Cómo hacer un maquillaje de ojos ahumados paso a paso

Cuando hablamos de maquillaje para fiesta, es imposible que no se nos venga a la cabeza el más icónico de todos: los ojos ahumados. No hay mejor forma de potenciar la mirada como con un smoky eye. Esa mezcla de sombras difuminada en todos oscuros y claros que aporta tanta dimensión resulta infalible y favorecedora en todas, independientemente de la edad o el color de ojos que tengamos. Junto a algún tipo de eyeliner o con uno de los mejores rimels de pestañas, seguro que triunfaremos.

Lo mejor es que se puede adaptar a cada una porque se trata de una técnica que permite usar cualquier paleta de tonos e incluso se puede llevar en una versión más natural si usamos nudes. Pero, lo mágico de este maquillaje es resaltar los ojos y para ello los colores oscuros son indispensables. Así que, la próxima vez que tengas un evento de noche, aplica estos trucos para cómo hacer los ojos ahumados paso a paso.

El smoky eye o maquillaje de ojos ahumados se trata de una técnica que consiste en la mezcla degradada de varios tonos de sombras dentro de una misma paleta de color, de más claro a más oscuro. El difuminado y la integración de los colores es crucial para un buen acabado, por eso resulta importante que la calidad de la fórmula sea pigmentada y no parchee.

En la esquina interior del ojo irán los colores más claros que se irá oscureciendo hacia afuera. Y, se pueden utilizar sombras mate o con brillo, incluso mezclaras, ya que lo importante es que la tonalidad pertenezca a la misma gama cromática. Esto dará mucha profundidad a los ojos y agrandará la mirada.

Aunque este look es bastante sencillo de realizar y un básico en técnicas de maquillaje, el acabado es bastante potente al usar tonos oscuros, por lo que se trata de una opción ideal para la noche o fiestas . Resulta muy llamativo e intenso, lo cual puede ser excesivo para el día a día, cuando queremos lucir más naturales.

De todas formas, al haber tantas versiones del smoky eye, no se puede concretar un momento. El clásico en negro o aquellos que usan sombras glitter son, esencialmente, para planes nocturnos. Pero, si lo adaptamos en tonos nude y marrones, también lo podemos llevar como maquillaje de invitada o incluso para ir a trabajar, hecho de forma muy sutil.

Lo primero que haremos será aplicar un corrector de ojeras en la esquina exterior e interior del ojo, difuminándolo con el dedo, una brocha pequeña o una esponja de maquillaje humedecida. Muchos profesionales también apuestan por usarlo como último paso, ya que el polvo de las sombras tenderá a caer a la ojera y emborronará la parte de abajo. Así que, tú decides.

También es muy importante aplicar una prebase para sombras. Este producto no solo aumenta la pigmentación y la fijación de las fórmulas para un mejor acabado. Además, también alisa los párpados y aporta un suave y uniforme tono, con un tinte del color de la piel, para homogeneizar toda la zona.

Una vez hemos preparado correctamente los ojos, toca pasar al uso de las sombras. Primero aplicaremos el tono más claro en todo el párpado móvil, creando una base. Después, escogeremos un tono intermedio para hacer la transición que emplearemos sobre la cuenca o línea de pliegue del párpado y de la mitad del ojo hacia el exterior.

Terminamos la aplicación de las sombras con el color más oscuro de todos, que dispondremos en forma de v, en la esquina exterior del ojo. Es importante difuminar muy bien todos los tonos para que se cree ese efecto degradado que vaya de menos a más, a medida que llegamos al final del ojo. Además, la última sombre también la puedes realizar cambiándola por un lápiz de ojos cremoso que permite un buen difuminado. Además, también puedes aplicar sombra o lápiz en la línea inferior de las pestañas.

Una vez hemos terminado con las sombras, toca aplicar el eyeliner para aportar aún más intensidad a los ojos. Lo mejor es seguir la línea superior de las pestañas y terminar con un pequeño rabillo que vaya hacia arriba, como un cat eye. Pero, puedes escoger cualquier tipo de eyeliner que favorezca a la forma de tu ojo. Igualmente, también está la opción de utilizar delineadores de cualquier formato, sea rotulador, en crema o gel, lápiz, líquido... Pero, es indispensable que el color sea más potente que el de las sombras.

Para finalizar, le daremos el punch que necesita la mirada para abrirla y hacer que esté aún más definida y favorecida con una máscara de pestañas. Hay muchas opciones entre los mejores rimels , así que escoge uno en negro intenso que permite aportar mayor curvatura, longitud y un volumen XXL. Será la clave para conseguir un look más integrado.

En el caso de que quieras hacer unos ojos ahumados en negro, la técnica es básicamente la misma, pero usando una sombra negra con menos pigmentación en todo el párpado móvil y después, cogiendo otra en crema o un lápiz de ojos mucho más intenso que la primera sombra para realizar la transición. Además, marcaremos con más énfasis la línea inferior de las pestañas y también podemos colorear la línea de agua.