Jenni Hermoso denuncia a Luis Rubiales por el beso no consentido en el Mundial: el futuro del gran jefe del fútbol pasará por los tribunales de justicia ordinaria

Se despeja una de las grandes incógnitas del caso Rubiales , el escándalo más sonoro de los protagonizados por el gran jefe del fútbol español. Finalmente, la jugadora de la selección Jenni Hermoso ha denunciado ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional al suspendido presidente de la Real Federación Española de Fútbol, por el beso no consentido que le propinó durante la entrega de medallas en el Mundial de Australia. Lo vio todo el mundo.

La necesidad o ausencia de la denuncia de Hermoso contra Rubiales ha sido argumento recurrente entre los pocos que quisieron defender al polémico ejecutivo del fútbol, quien en sus dos intervenciones públicas ha asegurado que el beso fue consentido . Luis Rubiales así lo declaró en la última asamblea de la RFEF y en un comunicado tras el dictamen del Tribunal del deporte que dejó en falta grave lo que ahora se denuncia como agresión sexual.

La comparecencia y declaración de Jenni Hermoso en la sede de la fiscalía General del Estado era imprescindible para que se pudiera actuar contra Rubiales mediante querella. El futuro del ejecutivo ya no pasa únicamente por la decisión de la FIFA o una cada vez más lejana desautorización de la Real Federación Española de Fútbol, sino por los tribunales de justicia ordinarios.

Jenni Hermoso tenía 15 días, a contar desde el pasado 28 de agosto, cuando Fiscalía abrió diligencias de investigación por el caso Rubiales , para sumarse al procedimiento formalizando una denuncia pública. Lo ha hecho y, además, no ha querido limitarse a enviar un escrito. Quiso presentarse en persona.

Probablemente, Jenni Hermoso sostuvo en su declaración lo mismo que ya había explicado en el único comunicado que ha emitido hasta la fecha. En él, la jugadora de la selección española de fútbol femenino sostuvo, contra la versión de Luis Rubiales, lo siguiente:

«Su beso no fue consentido (...). De la misma manera quiero reiterar como ya hice en su momento que este hecho no había sido de mi agrado (...). Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte. Sencillamente, no fui respetada».

Estas declaraciones de Jenni Hermoso desmintiendo la versión del aún presidente de la Real Federación Española de Fútbol fueron determinantes para que el ministerio público investigara oficialmente la escandalosa actuación de Luis Rubiales , con el objetivo de determinar su trascendencia jurídica.

Fiscalía explicó en aquel momento que tenía en cuenta sentencias previas del Tribunal Supremo que precisan que «son merecedores de reproche penal» los «tocamientos sorpresivos o fugaces sobre zonas erógenas aun cuando se realicen por encima de la ropa» o «los besos en la boca, aunque no los denominados ósculos».

Se complica el futuro de Luis Rubiales y, sobre todo, queda en evidencia la tibieza de la Real Federación Española de Fútbol a la hora de atajar esta crisis, de calado internacional. Los últimos pasos dados por los dirigentes actuales de la RFEF, el despido del seleccionador nacional, Jorge Vilda , y el nombramiento de su mano derecha como nueva seleccionadora, han sido calificados de «continuistas de la era Rubiales».