Luis Jodar, farmaceútico, experto en vacunas, se siente, a sus 54 años, una persona privilegiada. Como vicepresidente senior y director médico mundial de vacunas del laboratorio estadounidense Pfizer, uno de los más importantes del mundo, ha estado en primera línea contra la Covid-19. La vacuna de Pfizer, desarrollada en un tiempo record junto con la empresa BioNtech, utilizando la tecnología del ARN mensajero, con un 95% de efectividad, fue la primera en ser aprobada por la EMA (European Medicines Agency) y por la FDA (Food and Drugs Administration) de Estados Unidos. Jodar asegura que su camino no tiene secretos. El primer paso fue un postdoctorado en Japón, en Neuroinmunología. Luego 14 años en la Comisión Europea, en la Organización Mundial de la Salud y en el International Vaccine Institute, de Naciones Unidas. Entonces dio el salto al sector privado, a la empresa Wyeth y, poco después, a Pfizer. «La experiencia y los años te proporcionan la oportunidad de llegar lejos», reflexiona al examinar su trayectoria Y añade: «No lo habría conseguido sin la estabilidad familiar».
Mujerhoy. ¿Todo lo que estamos aprendiendo sobre vacunas con la pandemia nos servirá para avanzar en la vacunación de otras enfermedades, como el sida?
Luis Jodar. La tecnología del ARN mensajero, en la que están basadas las vacunas contra la Covid-19, se basa en la introducción de un mensaje codificado en el organismo para que éste fabrique una proteína que active el sistema inmunitario. Puede abrir nuevas oportunidades para el desarrollo de vacunas contra otras enfermedades infecciosas o crónicas como el cáncer. Las vacunas contra la Covid-19 son la primera constatación de que esta tecnología se puede usar de manera segura y efectiva contra una enfermedad viral.
Sin embargo, esta tecnología no es nueva.
Es la primera vez que se han aprobado vacunas utilizando esta tecnología, pero se lleva investigando con ella desde hace treinta años. Nuestro socio BioNTech ha desarrollado en fase experimental tratamientos contra el cáncer utilizando el ARN mensajero desde hace una década. Y, por la flexibilidad que ofrece esta tecnología para cambiar los antígenos y las proteínas muy rápido, es ideal para el desarrollo de vacunas contra la gripe estacional.
¿A partir de ahora se desarrollarán otras vacunas contra enfermedades infecciosas con la misma rapidez?
En la pandemia han confluido una serie de factores para obtener resultados tan rápidos. En primer lugar, ha habido una colaboración estrechísima entre los laboratorios farmacéuticos y las autoridades sanitarias para revisar y evaluar las vacunas lo más rápidamente posible. Se han establecido sistemas de detección y de vigilancia sanitaria. Y, en segundo lugar, al ser una pandemia, la incidencia de la enfermedad ha permitido acumular los casos necesarios para determinar la eficacia en meses, en lugar de años. Yo creo que se han hecho muchas cosas bien y hay que ver qué lecciones se pueden aprender para aprovechar estas oportunidades para el futuro
¿Cuál es el siguiente paso?
Lo inmediato es seguir evaluando la seguridad de la vacuna en los más jóvenes. La vacuna se registró primero en mayores de 16 años, y luego para los adolescentes de 12 a 15 años. La Food and Drug Administration (FDA), que aprueba los medicamentos en Estados Unidos, ha dado el visto bueno hace poco al uso de la vacuna en niños de 5 a 11 años. Hemos sometido toda la información de seguridad y de eficacia de estos grupos a la EMA y estamos esperando respuesta. El siguiente paso sería vacunar a niños de seis meses a cinco años, y estamos evaluando su seguridad y eficacia.
¿Nos espera un futuro en el que va a haber pandemias constantemente? ¿Esto es así o es ciencia ficción?
