Sunburnt Blush: la tendencia de maquillaje antiedad con efecto buena cara que hará que te veas 10 años más joven

La viralización de técnicas de maquillaje que transforman y favorecen el rostro empezó con la fiebre del contouring, después paso al iluminador, los eyeliner que levantan el párpado , el boom de las cejas laminadas y ahora le ha llegado el turno al colorete. Desde que empezó la primavera se han ido sucediendo tendencias relacionadas con rubores a un ritmo incesante, siendo la última el truco que combina colorete y corrector con efecto buen cara . Lo cierto es que este toque de color resulta fundamental para rejuvenecer y reavivar la apariencia. Además, dependiendo de su posicionamiento obtendremos unos resultados diferentes.

Como la corriente del maquillaje se dirige hacia la ilusión de una piel real mejorada, viéndose influida por los filtros beauty de las redes sociales, los hacks para el colorete tienen la intención de alcanzar ese look natural perfeccionado y juvenil. A colación del inicio del verano, la nueva moda se basa en crear la ilusión de una tez ligeramente enrojecida por el sol, básicamente, lo que ocurre cuando nos quemamos la cara en la playa, pero de forma más sutil. Resulta que el denominado 'sunburnt blush' es el mejor método que podemos utilizar para quitarle años a nuestro aspecto y aquí te enseñamos como realizarlo.

Aunque nos pasemos el día preocupadas por intentar no quemarnos cuando estamos en la playa, las primeras veces que pisamos la arena es inevitable, y acabamos cogiendo color en las mejillas. Ese rubor está dispuesto de tal manera que resulta muy favorecedor y juvenil. Por eso, la última técnica viral de maquillaje trata de imitarlo.

Hablamos del 'sunburnt blush', la tendencia que se basa en emular en sonrojamiento del rostro por el sol. Es un look fresco y natural que dulcifica la apariencia y no solo se ha vuelto popular en redes sociales, sino que ha llegado hasta los maquillajes de alfombra roja de las famosas por lo rejuvenecedor que se ve.

Conseguir una estética limpia y un efecto buena cara es el objetivo. Para realizar este método, lo más importante es depositar el colorete en un lugar preciso, justo en la franja que va de la parte alta de las manzanas de las mejillas y llega hasta el arco de la nariz.

De esta forma, parecerá que los pómulos están más elevados y esculpidos, a la vez que resalta una faceta inocente, alegre y aniñada. Se trata de un look sin esfuerzo que no requiere nada de tiempo, sienta bien a todas las formas de rostro y unifica el maquillaje.

Igual de importante que la colocación del rubor es el tono que debemos seleccionar. Estos deben ser cálidos, rosados o rojizos, pretendiendo similar el mismo color que deja la ligera quemadura por el sol. Dependiendo del tono de piel que tengamos, el colorete deberá ser más intenso o sutil, pero si ha de destacar en nuestras mejillas, es decir, tiene que notarse.

Para un mejor resultado, las fórmulas en crema o líquidas con acabado traslúcido, brillante y ligero, pero sin nada de glitter. Igualmente, puedes elegir tinte o bálsamos labiales con esta terminación.

Aunque, por supuesto, funciona con polvos, solo que en verano deseamos ir con la mínima cantidad de maquillaje posible por el calor, y los polvos pueden resultar más pesados. Si en el resto del rostro nos conservamos más austeras, no habrá problema.