La reina Letizia marca distancias con Luis Rubiales: los reyes no recibirán a la selección femenina de fútbol en Zarzuela hasta el 19 de septiembre

En el día después del día después, los ejecutivos de la Real Federación Española de Fútbol y su presidente, Luis Rubiales, seguramente esperaban que la tormenta fuera amainando hacia el olvido. No ha sucedido así, aunque el ciclo de las noticias degluta las cuestiones en cuestión de horas. Prueba del escándalo que ha suscitado el polémico beso forzado en los labios que Rubiales propinó a la jugadora de la selección Jenni Hermoso, durante la entrega de medallas posterior a la final del Mundial de fútbol femenino .

Desafortunadamente para Rubiales, otras imágenes y otros vídeos reforzaron las críticas masivas a su proceder, disculpado por algunos como «producto de la euforia». Efectivamente, su euforia fue selectiva y se volcó con una mujer que, a los efectos, era una subordinada. No con el entrenador ni con, por ejemplo, la reina Letizia. Esas nuevas imágenes, sin embargo, confirmaron que ni siquiera la familia real se libró de sufrir el comportamiento del presidente de la Real Federación Española de Fútbol.

El vídeo en el que se puede ver a Luis Rubiales gritando, levantando las manos y tocándose groseramente los genitales para celebrar la victoria de la selección española en el Mundial sonroja. Se entiende que la infanta Sofía, sentada a su lado, se volviera constantemente hacia su madre: hizo bien en evitar cualquier intercambio de pareceres o felicitaciones con el presidente de la Real Federación Española de Fútbol.

En las imágenes, se puede ver perfectamente que es el único representante institucional que tiene semejante actitud. Con el agravante de que, a su lado, se encuentra la infanta Sofía, aún menor de edad, y la reina de España. Un comportamiento disuasorio para esas adolescentes y niñas que sueñan con jugar al fútbol .

Luis Rubiales no estuvo a la altura del triunfo de la selección española en el Mundial, no estuvo a la altura institucional de la Real Federación Española de Fútbol como anfitrión de la monarca y la infanta Sofía y no estuvo a la altura de la realidad de los aficionados al fútbol, que ya no son los de antaño, sino niñas y niños, adolescentes, mujeres y muchos hombres que no se comportan así en absoluto.

Cualquier madre estaría molesta al ver que, junto a su hija menor de edad, un señor se comporta de esta manera. Indudablemente, la reina Letizia ha de estarlo. En esta clave podemos leer el anuncio que ha hecho hoy Casa Real, en el que fija para el 19 de septiembre la recepción de los reyes Felipe y Letizia a la selección española de fútbol , para celebrar su victoria en el Mundial de Australia. Evidentemente, la reina ha marcado distancias.

Dejar prácticamente un mes entre la victoria de la selección nacional de fútbol femenino y la recepción en Zarzuela da muestras de la incomodidad que produce 'hacerse la foto' con Luis Rubiales en estos momentos. Prueba de ello es la frialdad con la que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, le saludó en su recepción al equipo en Moncloa.

En el gélido saludo de Pedro Sánchez a Luis Rubiales (apenas le miró a los ojos) puede leerse el rechazo que cualquier padre (en realidad, cualquier persona) debe sentir hacia un señor que trata de esa manera a su subordinadas. Poco después, en rueda de prensa Sánchez especificó: «Lo que vimos fue un gesto inaceptable; las disculpas son insuficientes e inadecuadas».

También la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha declarado que el comportamiento de Rubiales debe tener consecuencias. «Sin duda alguna, evidentemente lo que no está bien hecho siempre tiene que tener consecuencias, sobre todo, si ha indignado a todo un país y no está dando la mejor imagen de nuestro país», ha explicado Cuca Gamarra.

No se nos puede escapar que los reyes Felipe y Letizia han de estar especialmente sensibilizados con las dificultades que enfrentan las jóvenes al entrar en mundos altamente masculinizados. Es algo que experimentarán tanto Leonor como Sofía.

Ninguna joven tendría que recibir el trato que dispensó Rubiales a las jugadoras de la selección y, en general, a sus acompañantes en el palco, incluida la infanta Sofía . Son muchos los hombres que piensan así. Como Miguel Galán, director del centro de formación para entrenadores CENAFE, que ha denunciado a Rubiales ante el Consejo Superior de Deportes para que, al menos, se le abra un expediente