Cómo ganarle 4 horas al día (y 1.460 horas al año) y tener más tiempo libre según un experto en productividad

Convives con la sensación de que el día nunca tiene suficientes horas. Y que es imposible llegar a todo. O, peor aún, que nunca llegas a casi nada. Ni a cumplir los deadlines en el trabajo ni a asumir todas tus obligaciones domésticas o familiares. Tampoco a ver (ni a cuidar) a tus amigas tanto como te gustaría. Por no hablar, claro, de hacer deporte o dedicarte un poco de tiempo a ti misma.

La buena noticia es que, cuando se trata de la gestión del tiempo , no hay nada que un poco de orden y organización no pueda solucionar. «Dedicar energía y pasión al trabajo es crucial para el logro de objetivos y el éxito profesional, pero sin un contrapeso saludable, puede desgastarnos y nublarnos», explica el experto Miguel Navarro, CEO y fundador de Productividad Feroz, que imparte cursos destinados a mejorar la productividad.

Para Navarro, doctor en Ingeniería de Caminos convertido en experto en hábitos, todo pasa por algo tan básico como una buena planificación. «Lo que no se planifica, no se hace. Eso está más que demostrado», explica el especialista, para quien, implementando hábitos nuevos , es posible ganarle hasta cuatro horas a cada día. O lo que es lo mismo: acumular más de 1.460 horas al año que puedes invertir en todas esas cosas a las que, habitualmente, no eres capaz de llegar. Todo empieza por implementar cinco hábitos clave.

Navarro propone, para empezar, adoptar una planificación semanal. Es una manera efectiva de no perderse en la inmensidad de los proyectos a largo plazo ni de dejarse arrastrar por el ritmo frenético del día a día.

«Los domingos son los días perfectos para crear un esquema de necesidades que implementaremos durante la semana para ir resolviendo todas las tareas del trabajo. Esto mismo se puede implementar cada día al final de la jornada de cara al día siguiente introduciendo tareas más concretas y nuevos quehaceres que hayan surgido durante el día», apunta Navarro.

A partir de ahí, es fundamental implementar rutinas de trabajo que favorezcan la concentración y el orden. Eso empieza necesariamente por tener un espacio de trabajo ordenado y limpio que no contribuya al caos, pero también por aprovechar las primeras horas del día para llevar a cabo las conocidas como «tareas roca», que se caracterizan por ser particularmente importantes. Piensa en cuál es la tarea roca o TMI (Tarea Más Importante) de la semana y ponte manos a primera hora de la mañana.

Lo siguiente es limitar al máximo las distracciones. Y eso incluye desde el uso de las redes sociales hasta las pausas para el café con los compañeros de trabajo. Pero también hacer pequeñas gestiones personales durante la jornada laboral. Nada de eso contribuye a tu productividad. Tema aparte son los momentos de descanso a lo largo del día. De hecho, para Navarro son imprescindibles, aunque deben disfrutarse en pequeñas píldoras.

Otro de los pilares clave del método para aumentar la productividad es la autodisciplina, un músculo que, según el experto, también se puede ejercitar. «La autodisciplina y la responsabilidad personal se pueden cultivar, por ejemplo, practicando el pensamiento positivo para mantener un enfoque vital optimista, realizando ejercicio físico, creando rutinas por las mañanas, o fijando metas a corto plazo con recompensas».

Por último, Navarro defiende el ejercicio físico como uno de los ingredientes fundamentales de la receta de la productividad. «Una sesión de entrenamiento diario es una herramienta poderosa para revitalizar la mente y el cuerpo. El ejercicio libera endorfinas, mejora el flujo sanguíneo del cerebro y promueve la neurogénesis, lo que lleva a una mayor claridad de pensamiento y a una mejor resolución de los problemas», concluye el experto en hábitos, que recomienda empezar por realizar alguna actividad física dos veces a la semana para ir incrementando la frecuencia de manera progresiva.