Luis Rubiales no ha presentado su dimisión y sigue al frente de la Federación Española de Fútbol. / captura restransmisión directo RFEF

Ni más alto ni más claro

Las frases más polémicas del discurso de Luis Rubiales: señala a Jenni Hermoso, se niega a dimitir a gritos e impone su versión del escándalo

La dimisión de Luis Rubiales no se produce aunque era esperada. El presidente de la Federación Española de Fútbol desde 2018 da la gran soprensa y se despacha a gusto.

Era la crónica de una dimisión anunciada, pero no se ha producido. Cinco días ha tardado Luis Rubiales en comparecer para explicar largo y tendido lo ocurrido en el Mundial de fútbol y especialmente el beso en la boca a la jugadora Jennifer Hermoso) que fue señalado y criticado desde todos los ángulos. Políticos, deportistas, periodistas y rostros conocidos de distintos ámbitos (de Yolanda Díaz a Iker Casillas pasando por el propio presidente Pedro Sánchez) pedían medidas y responsabilidades. Especialmente la jugadora madrileña que emitió un comunicado explicando su postura. Hoy Rubiales ha tenido palabras para todos.

Este vierne,s 25 de agosto, ha dado su versión de todo lo ocurrido para concluir con un sonoro: «No voy a dimitir» que ha gritado hasta cuatro veces. Después de dar las gracias a los asistentes, Rubiales ha afirmado estar encantado de poder dar explicaciones. Lo ha dicho agradeciendo a todos los que le han mandado mensajes de apoyo, que según afirma, han sido muchos, aunque silenciados.

«Quiero pedir perdón sin paliativos de ninguna clase por un hecho que ocurrió en el palco, cuando en un momento de euforia me agarré esa parte del cuerpo que ya habéis visto». Para explicar ese momento en el que se tocó los genitales desde el palco, Rubiales se dirigía al entrenador Jorge Vilda con el que intercambiaba gestos durante el partido: «Tu primera reacción fue irte al palco y dedicarme la victoria, y yo te dije: 'No, tú'. Y en ese momento te hice esa señal de ole tus huevos».

«Tengo que pedir disculpas a la reina, a la infanta y a la casa real y a todos a los que se hayan sentido ofendidos. Mis más sinceras disculpas. He estado en infinidad de actos y nunca me había comportado así, pero la emoción era grande. No me justifico», explicaba sobre su comportamiento.

Luis Rubiales, junto a la reina durante la final del Mundial. / GTRES

La explicación sobre el beso con Jennifer Hermoso era el momento más esperado. «El pico», según él mismo lo ha llamado: «No hay deseo ni posición de dominio. Y además, toda la gente lo comprende aunque se está vendiendo otra cosa, como los que están ridiendo falsa pleitesia al falso feminismo que es una gran lacra en este país». Y sentenciaba: «Fue un beso espontáneo, mútuo, eufórico y consentido, que es la clave de todas las crítica».

Rubiales ha explicado cómo fue la escena completa según lo que él vivió: «Esta jugadora falló un penaliti. Yo tengo una gran relación con todas, hemos sido una familia durante un mes. Y tuvimos momentos cariñosos en esta concentración. En el momento en que apareció Jenni, ella me cogió y me subió del suelo que casi nos caemos y al dejarme en el suelo no abrazamos y yo le dije: 'Olvídate del penalti, sin ti no habríamos ganado'. Ella me contestó 'eres un crack', y yo le dije ¿un piquito?. Y ella me dijo: 'Vale'.

Rubiales hablaba entonces de todo lo que pasó después: «Del no pasa nada empiezan todas estas presiones, el silencio de las jugadoras y un comunicado que no acabo de entender. Aquí no se trata de hacer justicia, se está ejecutando un asesinato social. Se me está tratando de matar. Y más allá de mis situación personal, como español, tenemos que hacer una reflexión de hasta dónde vamos».

Sin dar nombres, el presidente de la federación dejaba algunas acusaciones en el aire: «Ser campeonas del mundo es lo más grande del fútbol. Hemos hecho algo muy grande Desde hace cinco años van a por mí por tierra, mar y aire. Denuncia, querellas más de 100, siempre es el mismo. Él y sus títeres».

