Las explosivas memorias de Lisa Marie Presley: del día que murió Elvis a por qué mantuvo congelado el cadaver de su hijo en Graceland durante más de dos meses

Cuando Lisa Marie Presley , la única hija de Elvis Presley y Priscilla, murió en 2023 a los 54 años dejó uno de los proyectos más importantes de su vida a medias. Quería contar su historia en primera persona y llevaba un tiempo inmersa en la escritura de sus memorias. De terminarlas y publicarlas se ha encargado ahora su hija, Riley Keough , que durante meses escuchó las cintas que su madre dejó grabadas con los recuerdos de toda una vida.

Ahora, esa autobiografía ( From Here to the Great Unknown) acaba de llegar a las librerías y es una auténtica bomba editorial porque no se deja nada en el tintero. Ni la relación con sus famosísimos padres ni su matrimonio con Michael Jackson ni sus problemas con las drogas ni la trágica pérdida de su hijo Ben, que se suicidó tres años antes de su propia muerte .

La hija de Elvis dedica buena parte del libro a describir la estrecha relación que le unía a su padre. «Ir a sus conciertos era una de mis cosas favoritas en el mundo», escribe Presley, que también cuenta que el cantante era un padre dedicado que solía ir a las reuniones del colegio para hablar con sus profesores. Otras veces, sin embargo, se lo encontraba inconsciente en el suelo del baño. «Siempre estaba preocupada de que mi padre pudiera morirse. A veces, estaba totalmente ido. Otras, le encontraba inconsciente. Escribí un poema que decía: « Espero que mi padre no se muera».

Presley también relata la última vez que vio a su padre con vida: se abrazaron, le dijo que la quería, le dio un beso y la mandó a la cama. Lisa Marie se despertó en mitad de la noche cuando se llevaban al cantante en camilla y se fue a su habitación a esperar noticias. Allí, a sus nueve años, se fumó un cigarro para calmar los nervios. Poco después, escuchó a su abuelo decir que el cantante había fallecido.

«Mi vida tal y como la conocía se había terminado. Él estaba muerto y ahora yo estaba atrapada con ella», escribe en referencia a su madre, Priscilla , con la que siempre tuvo una relación problemática que empeoró cuando el novio de ésta, Michael Edwards, empezó a abusar sexualmente de ella siendo una adolescente. Aunque Lisa Marie se lo contó a su madre, los abusos no cesaron y se prolongaron, relata en sus memorias, durante varios años.

Uno de los episodios más controvertidos de su vida tiene que ver, sin duda, con su matrimonio con Michael Jackson. Se casaron en 1994 después de conocerse en Las Vegas y de que ella se divorciara de su primer marido, Danny Keough, poco después de conocer al cantante. «Me dijo: 'No sé si te has dado cuenta, pero estoy completamente enamorado de ti. Quiero casarme contigo y que seas la madre de mis hijos. No dije nada de inmediato, pero luego contesté: «Estoy muy halagada. No puedo ni hablar». Para entonces yo también estaba enamorada de él», cuenta de una de las primeras conversaciones que tuvieron. Presley tenía 25 años; el cantante 35.

«Me dijo que todavía era virgen», escribe sobre Jackson. «Había besado a Tatum O'Neal y había tenido algo con Brooke Shields , pero nada físico a parte de un beso. También me contó que Madonna había tratado de enrollarse con él en una ocasión, pero que no pasó nada. Estaba aterrorizada porque no quería hacer ningún movimiento equivocado», confiesa la hija de Elvis. Sobre las acusaciones de abuso sexual a menores que persiguieron al cantante hasta su muerte, Presley solo dice: «Nunca jamás vi nada de aquello. Le hubiera asesinado con mis propias manos si hubiera visto algo».

La hija de Elvis, que dejó fuera del relato sus dos matrimonios fallidos con Nicolas Cage y Michael Lockwood pero no habla tan mal de la Iglesia de la Cienciología a la que perteneció durante años, da cuenta también de sus problemas con las drogas. Después de ser madre por última vez en 2008, desarrolló una terrible adicción a los opioides que le llevó a consumir más de 80 pastillas diarias.

Sin embargo, la gran tragedia de su vida fue el suicidio de su hijo Benjamin Keough en 2020. Presley confiesa que le recordaba muchísimo a su padre. «No quería decírselo porque pensaba que sería un peso demasiado grande para él. Estábamos muy unidos: me lo contaba todo. Ben y yo teníamos la misma relación que mi padre tenía con mi abuela. Fue como un puto ciclo generacional».

Aunque quizá la revelación que más titulares ha alimentado en las últimas horas tiene que ver con su decisión de congelar el cuerpo de su hijo y mantenerlo durante varias semanas en Graceland, la famosa mansión familiar de Memphis en la que Elvis vivió y murió en 1977.

«Me acostumbré tanto a él, a cuidarlo y a tenerlo allí… Creo que a cualquier otra persona le hubiera aterrorizado tener a su hijo allí. Pero a mí no», escribe Lisa Marie. El cadáver permaneció en Graceland durante dos meses hasta que Presley y su hija decidieron hacerse un tatuaje como el del propio Ben y todo terminó en una escena tan cómica como siniestra.

«He tenido una vida muy surrealista, pero ese momento está entre los cinco mejores», relata Riley Keough con humor sobre el momento en el que su madre abrió el ataúd para enseñarle los tatuajes al tatuador. «Poco después, todos entendimos que mi hermano no quería que su cuerpo estuviera en casa. Es como si nos dijera: 'Chicos, esto se está poniendo raro», escribe la nieta del rey del rock que también desvela que, en sus últimos años, su madre solía ir a Graceland para dormir en la cama de Elvis.

Lisa Marie Presley falleció el 12 de enero de 2023 a los 54 años después de haber conquistado la sobriedad. Sin embargo, no fue suficiente. «Todos sabíamos que mi madre moriría de un corazón roto», escribe ahora su hija.