemos muchas, no podemos negar que nos dejó con cierta desazón que uno de los momentos más esperados de la serie, ese en el que un Targaryen pronunciase el famoso «Dracarys», fuese en una situación tan triste como en el de la despedida de Aemma Arryn y su hijo.

La orden estrella de la casa de los dragones, que tantos buenos momentos nos dio en el pasado, se convierte así en algo menos satisfactorio que decretar el fin de sus enemigos, como tantas veces vimos con Daenerys.

En la secuencia final, cuando Rhaenyra es elegida como sucesora de Viserys y el resto de las casas de Poniente presentan sus respetos y juran obediencia, nos encontramos con apellidos familiares como el representante de los Baratheon o de los Stark.

Nombres que conectan la producción con la creación principal y que ayudan al espectador a situarse en un universo que, a pesar de que les distancia más de un siglo, ya conocemos.

La discordia está sembrada y lo cierto es que parece que la tan cacareada batalla, que HBO Max no ha dudado en explotar en sus promos, está clara. Sin embargo, en el universo creado por George R. R. Martin las alianzas y los odios siempre pueden darse la vuelta, especialmente si hay alguien maquinando desde las sombras. Como la Mano del Rey, que está tan preocupado por el futuro del hombre para el que trabaja como el de su propia familia.