Es importante diferenciar entre gastos hormiga, gastos vampiro y gastos fantasma. /
Vivir al día puede tener su punto bucólico, pero no hay nada más peligroso para las finanzas personales que gastar como si, efectivamente, no hubiera un mañana. Va en contra de tu bienestar financiero (y, por tanto, del físico y mental), es un estilo de vida incompatible con el ahorro y y si no hay colchón de financiero, no hay manera de invertir o pensar en objetivos a largo plazo, como comprar una vivienda o ahorrar para reformar el baño de casa. Y ni hablar, claro, de vivir sin trabajar . Eso solo está al alcance de los ahorradores más comprometidos.
Para cerrar el grifo del gasto y empezar a ahorrar, lo más importante es identificar los patrones de consumo y, en la medida de lo posible, ponerles remedio. Pero no todos los gastos son iguales. De hecho, podemos identificar al menos tres tipos de gastos silenciosos que, pese a parecer inofensivos, pueden estar lastrando tu cuenta corriente.
No pertenecen a la categoría de gastos fijos que generalmente incluimos dentro de un presupuesto (como la hipoteca, el alquiler o las gastos relacionados con los niños) y suelen tener un importe moderado, pero se caracterizan por ser gastos reiterados, irreflexivos y, en muchos casos, perfectamente evitables.
Se trata de los conocidos como gastos hormiga, fantasma y vampiro. Como explica el portal de educación financiera de BBVA, son mucho más comunes de lo que podría parecer. Así lo indican todos los estudios.
Según un informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), casi la mitad de los españoles (el 44,9%) vive cerca del límite de sus posibilidades y el 21% llega a fin de mes con mucha dificultad. Y según un estudio de Rastreador, el 43% de los españoles no es capaz de ahorrar más de 100 euros al mes.
Empecemos por los gastos hormiga. Hablamos de esos desembolsos que, casi a diario, hacemos sin pensar ni planificar. Pueden ser importes mínimos, como el café en el bar de debajo de casa antes de ir a trabajar o un snack en el vending de la oficina, o un poco más importantes, como una camiseta que has comprado por puro impulso al pasar delante de un escaparate o una comida fuera de casa. El tabaco, la copa del afterwork o una revista que compras al vuelo también entran en esa categoría de gastos.
«Alrededor del 15% del dinero que gastamos no sabemos exactamente adónde ha ido a parar. Vas sumando el café de un día, la cerveza de otro, una revista… Y al final, acaba siendo una cantidad importante», explica el experto en finanzas personales Jordi Martínez Llorente.
Para poner freno a este tipo de compras, lo único efectivo es llevar un seguimiento exhaustivo de ellas elaborando una lista en la que, además del concepto, se incluya también el importe de cada operación, por pequeña que sea. La suma de todos los gastos mensuales puede ayudarnos a tratar de contener algunos de ellos. Una estrategia, como apunta el portal de BBVA, es establecer un presupuesto para este tipo de gastos y ceñirse a él.
Siguiente: los gastos fantasma. En estos también caemos sin darnos cuenta, pero pueden afectar al presupuesto de manera bastante significativa. El ejemplo clásico son los servicios de suscripción, tanto de música como audiovisuales. Pero también la cuota del gimnasio o de algún club al que perteneces, pero que apenas utilizas. Para gestionar este tipo de gastos, lo único útil es preguntarse si realmente necesitas una suscripción simultánea a Netflix, HBO Max, Amazon Prime y Disney.
Para tomar el control de este tipo de gastos silenciosos tienes dos opciones: cancelar directamente los que apenas utilizas u optimizar las suscripciones. Prueba durante un par de meses a mantener una sola suscripción hasta disfrutar de todos los contenidos que te interesan. Después, date de baja y date de alta de otra plataforma para hacer lo mismo. Y así sucesivamente.
Y por último, los gastos vampiro. Más difíciles de detectar, son gastos fijos que no suelen estar contemplados en ningún presupuesto, pero cuyo impacto en nuestras finanzas personales puede ser muy importante. Hablamos de imprevistos como una avería en el coche o un problema en las instalaciones del hogar como el suministro eléctrico, el agua o la calefacción. Evitarlos, eso sí, es un poco más complicado que controlar los otros tipos de gatos silenciosos, pero un buen mantenimiento periódico puede ahorrarnos bastantes disgustos.
20 de enero-18 de febrero
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