Pilar, la gallega que ocupa la dirección ejecutiva de Roberto Coin, nos descubre la casa joyera italiana desde dentro

Tras una juventud itinerante por toda Europa, Pilar Coin (Ourense, 1961) decidió establecerse de forma definitiva en Italia, en la norteña y tranquila Vicenza, por amor. El culpable de tal decisión fue Roberto Coin, por aquel entonces un joven italiano apasionado de la joyería que, en 1996, decidió lanzar su propia firma homónima.

Desde entonces, su marca nunca ha dejado de tener relevancia y su presencia en el mercado internacional ha ido creciendo sin pausa. Mientras Roberto se encarga de la dirección creativa, inspirándose para sus colecciones en rincones del mundo que tienen para él un alto valor sentimental –su última colección toma Navarra y sus medallones y escudos tradicionales como referencia–, Pilar ocupa el puesto de directora ejecutiva y se encarga de las cuestiones comerciales y empresariales.

«No nos vemos tanto como podría parecer, porque trabajamos en plantas diferentes», asegura sobre una unión, en lo personal y lo laboral, que ha cumplido ya más de 20 años. Un amor a prueba de todo y un saber hacer sobresaliente con cada nuevo paso que dan.

Uno de los detalles más especiales que tienen las joyas de Roberto Coin es el pequeño rubí engastado que esconden, que siempre queda en contacto directo con la piel de quien las lleva, como si de un amuleto se tratase. «A mí me parecía un derroche, pero descubrimos que a la gente le encantaba y decidimos incluirlo en todas las colecciones», reconoce Pilar.

Pero la firma que dirige ofrece mucho más que sentimientos: uno de sus valores más importantes reside en la atención al origen de cada diamante, la piedra angular de todas sus colecciones. «Nuestro compromiso con los derechos humanos a la hora de obtener diamantes es total y absoluto», asegura con vehemencia.

Garantía de ello es que el propio fundador formó parte del nacimiento del Kimberley Process, junto a la ONU, que se asegura de que el origen de las gemas no esté en zonas de conflicto. Hoy, Roberto Coin pertenece a su junta directiva, así como al Consejo de Joyería Responsable, que impone en el origen de los diamantes unos estrictos requisitos ambientales, sociales, éticos y de derechos humanos.

Si en los primeros pasos del proceso productivo se cuida el origen y la ética, una vez que las joyas llegan al cliente estas causas no se olvidan: la firma destina parte de sus beneficios a organizaciones sin ánimo de lucro que velan por cuestiones humanitarias, como Youth Aids (contra el sida juvenil) o Every Mother Cares (por la seguridad de las mujeres durante el embarazo y el parto).

Para visibilizar ese compromiso han contado con el altavoz internacional de personalidades como Christy Turlington . No hay nada que pueda hacer parar el gran motor de saber hacer y compromiso ético que Roberto y Pilar crearon y siguen construyendo.