Sobre maquillaje no hay nada escrito. A diario aparecen nuevas tendencias, maneras de aplicarlo o dar un uso totalmente diferente a los productos que fueron concebidos para determinada tarea. El corrector pasa por iluminador, el bronceador por contorno o sombra, la base se puede esparcir de mil formas, el labial es un multiusos... Si hay un cosmético que está revolucionando las técnicas de maquillaje , ese es el colorete. El toque de color que aporta al rostro tiene mucho poder. Los hay en crema , líquidos, cushion o en polvo. Ese toque sonrosado en las mejillas consigue un aspecto buena cara saludable al instante. Es magia. Pero, cuidado. Si no equivocamos sobre su ubicación en el rostro, el tono o nos excedemos, obtendremos el efecto contrario y nos echarán años encima.
Al tener un papel importante a la hora de cambiar el aspecto en general (como los juegos de sombras y luces), debemos prestar atención a la forma de nuestra cara, disponiendo el color según nuestros deseos (rejuvenecer, afinar, levantar) y lo que nos resulte más favorecedor. No existe una colocación «adecuada» del colorete, pero podemos dar con la que se ajuste a nuestras necesidades o el look que vayamos a llevar ese día. Gracias a que las redes sociales están llenas de maquilladores profesionales de famosas, editoriales de belleza o pasarela, los consejos de experto nos llegan de primera mano y aquí estamos para desglosar las variedades que hacen que te veas mucho más joven.
Un básico al que todas recurrimos. Sonríe y aplica el tono sobre la parte más voluminosa de las mejillas y llévalo un pelín hacia arriba, rozando la zona de las ojeras. Así, el resultado será de un brillo saludable, natural y efecto relleno super juvenil. Si tu rostro es angular o recto, esta es la mejor opción para resaltar la forma y hacer equilibrio.
Sí, como oyes. Pasar el colorete por el rostro entero da mucha luminosidad y un acabado veraniego, tengamos la forma que tengamos. Extiende el tono elegido por nariz, barbilla, mejillas, frente y párpados, de manera ligera y sutil, así que preferiblemente opta por un melocotón o cualquier otro color desvanecido que no resalte mucho. Aporta una sensación uniforme y ultra natural, mejorando tanto las pieles pálidas como las bronceadas.
Si buscas naturalidad y una sensación rosada, como si el sol te hubiera dado color en la playa o hubieses estado sometida a un frío intenso, este es tu método. Por supuesto, lo mejor es decantarse por un tono rosa o rojo, ya que son los colores que brotan del rostro. Distribúyelo en una línea horizontal que vaya del final de las mejillas al puente de la nariz, incidiendo en esta área. Polvo o crema, si deseas mayor discreción. Sienta bien a todas.
Una técnica de inspiración años 80 que se ha vuelto a popularizar. El recargado «draping» ha bajado su intensidad para ser llevado a diario. Difumina el colorete desde los pómulos hasta la parte final de las cejas, a modo de «c», y dará la impresión de que nuestras fracciones se han levantado. Aporta definición y juega con los volúmenes para ese resultado reafirmado, por tanto, favorece a toda clase de caras.
Aquellas que pasen por completo de aplicar mil pasos de maquillaje, no sean fanáticas del contorneado o tengan formas más redondeadas, podrán encontrar lo que buscan en esta técnica. El aspecto final es de unas facciones definidas como las de una supermodelo, con pómulos marcados y una impresión más fina porque ilumina y oscurece, a la vez. Pon el colorete en las zonas donde echarías el bronzer o bien mézclalo con él para ese efecto tostadito, tan mono.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
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