El otoño, pero también el invierno, es temporada alta para las escapadas urbanas. Las ciudades están repletas de planes: desde las últimas exposiciones y experiencias gastronómicas hasta la iluminación navideña y, por supuesto, el mejor shopping. Sobre todo, en ciudades como Donosti, Sevilla, Valencia, Barcelona o Madrid. Lo único que necesitas para convertir el plan de fin de semana en planazo es acertar con el alojamiento.
Si no eres fan de Airbnb (porque para eso ya te haces el desayuno cada mañana en tu casa) y un gran hotel te resulta demasiado bullicioso, probablemente ya sabes que los alojamientos que mejor encajan con lo que estás buscando son los hoteles boutique. Acogedores, pero entregados al diseño y el lujo; casi familiares, pero sin resultar intrusivos; céntricos, pero sin renunciar a la tranquilidad en su lobby, en su restaurante o tu suite… Perfectos para un tipo de turismo más maduro, pero sobre todo más exigente y refinado. Y ni siquiera tienes que buscarlos, porque ya lo hemos hecho nosotras por ti. Toma nota, reserva y disfruta.
Hotel Villa Favorita (Donosti)
Solo queda una: Villa Favorita. La última superviviente de las magníficas villas europeas que hace un siglo rodeaban la playa de la Concha, en San Sebastián. Construida por el arquitecto Antonio Cortázar en 1866, este edificio de estilo afrancesado es ahora un hotel de 23 habitaciones solo para adultos. Desde algunas de sus suites, sofisticadamente decoradas mezclando el estilo clásico con el contemporáneo, las vistas del Cantábrico son de postal. De su restaurante se encarga el chef con dos estrellas Michelin Paulo Airaudo, que también es responsable de su magnífico desayuno.
Only YOU Boutique Hotel (Madrid)
La rehabilitación de este palacete del siglo XIX, obra del prestigioso interiorista Lázaro Rosa-Violán, le ha valido premios internacionales como el Mejor Hotel Boutique del Mundo en la Categoría de Diseño. Acogedor y sofisticado, gracias al cuidado interiorismo contemporáneo, su spa tailandés ofrece masajes, por supuesto, pero también tratamientos inspirados en el yoga, el ayurveda o la medicina tradicional china. Su oferta gastronómica incluye Celicioso (un sorprendente restaurante gluten free) YOUnique Arts Club, donde conviven el arte y gastronomía, y Padrino Cocktail Bar, una antigua librería donde ahora se sirven los mejores combinados. Y no puede estar más céntrico: en el barrio de Salesas y a un paso de Chueca y Recoletos.
Serras (Barcelona)
En pleno barrio Gótico, pero mirando al Mediterráneo y a la Marina Port Vell, este hotel de 28 habitaciones es un auténtico oasis en la zona más excitante de Barcelona. Se duerme en colchones hechos a mano, se come en un restaurante dirigido por el chef Marc Gascons, con una estrella Michelin y que reinterpreta la cocina tradicional catalana en cada plato, se disfruta de los cócteles al atardecer en su rooftop, con una de las mejores vistas de la ciudad… Puro lujo urbano y sibarita.
Pájaro Rebelde (Sevilla)
Su nombre se lo debe a Carmen, la famosa ópera que Georges Bizet compuso en 1875, el mismo año de la construcción de esta casa tradicional sevillana de estilo romántico. Tan boutique que solo tiene siete habitaciones, este hotel situado en el céntrico barrio de San Lorenzo, y muy cerquita de la Giralda, perteneció a seis generaciones de la misma familia hasta que en 2016 fue comprado y reformado por una pareja francesa que conservó los elementos históricos, como azulejos y puertas, e inauguró el alojamiento en 2021.
Además de un patio interior y una galería acristalada, cuenta con un pequeño jardín, una azotea con piscina y preciosas vistas y hasta una sala para masajes. La reserva mínima son dos noches y la casa también puede reservarse entera.
Palacio Vallier (Valencia)
Antes de ser un hotel, este palacete del siglo XIX fue una residencia particular, la sede del Tribunal Supremo, la Casa Americana y hasta acogió a la Diputación de Valencia. Ahora, es un hotel boutique de 5 estrellas y 32 habitaciones en el que han descansado desde Cate Blanchett a Penélope Cruz y Javier Bardem. Situado en pleno casco antiguo de Valencia, desde su rooftop las vistas al Palacio de la Generalitat o la Plaza de la Virgen son impresionantes.
En su restauración se conservaron los elementos de estilo art decó valenciano, que combinan con los colores naturales, los materiales nobles y hasta las piezas de diseño de Lladró. Su restaurante es, además, una joya histórica: está levantado sobre las ruinas de una perfumería romana del siglo III, descubierta durante la rehabilitación.
20 de enero-18 de febrero
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