Parece mentira que pasados los 40, mi maquillaje de ojos favorito lleve purpurina. Sí, la edad no está reñida con las tendencias y, aunque no renuncio a una buena base para pieles maduras , tampoco lo hago a las modas virales. Y esta es una de ellas: se llevan las sombras de ojos cargadas de brillos y glitter.
Lo que empezó siendo un capricho absurdo (me compré la sombra pensando que no me iba a atrever a usarla nunca) ha terminado siendo imprescindible. Porque lo mejor de todo es lo fácil que es de utilizar incluso para torpes como yo que aún siguen siendo incapaces de hacerse un eyeliner decente o acertar con la cantidad de colorete.
Las sombras que he comprado son de Zara, una inversión mínima que era un consuelo, si la cosa no salía bien no me habría gastado mucho dinero. Y nada más lejos de la realidad, el buque insignia de Inditex se está poniendo las pilas con los productos de maquillaje y estas dos sombras son ya un éxito de ventas. Doy fe: no paran de agotarse.
Sombra de ojos líquida, de Zara (10,95 euros).
La primera que llamó mi atención fue esta sombra líquida. Había probado este formato alguna vez y reconozco que no es precisamente uno de mis favoritos. Obviamente he cambiado de opinión. Aunque parezca de un blanco brillante, su efecto es tornasolado y según la mires puede parecer blanca, verde o lila. Un efecto nacarado que le aporta muchísima luz a la mirada.
Tampoco tiene un pigmento excesivo y puedes extenderla por el párpado móvil con el aplicador y hacer tantas pasadas como quieras, nunca te quedará un resultado excesivo sino todo lo contrario. Un pequeño truco es añadir un toquecito en la zona del lagrimal que puedes difuminar con el dedo.
Una vez que había dominado el producto mi atención se fue hacia un paso más allá: un gel transparente con purpurina para añadirle un efecto glitter a la sombra. Y fue este, también de Zara, el que me propuse conseguir. Y digo propuse porque ha estado agotado mucho tiempo.
Gel con purpurina, de Zara (8,95 euros)
Con este producto hay que empezar con más cuidado, es un gel transparente que, en un principio, te deja un ligero efecto húmedo pero apenas tarda dos minutos en secarse. Puedes cogerlo con un pincel, pero mi consejo es que lo hagas directamente con el dedo por las zonas que quieras destacar. Asegúrate de que coges la cantidad suficiente de purpurina y que la distribuyes mientras el producto aún esté húmedo y se pueda extender.
Esto es cuestión de gustos. Yo no soy muy atrevida en cuestiones de maquillaje y me gusta darme unos toquecitos en el extremo exterior del ojo, en la zona de las patas de gallo. Pero también me parece ideal para darle a una sombra mate un toque de purpurina, ya sea en tonos marrones o nude (para convertir un maquillaje de día en uno de noche) o bien de color. Queda ideal sobre azules, verdes o morados.
Si no quieres que se te mueva en absoluto, aplica una capa de primer antes para que, pase lo que pase, no acabes con la purpurina por todo la cara según vayan pasando las horas. Añade también una buena cantidad de máscara de pestañas y dibuja bien tus cejas con un lápiz específico. Así, tu mirada no solo parecerá más grande sino también más fresca y joven.