3 colores de pelo que serán tendencia esta primavera para acertar con todos los tipos de piel y edad

Esta temporada, la melena va a ser una de las grandes protagonistas del street style. Como nos adelantan los expertos y las pasarelas, los cabellos ganan movimiento y color, diciendo adiós a la rigidez de temporadas pasadas y aportando un plus de energía a tus looks. Nos alejamos de los colores de pelo más trabajados, para seguir en la tendencia de la naturalidad que está marcando el mundo de la belleza desde hace varias temporadas, tanto en maquillaje, como en el pelo.

Si buscas un cambio de imagen, la primavera nos lo pone fácil con tres tonalidades diferentes para darle un giro a tu melena de la mejor manera y apostar por un cambio de look esta primavera . Hablamos del color cobrizo, el rubio beige y el castaño espresso, tres opciones para tres tipos de personalidades diferentes. A continuación, te contamos lo mejor de cada uno de ellos. ¡Toma nota!

Si buscas un color que realmente llame la atención, el cobrizo será tu mejor elección. Cálido, vibrante, enérgico y no apto para tímidas. Desde tonos rojizos intensos hasta matices anaranjados más sutiles, permitiendo adaptar el color a diferentes personalidades. ¿A quién favorece este look? A los rostros que buscan un color de pelo que aporte calidez y luz para esta primavera, destacando las pieles más claras.

Con un acabado saludable y luminoso, esta diversidad lo convierte en una elección versátil que se ajusta tanto a looks discretos como a estilos más atrevidos. Aunque la pieles claras y medias son las que se ven más favorecidas con este color, sus variaciones permiten adaptarlo a otros tonos. Con la asesoría adecuada, se pueden elegir matices armoniosos para tu tez.

Di adiós a los tonos estridentes para apostar por los tonos neutros que combinan matices cálidas y frías, para un aspecto más natural. Un tono que consigue un brillo espectacular y un efecto multidimensional al mezclarlo con tonalidades más oscuras. Un color brillante y luminoso que también ilumina el rostro, ideal para las pieles más claras.

El rubio beige se caracteriza por su capacidad para reflejar la luz de manera espectacular, creando un efecto multidimensional cuando se combina con mechas más oscuras. Para un resultado más natural, los expertos recomiendan técnicas como el balayage o el babylights, que aportan profundidad y un acabado más sofisticado. Además, es un color fácil de mantener, ya que el crecimiento de la raíz no genera un contraste tan marcado como en otros tonos más claros.

Los tonos castaños medios y oscuros vuelven con fuerza bajo la tendencia «Espresso Brunette». Un acabado muy sofisticado y cálido, que tiene una mezcla de tonos oscuros y claros, inspirado en el color del café, que aporta brillo, profundidad y dimensión a la melena, logrando una dimensión perfecta para iluminar cualquier tipo de piel.

Este color es ideal para quienes buscan un un look natural y elegante con un mantenimiento mínimo. «Al no ser un rubio platinado ni un tono oscuro sólido, crece de manera muy natural, lo que significa menos visitas al salón y menos preocupaciones por las raíces. Además, los reflejos cálidos y naturales que lo caracterizan permiten que el cabello luzca lleno de vida y movimiento», explica Rosa Roselló, directora de formación de Druni.

Alberto Sanguino, education manager de Llongueras, habla de la importancia de la colorimetría y el papel que juega esta en escoger un tono u otro. «Tenemos que distinguir por un lado el tono del cabello y por el otro lado, el tipo de aclaración o tipo de mecha que depende del gusto de la clienta y el óvalo. Con la colorimetría o tono de cabello favorecemos a la piel y con el tipo de mecha favorecemos el óvalo, es decir, la estructura ósea».

Además, profundiza en la importancia que tiene nuestra piel. «Si tu piel es morena y se broncea mucho, hay que ir al contraste con tonos fríos en el cabello. Marrones ceniza o glasé, arena, colores tostados, irisados y perlados, etc. Personas de piel fría, blanquita o rosadita, a nivel de cabello hay que irse a lo opuesto, tonos cálidos. Desde los más claros, un vainilla, un cobrizo, peach, marrones, dorados…».