Trucos fáciles para crear un efecto microblading y conseguir unas cejas perfectas y naturales en segundos

Desde hace unos años, todo en belleza gira en tono a las cejas. ¿El culpable? El inmenso universo de fotografías de Instagram que muestra a chicas con cejas perfectas al milímetro, repeinadas y con un ángulo sacado de la proporción aurea. Frondosas, laminadas y siempre en su sitio , merecen estar expuestas en un museo. El aluvión de tendencias quizás se explique por el poder que tiene esta parte de nuestro rostro para transformar la apariencia. Vaya, que el interés no es actual, ¿Quién no envidiado las cejas de Brooke Shields? Por favor...

Muchas, ya acomplejadas y hastiadas de intentar este efecto nos hemos decantado por la solución semipermanente del microblading , pero ni aun así. El pigmento no queda tan natural, los trazos no son tan definidos. Por eso, para ahorrarnos dinero, tiempo (por los necesarios retoques) y disgustos, las novedades de maquillaje se imponen como la opción más eficaz, fácil y rápida. Y es que, con tanto revuelo por las cejas, las marcas se han puesto la pilas para lanzar productos de esta categoría que de verdad consigan esa sensación 'feather brows', que rellenen, den forma y dejen un aspecto natural al crear la apariencia de pelitos.

El método más cómodo y sencillo es emplear un rotulador de cejas. Diseñados para ser ultra precisos, con una punta microscópica y una tinta resistente, que se adecua a tu tono natural, permiten dibujar los pelos para imitar a los reales y colocarlos allá donde necesitemos para conseguir esas cejas pobladas y perfectamente peinadas.

Mejores que los lápices, que normalmente no tienen la textura (demasiado duros o blandos) apropiada y tienden a colores anaranjados, y que las pomadas, más engorrosas porque necesitan de un pincel, técnica depurada y su fórmula no es tan discreta ni consigue tanta definición.

De hecho, existen rotuladores con varias puntas que agilizan el proceso de maquillar las cejas, dibujando 3 o 4 pelos a la vez, así como regulan el grosor del trazo, para hacerlo más fino o marcado, según se desee.

Lo primero para conseguir un efecto cejas naturales definidas es encontrar el tono ideal para ti. Siempre se debe elegir un tono o dos más claro que el natural y tener en cuenta el subtono, que no tire a cálido o rojizo, sino a un ceniza neutral, seas rubia o morena, ya que este factor hace que el color sea demasiado evidente y no pase por nuestros pelos reales.

Ahora, es el momento de pintarlas. Empieza desde el interior, en las zonas en las que hay carencias, en posición ascendente. Cuando alcancemos el arco de la ceja, dibujaremos los pelitos hacia abajo, estrechándonos más y más a medida que lleguemos a la cola. Después, ve al inicio, en la parte pegada al entrecejo, y, también traza pelos en movimientos ascendentes, un poco más separados y largos. Aunque, si lo que quieres son ceja 'fluffly' super naturales que sean llenas, pero no rellenas, es mejor que espacies los trazos en toda la ceja.

Ten en cuenta que, a mayor presión, más tinta se depositará en la piel, por lo que se recomienda sujetar el rotulador de forma ligera, sin apretar, e ir dibujando rápidamente, ya que eso favorece las líneas finas.

El tip final, que consigue ese acabado laminado precioso, es pasar un goupillon para peinar y cepillar las cejas, que hace que la tinta se difumine lo justo para que los pelos creados no queden tan marcados y se entremezclen con nuestros pelos reales. Puedes dejarlas así o fijar para una larga duración, con un gel de cejas transparente, siguiendo los mismos movimientos hacia arriba hasta llegar al arco, y cambiar hacia movimientos descendentes.