Cuatro formas de llevar el balayage este otoño

Shadow toning , babylights, ombré, sombré... Aunque son varias las técnicas de coloración que han intentado desbancar al balayage, este sigue siento el rey del color capilar. El motivo no es otro que lo favorecedor que resulta sin perder la naturalidad, independientemente del color de base que se tenga y de los tonos que se elijan para los medios y puntas; si están bien aplicados nadie sospechará que llevas tinte en el pelo. Además, requiere un mantenimiento mínimo, por lo que este otoño no podrás resistirte a él. A continuación tienes sus cuatro tonos que son más tendencia.

Los tonos rojizos son los imprescindibles este otoño; así que si no te atreves a teñirte todo el pelo con ellos, prueba a incluirlos de una manera más sutil, con la ayuda de los tonos canela y cobre. Eso sí, antes de ponerse en las manos del profesional del color habla bien con él sobre el tono exacto que te gusta más, ya que la paleta de los pelirrojos es muy amplia y no es lo mismo un rojo, que un naranja, que un cobre. Lo suyo es que lleves el tono más claro en la raíz y el más oscuro en las puntas y alrededor de la cara.

Tal y como venimos diciéndote desde antes del verano, el rubio de base dorada le ha ganado terreno a los tonos más fríos, que no favorecen a tantos tonos de piel como los primeros Caer no tiene que significar renunciar a tu rubia. Dile a tu colorista que mezcle matices miel y dorados en tu balayage, con algunos reflejos babylights alrededor del rostro y esta temporada tendrás una melena cálida y luminosa.

Este color, que combina un castaño ligeramente ceniza en la base con un toque de caramelo tostado en los reflejos, es perfecto para cualquier mujer que quiera añadir un extra de luz y movimiento a su melena oscura. El resultado es impresionante y su mantenimiento no puede ser más fácil: lavado de cabeza habitual, mascarilla una vez a la semana y volver al salón a refrescar el tono pasados los cinco o seis meses. ¿Qué más se le puede pedir?

Es perfecto para lucir una melena brillante en la que los tonos cálidos y fríos conviven en perfecta armonía. Si tu base es clara parecerá de lo más natural y, si es más oscura, podrás pasar a ser rubia sin necesidad de retocar tus raíces cada tres o cuatro semanas; sino que podrás posponer tu nueva cita hasta pasados los cuatro o cinco meses. En ambos casos lo más importante es que mantengas el cabello bien hidratado para que brille como es debido.