Taylor Swift acudió a la gala de entrega de los Grammys 2024 con la cantante Lana del Rey, también nominada. /getty images
Taylor Swift acudió a la gala de entrega de los Grammys 2024 con la cantante Lana del Rey, también nominada. / getty images

No solo Taylor

Lo que no se vio de los Grammy 2024: el recuerdo a María Jiménez, el ataque a Taylor Swift y un premiado esposado por la policía

Obviamente, el 90% de las conversaciones giraron en torno a Taylor Swift, la estrella que hizo historia al adjudicarse su cuarto Grammy al Mejor Álbum del Año. Parece que tal récord no le gustó demasiado a Jay Z, el marido de Beyoncé.

Hacia la mitad de la gala de los Premios Grammy, mientras el mundo entero se comía las uñas haciendo tiempo hasta que se anunciara el Grammy al Mejor Álbum, sucedió lo inesperado: la fotografía de María Jiménez subió a la gran pantalla del teatro Crypto.com Arena, homenajeada junto a otros artistas fallecidos en 2023. Annie Lenox cantaba 'Nothing Compares 2 U' en tributo a la también añorada Sinéad O'Connor y, al terminar, se atrevió a pedir paz. El único bocado de realidad de una noche que fue un paseo triunfal para Taylor Swift. Aunque a algunos no se lo pareciera.

Swift se llevó dos Grammy: con el primero, al Album Pop, anunció nuevo disco para abril; con el segundo, el premio gordo, se convirtió en la primera persona de la historia que gana cuatro Grammy al Mejor Álbum, por encima de Frank Sinatra, Paul Simon y Stevie Wonder. La hazaña aún no se había producido cuando Jay Z, el marido de Beyoncé, subió al escenario para recoger un Grammy honorífico. Iba con su hija, Blue Ivy, de la mano y no pudo ocultar su amargura por el triunfo de la cantante de Pensilvania.

«No quiero avergonzar a esta jovencita (mirando a su hija, que estaba a su lado), pero ella tiene más Grammys que nadie y jamás le han dado el premio al Álbum del Año», dijo refiriéndose a Beyoncé, quien le miraba desde el patio de butacas con los ojos llorosos. «Así que esto no funciona ni siquiera según vuestros parámetros. Pensároslo. Más Grammys que nadie. Y nunca ha ganado el premio al Álbum del Año. Esto no funciona», se lamentó, en clara apelación a la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación. Beyoncé tiene 33 Grammy. Taylor Swift, 14.

Beyoncé y Jay Z, en el teatro Crypto.com Arena donde se entregaron los Grammys 2024. / d.r.

En 2017, cuando todo el mundo pensaba que 'Lemonade' le daría por fin el gran premio a Beyoncé, la Academia premió a Adele. La británica admitió en su discurso de agradecimiento que debería haberlo ganado Bey: es cierto que no se entiende que aún no posea el galardón. Sin embargo, es mucha casualidad que su marido impugne los Grammy justo cuando Taylor Swift está a punto de hacer historia en la categoría más importante. Recuerda mucho a aquella infame noche de 2009, cuando Kanye West subió al escenario de los MTV VMA's para decir que S wift no se merecía el premio al videoclip del año. En su opinión, debería haberlo ganado 'Single Ladies (Put A Ring On It)' de Beyoncé.

Taylor Swift influye hasta en las elecciones presidenciales

Sea como fuere, el imperio de Taylor Swift sobre el pop global ya no es ninguna broma. Ha superado la pantalla de Madonna para convertirse en un fenómeno en sí misma, no solo por el impacto económico de su gira 'The Eras Tour' sobre la economía del país, sino por la repercusión de su vida privada (su nuevo novio, Travis Kelce, es la estrella más importante de la liga de fútbol) y la creciente influencia política que resulta de todo ello.

