Cómo aplica el maquillaje en polvo la maquilladora de las famosas para un look natural sin brillos y sin arrugas

Seguro que tú también experimentas la batalla constante entre la luminosidad y la aparición de brillos . Aquellas que disfrutamos de look natural de aspecto jugoso y radiante , lo que se conoce como 'glowy skin', super juvenil, conocemos muy bien ese sentimiento. ¿Tengo el cutis hidratado o está graso? Lo que ocurre es que, si queremos ese acabado 'no makeup makeup' sensación segunda piel, normalmente, todo se basa en productos líquidos o en crema, y los polvos se dejan al margen, porque matifican y acartonan, echando años encima.

Claro que, si no deseamos la molesta presencia de los brillos, inevitables con el paso de las horas, y queremos conservar nuestro maquillaje intacto, los polvos al final son necesarios. Sin embargo, hay una técnica que se ha puesto de moda en las redes sociales, con la que obtener un rostro resplandeciente a la vez que los beneficios de sellado de los polvos. Es el «pinpoint powdering», el truco que te salvará la vida a diario, fácil y rápido, sin necesidad de continuos retoques.

La maquilladora profesional de las famosas, Nikki DeRoest, la mano que hay detrás de los impecables y elegantes looks de modelos como Rosie Huntington Whiteley o Hailey Bieber, resuelve todos nuestros problemas de maquillaje enseñándonos a aplicar los polvos de manera correcta, para un efecto super natural.

Este 'hack' consiste en depositar polvos sueltos traslúcidos de forma selectiva, solo donde se acumula la grasa, empleando una brocha fina y tupida, que normalmente se usaría para el iluminador. Según DeRoest, este método incrementa incluso la luz del rostro porque juega con la dimensión de las facciones y la proporción entre mate y satinado.

Es fundamental que nuestra herramienta sea del tamaño y pelo adecuado. Las brochas grandes que no se pueden centrar en zonas específicas no funcionan. Las que son demasiado delgadas o planas tampoco. La ideal es aquella con una buena cantidad de cerdas, un grosor medio, poca rigidez para un difuminado uniforme y una forma de pelo más o menos ovalada.

Para los polvos, el efecto segunda piel óptimo se consigue con una fórmula ligera, que no deje parches, no demasiado matificante y mejor si no tienen color. Aunque, hay productos de polvos compactos de tono muy sutil y textura suave que también pueden servir.

Cada una de nosotras suele producir grasa o sudor en diferentes áreas del cutis. Lo más normal es que sea en la zona T, frente, nariz y barbilla. Empieza por el entrecejo y esparce el producto un pelín hacia arriba, para llegar al centro de la frente (los lados no), con muy poca cantidad de producto. Después, sin volver a mojar la brocha en los polvos, incide en ambos lados de la nariz, pero no en el arco. Por último, un toquecito en la barbilla y un poco por debajo de los ojos para mantener el corrector a raya y conservar el aspecto radiante.

Repetimos, aplica muy poca cantidad y ve difuminando con el foco solo en dichas zonas, no más allá, que lo que tratamos es de ser precisos y nítidos, de lo contrario, realzarás imperfecciones y tu cutis se verá pesado, plano y sin vida.