belleza
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La grasa y la flacidez en la cara interna de los brazos son las responsables de las antiestéticas alas de murciélago que pueden sufrir algunas mujeres con el paso de los años, y que les obliga a esconder sus brazos.
Y es que a partir de los 30 es habitual que las mujeres empiecen a notar flacidez en ciertas partes de su cuerpo, y en concreto la cara interna de los brazos es una de las más afectadas.
Además del paso del tiempo, la pérdida o aumento excesivo de peso, la falta de ejercicio, el embarazo, los cambios hormonales, la predisposición genética… son factores que influyen en ese antiestético descolgamiento que a muchas mujeres les obliga a ocultar sus brazos.
¿Cómo podemos mitigar ese bamboleo que limita tanto a las mujeres a la hora de elegir su vestimenta, sobre todo, en verano? No hay fórmulas mágicas, pero sí diversas opciones que, con trabajo y constancia, te permitirán lucir tirantes sin complejos.
Para empezar hay que ponerse manos a la obra y realizar ejercicios específicos para brazos, al menos 5 minutos al día. En nuestra sección de fitness puedes ver una selección de ejercicios para unos brazos sexys.
Llevar una dieta equilibrada, evitando las grasas, y los azúcares. Una dieta a base de proteínas, rica en fibra, con frutas, verduras y cereales. En nuestra sección de dietas puedes ver los mejores consejos para comer de forma saludable.
No puedes olvidarte de tus brazos a la hora de aplicar los tratamientos corporales. Todos los días, al menos una vez, debes masajear tus brazos con una crema reafirmante de las que puedes ver una selección en este enlace.
Además hay tratamientos médico-estéticos que te permitirán acabar con las temidas alas de murciélago. Por ejemplo la técnica Batwing del Dr Chamosa, un retoque mínimamente invasivo que ataja el problema cuando éste empieza a evidenciarse.