También Rubiales ha tenido unas palabras para las y los falsos feministas: «Quiero decir, mirando a mis tres hijas, que hoy tienen que aprender una lección: la diferencia entre la verdad y la mentira, y yo estoy diciendo la verdad. Vosotras sí sois feministas de verdad y no el falso feminismo que no bussca la verdad ni las personas. Están preparando una ejecución para ponerse una medalla».

A juzgar por lo que le hemos oído decir esta mañana, Rubiales tiene pensado denunciar a algunas personas, incluidos políticos, que se ha postulado en los útlimos días. «La señora Yolanda Díaz, la señora Montero, Echenique se han referido a esta acción con la palabra vejar, violencia sexual, sin consentimiento, agredir… Por Dios, qué pensarán las mujeres de verdad que han sido agredidas sexualmente… A esas personas que han dicho esto de mí, que me han acusado, que están intentando asesinarme públicamente, me voy a defender como cualquier español en los juzgados. Voy a emprender acciones contra esas personas».

Casi finalizaban sus explicaciones sobre lo ocurrido durante el Mundial y en los días posteriores, cuando llegó la sopresa: «La verdad es la verdad. Podrán seguir con esta campaña. No es agradable, pero en lo profundo de mi corazón no me importa. No es soberbia, es humildad. Estoy dispuesto a ser vilipendiado por defender mis ideales. Lo mejor del fútbol sois vosotros, está aquí. Esta gente que me ha confiado poder ser presidente estos cinco años que ha sido el mejor regalo. Y ese es el fútbol de verdad que hemos levantado…. Y por eso, NO VOY A DIMITIR».

Una polémica que ha tenido distintas versiones en la voz de Luis Rubiales

La de hoy es la última (de momento) ocasión en la que Luis Rubiales va a hablar de un suceso que ha traspasado fronteras. No hay más que echar un vistazo a algunos medios internacionales que se hacían eco de la noticia desde la imagen dejada en Sídney. Los principales tabloides británicos (The Mirror, The Sun y The Daily Mail) destacaban entonces no solo el beso, sino también los «gestos obscenos» dirigidos a la selección británica desde el palco en el que estaban también la reina Letizia y la infanta Sofía. «Se tocó los genitales», titula 'The Daily Mail'. El diario 'The Guardian', contundente, titula su pieza: 'Violencia sexual'.

El momento en el que Luis Ribuales besa a la jugadora Jennifer Hermoso. / RTVE

Hoy mismo, el inglés 'The Guardian' hacía un análisis bajo el título «Rubiales y el escándalo que no da muestras de acabar pronto» (eso antes de que se conociera la noticia de su dimisión). Mientras el italiano 'La Republica' sentenciaba «Rubiales se rinde» y el alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung escribía este viernes que «las futbolistas no son un trozo de carne ni mercancía de hombres influyentes como Rubiales». La también revista germana  Del Spiegel habla de Rubiales como «el hombre del que toda España se avergüenza».

El ya expresidente de la Federación Española de Fútbol ha ido variando su versión (intentando dulcificarla y posiblemente evitar el punto tener que abandonar su puesto) desde los primeros momentos tras el incidente hasta las palabras que ha pronunciado esta mañana de viernes. Su primera reacción, la escuchábamos en Radio Marca («¿El beso con Jenni? Idiotas hay en todas partes» decía) y en El Partidazo de Cope añadía: «No hagamos caso de los idiotas y de los estúpidos. No estamos para gilipolleces. No comentéis cosas de pringados. Si hay tontos, que sigan con sus tonterías».

Las críticas empezaron a multiplicarse. Tanto, que unos días después grababa un vídeo en el que pedía disculpas. Para muchos y muchas, era tarde y el texto tampoco sonaba a arrepentimiento por frases como «seguramente me he equivocado, lo tengo que reconocer», «tengo que disculparme. No queda otra, ¿no?» o «ocurrió lo que ocurrió». Incluso el presidente en funciones vio insuficientes estas explicaciones: «El gesto fue inaceptable, las disculpas no son adecuadas y tiene que continuar dando pasos«, dijo Pedro Sánchez cuando recibió a la selección en Moncloa.

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