Momento tatto: tres cosas que deberías de saber antes de tatuarte

Un buen día ocurre algo extraordinario que quieres marcarte a fuego y, en un arrebato, decides recordártelo para toda la vida con un tatuaje . La primera recomendación es que lo medites bien, porque pasado un tiempo quizá te arrepientas de lucir ese delfín en el tobillo . Y, por cierto, esa decoración en carne viva duele, especialmente en las zonas con menos grasa, aunque todo depende de la tolerancia a las agujas. Además, debes saber que no todas las tintas dan el mismo resultado. Las rojas, naranjas y amarillas son las más difíciles de quitar. Y una última cuestión antes de lanzarte al body art permanente: asegúrate de que no eres alérgica al producto que van a infiltrar debajo de tu epidermis (normalmente las tintas verde y roja son las más problemáticas).

Una vez que tengas ya el pictograma o el mensaje tatuado en la piel, vas a tener que dedicar un especial cuidado a esa zona. El dermatólogo Emiliano Grillo, especialista en láser de Quirónsalud, explica que las heridas tienen una primera fase inflamatoria exudativa, que dura de dos a tres días, en los que solo se debe lavar con agua y jabón neutro que respete el pH de la piel. «En una segunda etapa, ya seca, se precisa mucha hidratación. Por otra parte, el tiempo de curación estará en relación con el tipo de tatuaje –de línea o con relleno– y el área donde se realice, pero de media hay que prever una semana», apunta.

Al principio es fundamental no exponer el tatuaje al sol, para evitar empeorar la herida, y después conviene aplicarse siempre un fotoprotector sobre el dibujo o la leyenda, pues los rayos descomponen la estructura química de los pigmentos y hacen que la tinta se oxide y pierda color. Existen, incluso, fórmulas tópicas específicas para mantener un tono vibrante más tiempo.

¿Te has arrepentido o ya ha perdido lustre el tatuaje y te lo quieres quitar? Debes saber que las superficies donde resulta más fácil eliminarlo son aquellas que no presentan huecos o curvas, en las que la piel es más gruesa, como muslos, brazos o espalda. La técnica que se utiliza es el láser. El Picosure, ultrapulsado, con tiempos de disparo de picosegundo, funciona fragmentando los pigmentos en micropartículas, que después son metabolizadas por el organismo, y requiere menos sesiones que el láser Q-Switched. Dependiendo de la extensión, las tintas, la antigüedad... puede precisar para su completa eliminación ocho sesiones o más. Y, por cierto, también este proceso deja una nueva herida, que tendrás que cuidar para evitar infecciones, manchas o cicatrices.