actualidad La actriz, guionista, escritora, compositora y directora María de Medeiros, sobre el machismo en el cine: «He tenido peleas homéricas con hombres que declaran la guerra a toda mujer que tiene una voz fuerte»

La actriz portuguesa que enamoró a Tarantino y coronó el cine español repasa su carrera y habla de su lucha para que la industria del cine deje de infantilizar a las mujeres.

La actriz, guionista, escritora, compositora y directora María de Medeiros / DAVID AMAYA

Marita Alonso
Marita Alonso

Al pensar en Maria de Medeiros (Lisboa, 1965), viene a la cabeza un verdadero aluvión de títulos. Desde Pulp Fiction hasta Airbag, la actriz, guionista, escritora, compositora y directora (¿cuánto ocupa su LinkedIn?) ha trazado una fructífera y rutilante carrera, con películas legendarias y numerosos premios, el último el Premio Especial 60 Aniversario del Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón.

«He tenido la suerte de haber colaborado con artistas increíbles en mi carrera. He trabajado en muchas películas de culto de diferentes países, con directores de renombre y con personas que, siendo menos conocidas, han marcado la historia del cine», asegura emocionada, destacando el papel que las cineastas han tenido en su andadura.

«Es cierto que he trabajado con menos mujeres que hombres, pero han sido muy importantes. Gracias a la directora portuguesa Teresa Villaverde y a su película Três Irmãos, logré el premio a la mejor interpretación del Festival de Venecia. Y comencé en el teatro con una obra de Brigitte Jacque con la que descubrí América Latina, viajamos a África, por Europa...». Sin embargo, cree que «hay perlas que desgraciadamente nadie ha visto. ¿Un ejemplo? La música más triste del mundo o Viaje a Portugal, en la que interpreto a una ciudadana ucraniana detenida en Faro. Sería muy interesante verla ahora».

Teniendo en cuenta su lamento por cómo el mainstream ha relegado algunas de las obras de las que se siente más orgullosa, quizá no sea una buena idea preguntar por su papel más recordado: Fabienne, la novia francesa de Bruce Willis en Pulp Fiction. «Estoy encantada de hablar de esta película, porque me lo pasé en grande rodándola y es fundamental en la historia de este arte. Cuando recibí el guión, que es ultraliterario, tan complejo y ajeno a los cánones, supe que tenía que hacerlo. Que un largometraje tan desobediente enamorara a tanta gente es extraordinario. Si todo el cine americano tuviera esa firma autoral, sería fantástico. Pero cuando el cine se vuelca completamente en el entretenimiento, te distrae del mundo y no te abre los ojos, sino que te ciega. Está el cine que enseña y el que esconde las cosas. Yo siempre he hecho el primero».

Con Huevos de oro, de Bigas Luna, descubrió España y la diversidad cultural de nuestro país. Y se dio cuenta de que el castellano no es el único idioma que se habla en Cataluña. «Yo, absurdamente, no hablaba español, pero aprendí rápidamente para hacer la película. En cuanto llegué, me di cuenta de que en Barcelona la gente habla catalán y aluciné... Fue realmente una inmersión. Me enamoré del país y fue un placer rodar con Javier Bardem, con quien más tarde trabajé en otra de esas perlas cinematográficas olvidadas, El detective y la muerte, y con Maribel Verdú», recuerda la actriz.

La Filmoteca de Cataluña le dedicó en 2017 la retrospectiva La sonrisa más dulce en 2017, y el año pasado regresó a Córdoba –donde hace una década grabó su tercer disco, Pájaros eternos– para colaborar con el productor Fernando Vacas en Ciudad de las ideas, un proyecto que busca recuperar el lugar de la ciudad andaluza como capital cultural. Tras pasar 20 años de su vida viajando a España constantemente, «ahora vivo en París, pero, ojo: ¡tengo dos hijas catalanas!», subraya.

Maria de Medeiros no quiere dejar de hablar de los abusos que en tantas ocasiones ensombrecen las carreras de las mujeres de la industria. «Todas hemos pasado por alguna situación de abuso. Cuanto más joven eres, la cosa es peor. Por eso es importantísimo que el movimiento Me Too exista y que se reconozca la palabra de las mujeres», reconoce la actriz, que hace 22 años aseguró que los intelectuales y artistas de izquierdas habían sido más machistas con ella que los militares, pues menospreciaban su trabajo y le preguntaban qué hombre estaba detrás de sus ideas.

«Siempre me ha indignado la condescendencia con la que tantos nos tratan y la forma en la que se nos infantiliza. Afortunadamente, las cosas están cambiando, porque este tema me ha puesto especialmente rabiosa toda la vida. He tenido peleas homéricas con hombres que declaran la guerra a toda mujer que tiene una voz fuerte», asegura con firmeza antes de decir cómo le gustaría ser recordada. «Me encantaría que dijeran que trabajé con el mismo amor en todos los países por los que pasé».