Vestido-arpa de Moschino. / DR

El cuerpo como escenario: la teatralización de la moda

La moda ha pasado de la sexualización a la teatralización corporal. Este otoño, todo es drama.

El cuerpo humano es el único emplazamiento sobre el que los diseñadores de moda proyectan su imaginación. Por eso, a lo largo de la Historia, ha sido lugar de tradición o vanguardia, de rebeldía o sumisión, de tolerancia o intransigencia... Siempre el escenario de la polémica.

Puesta en escena del desfile de Off-White y Bella Hadid con uno de los vestidos de la colección. A la derecha, propuesta de Vetements. / DR

El siglo XX y estas décadas del XXI ostentan el honor de ser las más liberadoras, con conquistas como la democratización de la moda frente al protocolo de clases, la flexibilización de la indumentaria femenina o el traslado de la ropa militar, deportiva e interior a la vida cotidiana.

Diseño de Schiaparelli con guantes tijera. Foto: DR

Pero muchas conquistas también tienen su perversión y la hipersexualización del cuerpo de la mujer es quizá la más indeseable. En la moda contemporánea, creadores como Junya Watanabe, Vivienne Westwood, Olivier Teyskens o Rick Owens combaten los convencionalismos sexistas y de todo tipo desde hace décadas, y han sido considerados experimentales, rupturistas, excéntricos o provocadores, a veces de forma reverencial y, otras, burlona. Pero, en cualquier caso, solo para minorías.

De arriba abajo, diseño y escenografía del desfile de Rick Owens, conjunto acolchado de Dolce & Gabbana y, a la derecha, conjunto de Schiaparelli. / DR

Ahora su orillada impronta conceptual se ha convertido curiosamente en referencia para firmas comerciales de todo tipo, que se suman a una tendencia que teatraliza el cuerpo hasta convertirlo en el espectáculo de las alfombras rojas e Instagram. La dramatización es protagonista y plantea otra cuestión: ¿abraza realmente la diversidad y la libertad de elección o cosifica y oprime aún más nuestro cuerpo?