A veces, la realidad supera la ficción y no nos extraña que las plataformas de streaming llenen sus catálogos de series con el cartelito de «Basado en hechos reales». Hace poco podíamos ver el escándalo sexual de Bill Clinton contado (por fin) desde la perspectiva de Monica Lewinsky, en HBO Max triunfa Dolores. La verdad sobre el caso Wanninkhof y el año que viene por fin podremos ver en Netflix Inventing Anna, la historia de una mujer que se hizo pasar por multimillonaria para estafar a la alta sociedad neoyorkina. Historias interesantes con el morbo añadido de saber que, por muy inverosímiles que nos parezcan, ocurrieron en realidad.
Así llega a HBO Max Landscapers, una serie protagonizada por Olivia Colman (The Crown) y David Thewlis (Harry Potter y el Prisionero de Azcabán), que narra una historia macabra y difícil de creer que, sin embargo, sucedio en realidad. Ambos interpretan a Susan y Christopher Edwards, una pareja peculiar, obsesionados ambos con sus respectivas colecciones. Él, de recuerdos de guerra, ella de la era dorada de Hollywood. Se casaron en 1983 y dilapidaron todo su dinero en engordar esas colecciones, por lo que idearon un plan para conseguir financiación rápida y sin intereses: matar a los padres de ella.
Así, en 1998, mataron al matrimonio de ancianos en su casa, envolvieron sus cuerpos y los enterraron en el jardín. Hasta 2013, cuando descubrieron todo el pastel, Susan y Christopher contaban la historia de que los padres de ella se habían mudado a Irlanda e incluso llegaron a escribir cartas a diferentes familiares haciendose pasar por ellos. Mientras tanto, pedían préstamos, solicitaban tarjetas de crédito y cheques de discapacidad en nombre de sus padres, y todo el dinero que conseguían lo gastan en recuerdos y souvenirs para sus respectivas colecciones.
Pero claro, la farsa no podía durar eternamente y en 2012, William (el padre de Susan) estaría por cumplir 100 años, así que el Departamento de Trabajo y Pensiones pidió tener una reunión con él en persona, y el Palacio de Buckingham pidió una dirección para felicitarlo por cumplir un siglo de vida. Acorralados, Susan y Christopher huyeron a Francia, pero se les acabó el dinero y Chris llamó a su madrastra para pedirle un préstamo y se destapó el pastel al año siguiente.
¿Cómo pudieron estar 15 años estafando a la administración inglesa y ocultando un crimen a todo el mundo? Todo parece indicar que el crimen cometieron juntos, pero fue Susan Edwards el cerebro de todo de la historia. Y en eso es en lo que se va a centrar los cuatro capítulos de la serie de HBO Max, en la perturbada mente del personaje que encarna la actriz de The Crown, quien aseguraba que por momentos no distinguía la ficción de la realidad.