Los datos de la Sociedad Española de Medicina Estética dicen que el 85% de las mujeres españolas tiene celulitis, independientemente de su físico, la edad o su estilo de vida. Y, aunque seguir una dieta equilibrada, hacer algo de ejercicio asiduamente y no fumar ni beber alcohol son hábitos determinantes, la aplicación de una crema anticelulítica, a diario, también ayuda.
Lo primero es saber si te hace falta una crema reductora o una reafirmante y fijarte que en su fórmula estén presente tanto activos que eliminen los líquidos (alcachofa y extracto de té blanco, por ejemplo) como l os que luchen contra la grasa (L carnitina, guaraná o café, entre otros), ya que la celulitis está formada de ambos.
Los expertos aseguran que, para que un anticelulítico sea eficaz, tienes que ser constante en su uso y aplicarlo de la manera correcta. El mejor momento para hacerlo es después de la ducha, ya que es cuando porque la piel está más receptiva a cualquier tratamiento. “Extiende la crema sentada, dejando las piernas al aire y realizando pequeños círculos con las manos colocadas en forma de garra”, explica Almudena Perera, directora del centro médico Beauty Room. Y asegúrate de que los movimientos vayan desde las rodillas hasta ingles, comenzando por la parte exterior, siguiendo por la del centro y terminando en la cara interna de los muslos.
La mala noticia es que los fabricantes suelen recomendar el uso de estos tratamientos dos veces al día y durante todo el año. Pero si la pereza es uno de los pecados capitales que más te define y vas a aplicarte la crema solo una vez, mejor que sea por la noche. El motivo: es el momento en el que se retienen más líquidos y una ayuda cosmética externa le vendrá genial a tu cuerpo.
Gommage Exfoliant Peau Neuve de Clarins (40,75 €). Polishing Body Brush de Aromatherapy Associates (35 €). Firming, Anticellulite and Moisturising Emulsion 3 in 1 de Selvert Thermal (40,20 €). /
Una forma de aumentar la eficacia del anticelulítico es exfoliándote la piel con un guante de crin dos veces por semana; siempre con movimientos circulares ascendentes. Este gesto es perfecto para beneficiar el sistema linfático, que ayuda a eliminar toxinas. Y también conseguirás multiplicar sus beneficios si lo usas tanto antes como después de hacer deporte, ya que de esta manera aumentarás su efecto quemagrasa al acelerar el metabolismo.