No, no es ciencia ficción ni muchísimo menos. Ha habido muchísimas voces autorizadas que lo han dicho. La cuestión no era saber si iba a pasar, sino cuándo. Esperábamos que esa pandemia fuera de la gripe. Lo importante es ver si estamos preparados para combatir una nueva, más o menos grave, de una manera rápida y eficaz. Debemos ser capaces de crear la colaboración institucional necesaria y debe ser antes de la siguiente pandemia, de forma preventiva, luego es demasiado tarde. Se están dando pasos en la buena dirección.
¿Qué aporta la píldora antiviral que Pfizer acaba de presentar?
Es un antiviral capaz de reducir la probabilidad de hospitalización o de muerte por Covid, evidentemente es un avance impresionante. Si la pregunta es si esto es una competición con las vacunas, la respuesta es no, son estrategias complementarias, el papel de las vacunas es prevenir la infección y la sintomatología, mientras que el tratamiento es útil cuando ya ha habido una infección y una hospitalización: es terapéutico.
¿Por qué hay este miedo ante las vacunas? ¿Qué podemos hacer para evitarlo?
Es algo que a todos nos preocupa muchísimo. Yo creo que lo que se necesita, en primer lugar, es una información constante y rigurosa y, sobre todo, transparente de los datos, la mayoría de la gente lo que quiere es que se les informe para que ellos puedan ejercer su derecho a evaluar. No se puede demonizar a la gente que se hace preguntas acerca del riesgo que pueden tener las vacunas. Creo que es legítimo que lo hagan y debe haber respuestas con todos los datos al alcance, para inspirar confianza. A los que siguen siendo escépticos les diría que hablen con sus médicos.
¿Podemos sentirnos orgullosos de la vacunación en España?
El sistema sanitario español ha hecho un excelente trabajo. Y la gente ha respondido extraordinariamente bien. Esto no quiere decir que se deba de bajar la guardia. Desde mi punto de vista, la pandemia no se ha acabado, ni muchísimo menos. Se tiene que continuar actuando con precaución.
¿Tendremos que vacunarnos y revacunarnos a lo largo del tiempo?
Cuando evaluamos la eficacia de nuestra vacuna, vimos que, a corto plazo, tenía un 95% de eficacia. A lo largo del tiempo, pudimos observar cómo disminuía a partir del quinto o sexto mes, sobre todo en mayores de 65 años y en personas inmunocomprometidas. Por eso, evaluamos la seguridad y la eficacia de una tercera dosis, y comprobamos que no es solo segura, sino que reestablece los niveles de inmunización y de eficacia que se tenían al principio. Por eso la mayoría de los gobiernos ha empezado por aconsejar una dosis de refuerzo a aquellos que son más vulnerables. Es posible que se extienda pronto a otros estratos de la población para controlar reinfecciones y nuevas olas.
¿Entonces tendremos que revacunarnos?
Lo que sabemos es que la tercera dosis de refuerzo proporciona unos niveles de anticuerpos más alto que los que proporcionaba la segunda dosis, con una eficacia del 95%. Eso nos da una cierta confianza en que la duración de la protección va a ser más larga. ¿Cuánto más larga? No lo sabemos. Nosotros confiamos en que, al menos, sea de un año.
¿Estamos bien preparados para las próximas olas y variantes?
Estamos preparados para producir las dosis de refuerzo necesarias con la vacuna actual si el virus continuara circulando, y más dosis si fueran necesarias. Es posible que en un futuro pueda surgir una variante contra la cual la vacuna no sea tan efectiva y sea necesaria una vacuna desarrollada específicamente contra esa variante. La tecnología del ARN mensajero proporciona la flexibilidad para desarrollar una vacuna contra una nueva variante en un tiempo muy rápido.
¿Se quedará la Covid-19 reducida a una especie de gripe estacional? ¿Desaparecerá?
No sabemos cómo va a evolucionar. La comunidad científica espera que pase a ser una enfermedad endémica, ya sea estacional o no, y que pueda ser controlada con las vacunas. Si se convierte en una enfermedad endémica en la cual hay que vacunar cada año, estamos preparados.