Françoise Hardy junto a Jacques Dutronc en 1968. / GTRES

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Au revoir, Françoise Hardy: los dos grandes amores y las tragedias que marcaron la vida de la princesa de la canción francesa

Icono emblemático de la música en Francia desde los años sesenta, Françoise Hardy ha fallecido a los 80 años, según anunció su hijo, el también cantante Thomas Dutronc.

Francia está de luto. Hace unas horas y a través de su cuenta de Instagram, el cantante Thomas Dutronc anunciaba la muerte de su madre, Françoise Hardy. La cantante, de 80 años, llevaba mucho tiempo luchando contra un cáncer del sistema linfático. «Mamá se ha ido...», dijo Dutronc en un escueto pero muy emotivo mensaje, que acompañó de una foto de su madre con él cuando era un bebé.

La propia Françoise Hardy había confesado que quería dejar este mundo lo antes posible, para no sufrir más. «Quiero irme pronto y rápido, sin demasiadas penurias, como no poder respirar», confesaba en una entrevista con 'Paris Match' el pasado mes de diciembre.

Hardy se hizo famosa en 1962, con solo 18 años, gracias al legendario tema 'Tous les garçons et les filles' que ella misma compuso, y que le propulsó al estrellato desde un programa de televisión para jóvenes talentos. Prolífica artista, publicó un total de 28 discos, tres de ellos en inglés, y siguió en activo hasta que la enfermedad se lo permitió. Su último álbum apareció en 2018. También probó suerte en el cine, con varios papeles en películas como '¿Qué tal, Pussycat?', la comedia de 1965 que supuso el debut cinematográfico de Woody Allen.

Más allá de sus éxitos musicales, la vida de la melancólica y reservada embajadora de la generación ye-yé estuvo marcada por su tormentosa relación amorosa con Jacques Dutronc y una estrecha relación con su único hijo, Thomas Dutronc, pero también por una complicada infancia y por acontecimientos dolorosos, como la muerte de su hermana, Michèle, en 2004.

Jacques Dutronc: el gran amor de su vida

Mientras Bob Dylan le escribía poemas de amor en las contraportadas de sus discos y David Bowie empapelaba su habitación con sus fotos, la fallecida artista se enamoraba perdidamente del cantautor Jacques Dutronc. Ambos se amaron durante más de veinte años. Tuvieron un único hijo: Thomas, que nació en 1973. Ambos se dieron el 'sí, quiero' unos años más tarde, en 1981. Y su unión fue para toda la vida, porque nunca llegaron a divorciarse legalmente.

Desgraciadamente, su relación se fue deteriorando y la pareja se separó en 1991, cuando Françoise Hardy anunció a su marido que había conocido a otro hombre. Fue un shock para el cantante, que nunca llegó a superar la ruptura. A pesar de las infidelidades y el resentimiento que poblaron su romance, Françoise y Jacques consiguieron seguir siendo buenos amigos por el bien de su hijo Thomas.

En una entrevista concedida a 'Paris Match' en 2016, Françoise Hardy explicaba que no había acudido a los tribunales para finiquitar su divorcio por «razones fiscales y notariales». Sin embargo, el rockero ya había encontrado de nuevo el amor con Sylvie Duval, su actual pareja, una maquilladora a la que conoció en el rodaje de la película 'Place Vendôme'. «Estoy muy contenta de que tenga a Sylvie, de verdad», aseguraba la artista en aquella conversación, antes de zanjar la cuestión con su elegancia y humildad habituales: «Sylvie hace lo que yo no he podido hacer durante mucho tiempo».

Françoise Hardy junto a Jean-Amrie Périer. / GTRES

El otro gran amor de Françoise Hardy fue con el fotógrafo Jean-Marie Périer, antes de conocer a Jacques Dutronc. «Françoise odiaba que la fotografiaran y no era consciente de su belleza. Nunca he visto una persona más atractiva y me enamoré perdidamente de ella en cuanto la vi», confesaba Périer en una entrevista de 2013. La cantante compuso para él en 1968 uno de sus temas más célebre, 'Comment te dire adieu?'.

Como despedida a su ex, el fotógrafo de 84 años publicaba en su cuenta de Instagram una serie de fotos de archivo de Françoise. ¿Los pies de foto? Un simple «adiós a una grande», junto a unas palabras del poeta francés Paul Éluard: «Mi pasado se disuelve, dejo paso al silencio».

Una complicada infancia y una gran tragedia familiar

La vida de Françoise Hardy estuvo marcada por una infancia difícil. La cantante nació fruto de un adulterio. Su padre, casado con otra mujer, nunca le prestó atención y tardó varios años en reconocerla. Una situación que a la cantante le costó sobrellevar. «Me sentía avergonzada por mi condición de hija bastarda. En aquella época, estaba convencida de que mis padres estaban divorciados. Estaba muy mal visto. Pero cuando no estaban casados, ¡era aún peor!», confesó en 2016, en el programa 'Le Divan' del canal de televisión France 2.

Françoise Hardy, icono emblemático de la música en Francia. / gtres

La relación con su padre era inexistente, como recordó también frente a las cámaras. «No conocíamos muy bien a nuestro padre. Había veces que venía y yo me asustaba mucho, mucho, porque oía golpes en la puerta, luego gritos, luego patadas en la puerta. Me moría de miedo. Mi madre siempre se negaba a dejar entrar a mi padre por la noche».

Otro golpe muy duro para la artista fue la muerte de su hermana pequeña. Michèle Hardy sufría graves problemas mentales: era esquizofrénica, paranoica y tenía tendencias suicidas. En sus memorias, 'Le désespoir des singes et autres bagatelles', publicadas en 2008, Françoise Hardy se sinceró sobre esta cuestión, afirmando que su hermana menor «nunca sintió nada por nadie» y «practicaba el chantaje emocional». Por último añadió: «Tuvo una vida terrible. Murió. No hablaré más de ello».