Roller de jade, gua sha y cepillo: tres herramientas de belleza en las que invertir para tener una cara perfecta

Los expertos en piel coinciden que una limpieza facial adecuada es la base de primordial de una piel bonita; a lo que hay que añadir una selección adecuada de cosméticos y terminar siempre por el día con un buen protector solar. Pero si quieres aumentar los resultados de tu crema, nada como una herramienta facial de uso manual que active la circulación y facilite el drenaje linfático.

Entre sus bondades está la capacidad de suavizar tanto las arrugas como el acné. El rodillo de tamaño pequeño sirve para estimular el drenaje linfático de las áreas más delicadas del rostro (ojos y boca), mientras que el más grande hace lo propio en mejillas, mandíbula y el cuello. Puedes elegirlo de jade, con propiedades calmantes, que estimula la energía vital y drena, por tanto está muy recomendado para tratar las bolsas; o de  cuarzo rosa, que posee una gran cantidad de minerales que ayudan a eliminar las toxinas y la hinchazón, mejora la circulación y combate las arrugas. Si lo guardas en la nevera, además, conseguirás un efecto refrescante.

Aunque ahora está de moda en Instagram, esta técnica procede de la medicina tradicional china. Tiene efecto antiarrugas, reduce las bolsas y las ojeras y tensa la piel con un efecto lifting inmediato. Al igual que ocurre con el rodillo, puedes elegirla tu gua sha de jade o de cuarzo. Tan solo tienes que aplicar sérum o crema, sobre la piel limpia, para asegurarte de que la piedra se deslice fácilmente sobre tu rostro. Pásala suavemente de manera ascendente y hacia fuera, en cuello, contorno facial, pómulos, contorno de los ojos, frente, entrecejo y código de barras. Lo ideal es que lo uses a diario, pero con que lo utilices tres veces en semana notarás los resultados.

Seguramente has oído hablar del cepillado en seco para el cuerpo, pero ¿sabías que este método también se aplica en la cara? Sobre el rostro este gesto también elimina las células muertas de la piel y aumenta la circulación. La forma correcta de hacerlo es dibujando círculos sobre tu cara, con movimientos ascendentes, desde la zona del escote y hasta la frente. Una advertencia: evita este cepillado si tu piel está roja, inflamada, muy seca o con brotes de acné.