A todas nos preocupa que el paso del tiempo pase factura a nuestra piel. Por suerte, existen una gran variedad de tratamientos que ayudan a evitarlo. Hoy queremos hablar de los alfa hidroxiácidos, un activo antiedad que no puede faltar en tu rutina de belleza.
También son conocidos como AHA y engloban a diversos ácidos. El más conocido es el glicólico, que penetra en la piel rápidamente. Pero hay otros, como el ácido láctico o lactato, que resultan igual de efectivos.
Su función es la de renovar la piel mediante la exfoliación, ya que eliminan las células muertas y otras impurezas que pueden aparecer y que no siempre son visibles a simple vista.
De esta forma, la textura del cutis mejorará y se volverá más uniforme y liso. Además, disminuirán los signos de la edad, así como los daños producidos por agentes externos. También son muy efectivos para acabar con la hiperpigmentación que puede aparecer debido, por ejemplo, a los cambios hormonales o al uso de algunos anticonceptivos.
Una de sus grandes virtudes es que estimulan la producción natural de colágeno. Como consecuencia, la piel no perderá elasticidad y, por tanto, se mantendrá firme. Además, ayudan a evitar la pérdida de agua, por lo que contribuyen a mantener nuestro cutis hidratado y jugoso. Esto le dará un aspecto más luminoso.
Después de su aplicación, es importante no exponerse al sol, ya que la piel puede quedar debilitada. Por tanto, es preferible usarlos por la noche, sobre todo en verano. No obstante, el modo de uso (al igual que el tiempo que tardan en hacer efecto) depende del producto específico que elijas, por lo que debes seguir las recomendaciones de cada fabricante.
Puede aplicarse en cualquier tipo de piel, incluso si tienes acné o padeces dermatitis. Eso sí, debes asegurarte de elegir el producto adecuado o bien consultar a un especialista.