belleza
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Habrá a quien esto le suene raro, lo mismo que aplicarse hasta 10 productos en la piel antes de acostarse, como acostumbran las mujeres coreanas, pero el yoga facial no es nuevo, al menos, no en Asia, donde se practica desde tiempos inmemoriales. En Occidente no hace tanto que ha empezado a hablarse de esta técnica, que ha venido para quedarse, porque consigue retrasar las arrugas y la flacidez si se hace bien.
¿Sus ventajas? Que una vez que aprendas las maniobras básicas para ejercitar los músculos de tu cara podrás practicar en casa todo lo que quieras, no necesitas más aparatología que tus manos y, si estás empezando, un espejo. Pero, eso sí, como ocurre en otros entrenamientos, antes de ponerte a ello conviene que hayas tomado algunas clases con una facialista experta en esta técnica.
Lo primero que aprenderás será cómo respirar mientras realizas esta disciplina, no al nivel de la meditación, pero sí para alcanzar la suficiente concentración para focalizarte en lo que estás haciendo, conectarte con tu cuerpo y obtener mejores resultados.
Después, la especialista en yoga facial te enseñará a hacer estiramientos con gestos y muecas y, más tarde, a aplicarte la presión necesaria en los puntos adecuados de tu rostro. De esta manera, contrayendo y estirando los músculos (tenemos 57) , conseguirás tonificar el rostro. Termina con una buena crema y un masaje.
Eso sí, no esperes resultados espectaculares ni inmediatos en dos días. Como ocurre cuando vas al gimnasio, para percibir una piel más iluminada y, sobre todo, más estirada necesitarás meses y, claro está, seguir una rutina diaria de ejercicios.
Si eres perezosa para todo lo que tiene que ver con los hábitos de belleza, piensa en lo que obtendrás con esta técnica que previene y retrasa la aparición de arrugas, la flacidez y la acumulación de grasa en determinadas zonas, como la papada, además de mejorar la circulación y la eliminación de toxinas. Te bastarán 20 minutos cinco veces a la semana para frenar el proceso de envejecimiento de tu cara. Y, además, si practicas el yoga facial por la noche, conseguirás irte relajada a la cama. ¡Si es que todo son ventajas!