El partido republicano tiene tanto miedo a que Swift apoye públicamente al presidente Biden, que los infiernos de la viralidad ya difunden teorías de la conspiración que la tachan de montajista. Sostienen que su relación con Kelce es falsa, un montaje de guerra cultural destinado a convencer a los fans de la NFL (la liga nacional de fútbol americano) de que voten al partido demócrata. También se afirma que Swift trabaja para el Pentágono y que sus fans forman parte de un experimento de manipulación psicológica para lograr que gane Biden.

Billie Eilish, ganadora del Grammy a la Canción del Año, junto a Olivia Rodrigo. / d.r.

Pese al insoportable peso de su fama e influencia, Taylor Swift se comportó como siempre lo hace en las galas de los Grammy. Bailó en pie casi cada actuación, incluida la de Olivia Rodrigo, su más seria rival en la canción de autor pop y, a decir de muchos, una archienemiga. Había mucho morbo por ver si las sentaban en la misma mesa, pero finalmente se mantuvieron convenientemente separadas. Rodrigo se marcó una de las mejores actuaciones de la noche con su canción 'Vampire'. Además de ser su 'hit' más potente, dicen que se refiere a Taylor Swift.

Cuenta la leyenda, la leyenda hecha de rumores, que Swift le envió su ejército de abogados a Olivia Rodrigo cuando advirtió que esta había utilizado algunas líneas suyas en una canción. Algo no demasiado habitual, pues las estrellas suelen comunicar cuándo toman de otros compositores para formalizar los debidos 'royalties'. Rodrigo, quizá porque 'el robo' fue mínimo, no lo hizo, de ahí que le sorprendiera la voracidad de Taylor Swift al respecto de sus derechos de autor. De ahí lo de llamarla 'vampira'.

Detalle del impactante peinado de Miley Cyrus, uno de los más criticados en la alfombra roja. / GTRES

Fuera del universo Taylor Swift ocurrieron cosas, algunas bastante chocantes. La más comentada, ya desde la alfombra roja, fue el inexplicable peinado ochentero de Miley Cyrus, ganadora de dos Grammy en la categoría Performance Pop y Mejor Grabación. Hubo quien advirtió de que la ex cantante de country suele ir por delante de las tendencias, con lo que quizá agotemos las existencias de espuma voluminizadora en los próximos meses.

El pelo de Miley fue, sin duda, de lo más criticado en la alfombra roja, aunque no tan grave como para que la policía la retirara de la 'red carpet'. Eso fue lo que le ocurrió al rapero Killer Mike, ganador de tres Grammys a la Mejor Canción Rap, Mejor Álbum de Rap y Mejor Directo de Rap y arrestado cuando posaba para las fotos de la prensa. Salió del teatro Cripto.com Arena esposado por una pelea que tuvo lugar en las inmediaciones. No se llama Killer (asesino) por nada.

La rapera Doja Cat llevó a los Grammys un vestido que no dejaba nada a la imaginación. / d.r.

La mas 'killer' sobre la alfombra roja fue, sin embargo, Doja Cat, rapera adictiva donde las haya. Se paseó por la alfombra roja con un vestido transparente que dejaba ver parte de sus pezones (pecado en la televisión estadounidense) y adivinar una abundante sombra negra entre las piernas. ¿Extensiones púbicas? Otra tendencia que no querríamos volver a ver. Sentada en el patio de butacas VIP con las mayores estrellas de la noche, habló con el presentador de la gala, Trevor Noah, mientras masticaba ¡un mondadientes! Estaba nominada a tres Grammy no se llevó ninguno.

Una famosa que no quiso lucir macarra fue Paris Jackson, hija de Michael Jackson y poseedora de más de 80 tatuajes que tapó con maquillaje especial de efectos especiales para lucir piel intacta con un escotado vestido negro. Paris documentó todo el proceso en su perfil de Instagram. También allí, el músico Noah Kahan confesó que los baños masculinos del teatro Cripto.com Arena eran tan infumables como todos. Otra prueba más de que los famosos son como todos los demás.

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