Esta base de maquillaje en cápsulas lo disimula todo, se aplica muy fácil y deja un acabado muy natural

Las nuevas fórmulas sin agua de los desmaquillantes , que nos permiten prácticas más sostenibles, no solo son los únicos cambios que dicta una industria en constante movimiento. Una nueva forma de aplicar el maquillaje acaba de irrumpir entre las tendencias y confirmamos que este es el futuro. Aprovechando el tirón de los beneficios de un retinol encapsulado , una de las firmas de belleza de cabecera ha lanzado una base de maquillaje en cápsulas que lo tiene absolutamente todo para instalarse en nuestro neceser y hacer de él un cosmético de uso diario imprescindible.

Ya te adelantamos que tiene lo mejor de un fondo de maquillaje de alta cobertura y de uno muy ligero de acabado natural: disimula todo tipo de imperfecciones con un efecto segunda piel muy flexible y sutil.

El nuevo Milky Boost Capsules de Clarins es uno de esos cosméticos que encontramos a medio camino entre maquillaje y tratamiento. Su fórmula es un 88% tratamiento, compuesto por aceites vegetales y otros extractos de planta que hidratan y suavizan la piel al instante. Más un 12% restante, pigmentos nácares que dejan un efecto buena cara durante horas y que están disponibles en en seis tonos diferentes.

Imprescindible, que la cápsula mantiene estable y segura la fórmula de forma individual. Se salta el comienzo de fecha de apertura de cualquier base de maquillaje que puede resecarse, generalmente, en el plazo de un año. Ademñas, son muy cómodas de llevar en el bolso y aplicarlas en cualquier momento gracias a su acción hidratante.

La individualidad de cada cápsula nos puede hacer pensar que aumenta el efecto contaminante. Pero estas en concreto, están fabricadas con vegetales como las algas o las féculas de maíz, que son biodegradables y desechables sin riesgo de contaminación. Además, el tarro es rellenable y reutilizable, y el estuche de cartón proviene de bosques gestionados con criterio sostenible.

Además, es muy fácil de aplicar. Según nos cuentan desde la firma, «abre la cápsula girando el capuchón hasta que se desprenda. Aplica con las manos o con una brocha». Pero lo mejor de lo mejor, que no se desperdicia. Cada cápsula contiene la dosis perfecta para maquillar rostro y cuello.

El acabado es satinado, es apto para todo tipo de pieles (secas, grasas, mixtas o normales) y como extra fundamental, contiene extractos de furcellaria, de lápsana y de marrubio blanco bio, que ayudan a luchar contra los efectos de los radicales libres en la piel y mantiene la luminosidad. Eso sí, lo que le hace aún más irresistible es su aroma a aceite de la nuez del melocotón casi adictivo. ¿Le podemos pedir algo más?