Melania Trump en octubre de 2020, junto a Donald Trump, en la Casa Blanca. /
Stephanie Grisham, exsecretaria de prensa de Donald Trump, acaba de publicar un libro en el que confirma algunos rumores y cuenta los secretos mejor guardados entre el expresidente de Estados Unidos y su mujer, Melania Trump . Bajo el nombre I'll take your questions now: what I saw at the Trump White House (Atenderé tus preguntas ahora: lo que vi en la Casa Blanca de Trump), esta biografía no autorizada arroja una visión interna sobre lo que se vivió en la Casa Blanca durante la turbulenta presidencia de Donald Trump . A lo largo del mandato del magnate, Grisham ostentó diferentes puestos como secretaria de prensa, tanto de Trump como de Melania.
La historia de Grisham con la familia Trump comienza en 2016, cuando pasa a formar parte del gabinete de prensa de Donald durante su campaña presidencial. Termina de forma turbulenta en enero de 2021, tras el episodio del asalto al Capitolio de Estados Unidos instigado por Trump. Menos de 12 meses después, la profesional ya ha contado cómo vivió durante esos años la cercanía al polémico político y su familia. Entre los asuntos más llamativos, destacan los relacionados con Melania y sus controvertidos gestos, a los que ahora podemos dar una explicación gracias a Stephanie Grisham.
«No me importa en absoluto, ¿a ti?», rezaba la prenda de ropa más viral que llevó Melania Trump durante el mandato de su marido. Era una chaqueta de Zara y llevó en un momento muy delicado: Estados Unidos acaparaba las miradas de toda la prensa internacional por la crisis de los niños indocumentados, que fueron separados de sus familias. Mientras que los padres eran deportados o encarcelados, los pequeños se quedaban en centros improvisados al amparo de las autoridades y todavía no se ha conseguido reunir a todas las familias destrozadas.
Con la prenda de ropa, nadie interpretó otra cosa: esa polémica generada con su marido no le afectaba para nada a ella. Un gesto que no concordaba con el trabajo de la exprimiera dama en Unicef, en apoyo a los niños. Pues bien, los verdaderos destinatarios de esa frase eran los creadores de las Fake News que tanto persiguieron a Melania durante el mandato de Trump, no la polémica de su marido con la inmigración, según la portavoz de la familia.
Pero no solo ese asunto ha esclarecido la comunicadora en su biografía. Uno de los gestos más repetidos por Melania, y viralizados por los medios y las redes sociales, era el de retirarle la mano a su marido cuando caminaban juntos. Algo que a priori podría parecer una actitud de rechazo, pero sobre la que Grisham arroja luz: darse la mano iba en contra del protocolo y Donald sabía que a Melania le gustaba seguir las reglas, por lo que «a menudo trataba de tomarle la mano para molestarla». Otro tanto para Melania, que de forma indirecta está limpiando su imagen con las líneas de Grisham.
«No quiero parecerme a Hillary Clinton», le confesó Melania a Stephanie en una ocasión. La ex modelo estaba comparando su posición tras destaparse los rumores de la relación entre Donald Trump y la actriz pornoStormy Daniels, con el desliz de Bill Clinton con Monica Lewinsky. Hillary habría intentado salvar la imagen del matrimonio dándole la mano a su marido en un acto tras los primeros rumores. «Fue inútil», concluye Grisham. Por lo que Melania, en cambio, apareció del brazo de un soldado «con apariencia atractiva», en el primer discurso de Trump sobre el Estado de la Unión. El pretexto fue que el suelo era resbaladizo. Pero lo cierto es que esa solo fue una de sus muchas venganzas públicas.
Son estas y otras confesiones de Stephanie Grisham las que han desatado la ira de Donald Trump, que ha asegurado en un comunicado a través de un portavoz, que no hay que tomar en serio sus declaraciones porque está muy «amargada», tras una ruptura amorosa, además de una «trabajadora descontenta». Y que el libro solo es fruto del pago de «una editorial de izquierda radical, para publicar cosas malas y falsas».